¿Qué pasa si Hidroituango no entra en operación el 30 de noviembre?
El proyecto hidroeléctrico podría no cumplir el cronograma que tenía para encender las turbinas. ¿Cómo llegamos hasta acá y qué implicaciones tendría este escenario en la generación de energía del país?
Mientras avanzan las pruebas para el encendido de las dos primeras unidades generadoras de energía de Hidroituango y Empresas Públicas de Medellín (EPM) debe cumplir con las evacuaciones de la comunidad, crece el rechazo de estas que se encuentran en la rivera del río Cauca, aguas abajo.
Y es que, si bien el inicio de las operaciones debía darse antes del 30 de noviembre, el alcalde de Medellín Daniel Quintero reconoció que es muy alta la probabilidad de que esto no suceda.
De hecho, ya se sabía que EPM le había enviado una carta a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para solicitarle el aplazamiento de la fecha sin que hubiese una multa por incumplimiento, esta sanción tiene un valor de $850.000 millones.
Le puede interesar: Proyecciones económicas: analistas esperan inflación de 12,36 % al cierre del año.
El inicio del proyecto no solo depende de que el Proyecto Hidroeléctrico Ituango cumpla con las condiciones técnicas necesarias para ello. También deben responder por otras obligaciones, que son los argumentos de la empresa para hacerle dicha solicitud a la Creg. Algunos de estos son:
- La petición de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD) y la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, de evacuar 5.000 habitantes de la rivera del río Cauca aguas abajo del proyecto. Esto sería para cuando el proyecto entre en operación.
- La actualización del plan de contingencia para la entrada en operación, que realizó la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales (Anla).
- La solicitud de la Procuraduría de realizar simulacros con la comunidad.
Este último punto ha sido el más complicado para EPM, puesto que el pasado martes 15 de noviembre convocó a una evacuación en la que esperaba la participación de 3.500 personas, pero solo acudieron 500. Y poner a las personas a salvo es uno de las exigencias de la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD) para poder encender la hidroeléctrica.
La comunidad, en lugar de seguir los planes de la empresa desataron protestas en su contra en corregimientos como Puerto Valdivia y El Doce. Incluso hay habitantes que denunciaron mala planeación e irrespetos durante el simulacro.
Lea: Esto es lo que pueden esperar los ciudadanos de la reforma tributaria.
¿Qué consecuencia tiene la no operación de Hidroituango?
A todas estas, las consecuencias de que la hidroeléctrica no entre en funcionamiento el 30 de noviembre, como estaba previsto, no solo tiene que ver con la sanción por incumplimiento.
El funcionamiento de las turbinas disminuye “los riesgos que hay, no solo sobre la estabilidad del proyecto, sino sobre las comunidades aguas abajo. Mientras que el agua está saliendo por el vertedero, el riesgo va a estar hasta que no circule por las turbinas”, explica Oswaldo Ordóñez.
En este punto también ha sido enfático el alcalde Quintero. Él asegura que “poner a funcionar Hidroituango de forma segura es urgente para reducir el agua por el vertedero y proteger a las poblaciones aguas abajo”. Y añade que “30 millones de toneladas de agua dejarán de pasar cada día por el vertedero cuando demos paso a las dos primeras turbinas”.
Respecto a la generación de energía, incumplir la fecha no representa como tal un riesgo energético para el país porque “los embalses están llenos y el país no tiene un requerimiento de crisis. Aunque podrí empezarse a sentir entre mayo y julio del próximo año”, expresa Ordóñez.
Para el experto no habría problema, en ese sentido, porque hay cómo suplir la demanda por otras vías. Pero si Hidroituango genera energía a entre diciembre y enero, pero que sí sería grave que pase todo el 2023 sin operar porque habría una oferta limitada en el país que podría generar sobrecostos a los usuarios. Y es que la proyección es de que esta hidroeléctrica supla el 17 % consumo de energía del país.
Al o ser, en este momento, un déficit enrgético crítico el incumplimiento del 30 de noviembre, Ordóñez espera que la Creg acepte la solicitud de EPM y no lo sancione porque eso “genera afán y no se puede poner en riego todo lo que implica el proyecto, hay que esperar que avance conforme a los parámetros de ingeniería y no de presiones políticas”.
