¿Por qué Hidroituango es importante para el sistema eléctrico nacional?
Los efectos del retraso por la entrada en operación de las turbinas de generación de Hidroituango se van a sentir en la confiabilidad del sistema eléctrico y en las tarifas para los usuarios.
Hidroituango no se ha salido del molde de las grandes obras de infraestructura que se desarrollan en el país. Todas han estado revestidas de escándalos, sobrecosto y permanentes retrasos. Una de las principales hidroeléctricas de la región y del país no escapa a esa situación. Tras varias fechas de incumplimiento para la entrada en operación de la planta generadora, aún hoy se mantiene la incertidumbre. El pasado 30 de noviembre se venció uno de los plazos para que las dos primeras unidades entraran en generación continua de energía aportando al sistema eléctrico nacional los primeros 600 megavatios.
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Hidroituango no se ha salido del molde de las grandes obras de infraestructura que se desarrollan en el país. Todas han estado revestidas de escándalos, sobrecosto y permanentes retrasos. Una de las principales hidroeléctricas de la región y del país no escapa a esa situación. Tras varias fechas de incumplimiento para la entrada en operación de la planta generadora, aún hoy se mantiene la incertidumbre. El pasado 30 de noviembre se venció uno de los plazos para que las dos primeras unidades entraran en generación continua de energía aportando al sistema eléctrico nacional los primeros 600 megavatios.
Actualmente se siguen anunciando las pruebas de las turbinas. “A partir de las 9:00 a.m. de este miércoles 14 de diciembre, EPM iniciará la prueba final en la unidad No. 1 de Hidroituango, denominada sincronización y rechazo de carga con potencia máxima posible y sobre las 11:30 a.m., esta misma prueba se estará haciendo en la Unidad No. 2″, dice el comunicado de EPM.
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Un informe de la alcaldía de Medellín recuerda que la construcción de la presa comenzó en noviembre de 2010, para iniciar operaciones ocho años después, no se cumplió ese primer plazo. Un bloqueo en uno de los túneles de desviación del río en abril de 2018 inició la estela de incumplimientos.
EPM busca dar cumplimiento con la puesta en ejecución de las dos primeras unidades evitando los costos financieros que este nuevo retraso le pueda acarrear. En un informe explicó que “la prueba a la que se someterán las dos unidades consiste en iniciar cada máquina para sincronizarla al sistema eléctrico nacional y cuando se tenga listo este proceso, se irá aumentando gradualmente su carga de potencia hasta llegar a una generación de energía eléctrica cercana a los 260 MW (megavatios), máxima potencia dado el nivel actual del embalse”. Cada una de las ocho turbinas debe generar 300 megavatios para un total de 2.400 megavatios que equivalen a un aporte del 17% para atender la demanda energética del país. Las seis unidades restantes deben entrar en operación entre 2023 y 2025.
“Hidroituango es fundamental para el sistema”, sostiene el director de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), Alejando Castañeda. Explica que, si Hidroituango comienza a demorarse más de la cuenta, los efectos en el sistema son de dos vías. Desde el lado de la confiabilidad, “estaríamos más apretados de lo que estamos hoy, y estaríamos sintiendo la falta de energía hacia el año 2025″. Por el lado de las tarifas también se sentirá, pues se esperaba que un proyecto como este generará más en el sistema “y se pudiera tener más energía en contratos que es donde hay un déficit”.
La importancia de la central hidroeléctrica para el sistema, en este proceso de transición energética, es producir energía firme equivalente al aporte de otras fuentes renovables no convencionales de 5.000 MW eólicos o cerca de 3.900 MW de solar.
Luego de las pruebas que se siguen realizando en Hidroituango, EPM anunció otro freno en la generación. “…se realizará un paro intencional de la máquina que permitirá evaluar, ante esta exigencia técnica, el comportamiento de las condiciones eléctricas, mecánicas, hidráulicas y en general de todo el sistema ante el retorno de la máquina a cero potencias”.
Sandra Fonseca, directora de la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía), advierte que “Hidroituango ya viene retrasado desde 2018 y con la expectativa de que entrara en 2021 y ahora en 2022″.
La dirigente gremial del lado de los consumidores sostiene que el retraso en la generación de la central hidroeléctrica “ha venido teniendo un impacto en incremento gradual de los costos de generación en el mercado y por tanto en las tarifas”.
Para la directora de Asoenergía, en la medida en que se retrase más la entrada en operación de la central hidroeléctrica “seguirán aumentando la tarifa y la estrechez en la generación disponible de tal manera que “ante un eventual evento climático seco pondría al sector eléctrico en aprietos económicos y de confiabilidad”.
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La preocupación para las autoridades energéticas es que el proyecto siga acumulando días de atraso. Los efectos se van a sentir a partir de 2025, cuando se va a sentir un apretón en el sistema. Eso sin contar que otros proyectos programados para generar en los siguientes años cumplan con el cronograma comprometido con el gobierno, tras las subastas.
En este sentido, la presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Natalia Gutiérrez, se mostró confiada en que Hidroituango y otras iniciativas en construcción entren en operación. Recordó que proyectos como los parques eólicos de la Guajira también tienen dos años de retraso por la Línea Colectora. “Todos estos proyectos son fundamentales para seguir garantizando la seguridad energética y para que sigamos recibiendo energía limpia y confiable”, dijo.
La entrada en operación de las dos primeras turbinas de Hidroituango, según lo programado, ayudará a darle el espacio que requieren las decisiones de expansión para lograr un parque de generación balanceado, eficiente y competitivo, “que permita además darle soporte al ambicioso Plan de Energía Renovable no Convencional adjudicado por este gobierno”.
Mientras tanto, EPM avanza en el cumplimiento de las exigencias de las entidades del gobierno para darles seguridad a los 5.220 habitantes de los municipios de Ituango, Briceño, Tarazá y el corregimiento de Puerto Valdivia. “EPM reitera a las comunidades, que Hidroituango es una central de generación segura, estable y desde el Centro de Monitoreo Técnico, CMT, se hace seguimiento las 24 horas del día, a más de 3 mil variables, lo que permite identificar cualquier señal de riesgo y actuar con la debida anticipación. Para la Empresa, la vida de las personas que habitan aguas abajo ha sido nuestra prioridad”, dice la empresa en un comunicado.