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La situación en el Puerto de Barranquilla es, cuanto menos, inquietante. La semana pasada finalizó el contrato de las acciones de dragado, que son las que permiten la limpieza de sedimentos en el fondo del río para la libre circulación de las embarcaciones.
Se inició, como es debido, el trámite de licitación para el nuevo operador, sin que se recibieran propuestas. Por esto el proceso se declaró desierto y hoy el Puerto de Barranquilla no tiene quien lo drague.
Según lo explicado por el director ejecutivo de Asoportuaria, Lucas Ariza, de momento las consecuencias para el puerto no son muchas, ya que las condiciones de sedimentación son buenas y se espera que los sigan siendo por algún tiempo.
Sin embargo, se sabe que el río tiene la naturaleza de acumular bastantes sedimentos, por lo que, si no se logra contratar al nuevo encargado del dragado, se comenzarán a experimentar desvíos de embarcaciones y pérdidas para los usuarios del puerto.
Ariza detalló que algunos posibles proponentes manifestaron que su desinterés por participar del proceso obedeció a las incertidumbres que les genera el costo del combustible, así como el riesgo de la permanencia de la draga.
Para mitigar los eventuales problemas, desde Asoportuaria se solicitó a Cormagdalena implementar alternativas Se prevé que se adelantará un convenio por Findeter para los procesos de dragado durante seis meses. Durante dicho tiempo se buscará fortalecer los pliegos, atendiendo los reparos de los posibles participantes, para sacar adelante un nuevo proceso que sería por 24 meses.
“Hemos pedido que la alternativa se ejecute a la mayor brevedad, para no perder la buena imagen que hemos ganado este año sobre la estabilidad del puerto”, concluyó Ariza.
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