Aún no está tomada la decisión de la Creg, frente a este tema y tampoco hay una nueva fecha fija para el inicio de Hidroituango, aunque Ordóñez proyecta que al menos haya una turbina en funcionamiento antes de finalizar el año.
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Mientras avanzan las pruebas para el encendido de las dos primeras unidades generadoras de energía de Hidroituango y Empresas Públicas de Medellín (EPM) debe cumplir con las evacuaciones de la comunidad, crece el rechazo de estas que se encuentran en la rivera del río Cauca, aguas abajo.
Y es que, si bien el inicio de las operaciones debía darse antes del 30 de noviembre, el alcalde de Medellín Daniel Quintero reconoció que es muy alta la probabilidad de que esto no suceda.
De hecho, ya se sabía que EPM le había enviado una carta a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para solicitarle el aplazamiento de la fecha sin que hubiese una multa por incumplimiento, esta sanción tiene un valor de $850.000 millones.
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El inicio del proyecto no solo depende de que el Proyecto Hidroeléctrico Ituango cumpla con las condiciones técnicas necesarias para ello. También deben responder por otras obligaciones, que son los argumentos de la empresa para hacerle dicha solicitud a la Creg. Algunos de estos son:
- La petición de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD) y la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, de evacuar 5.000 habitantes de la rivera del río Cauca aguas abajo del proyecto. Esto sería para cuando el proyecto entre en operación.
- La actualización del plan de contingencia para la entrada en operación, que realizó la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales (Anla).
- La solicitud de la Procuraduría de realizar simulacros con la comunidad.
Este último punto ha sido el más complicado para EPM, puesto que el pasado martes 15 de noviembre convocó a una evacuación en la que esperaba la participación de 3.500 personas, pero solo acudieron 500. Y poner a las personas a salvo es uno de las exigencias de la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD) para poder encender la hidroeléctrica.
La comunidad, en lugar de seguir los planes de la empresa desataron protestas en su contra en corregimientos como Puerto Valdivia y El Doce. Incluso hay habitantes que denunciaron mala planeación e irrespetos durante el simulacro.
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¿Qué consecuencia tiene la no operación de Hidroituango?
A todas estas, las consecuencias de que la hidroeléctrica no entre en funcionamiento el 30 de noviembre, como estaba previsto, no solo tiene que ver con la sanción por incumplimiento.
El funcionamiento de las turbinas disminuye “los riesgos que hay, no solo sobre la estabilidad del proyecto, sino sobre las comunidades aguas abajo. Mientras que el agua está saliendo por el vertedero, el riesgo va a estar hasta que no circule por las turbinas”, explica Oswaldo Ordóñez.
En este punto también ha sido enfático el alcalde Quintero. Él asegura que “poner a funcionar Hidroituango de forma segura es urgente para reducir el agua por el vertedero y proteger a las poblaciones aguas abajo”. Y añade que “30 millones de toneladas de agua dejarán de pasar cada día por el vertedero cuando demos paso a las dos primeras turbinas”.
Respecto a la generación de energía, incumplir la fecha no representa como tal un riesgo energético para el país porque “los embalses están llenos y el país no tiene un requerimiento de crisis. Aunque podrí empezarse a sentir entre mayo y julio del próximo año”, expresa Ordóñez.
Para el experto no habría problema, en ese sentido, porque hay cómo suplir la demanda por otras vías. Pero si Hidroituango genera energía a entre diciembre y enero, pero que sí sería grave que pase todo el 2023 sin operar porque habría una oferta limitada en el país que podría generar sobrecostos a los usuarios. Y es que la proyección es de que esta hidroeléctrica supla el 17 % consumo de energía del país.
Al o ser, en este momento, un déficit enrgético crítico el incumplimiento del 30 de noviembre, Ordóñez espera que la Creg acepte la solicitud de EPM y no lo sancione porque eso “genera afán y no se puede poner en riego todo lo que implica el proyecto, hay que esperar que avance conforme a los parámetros de ingeniería y no de presiones políticas”.
Aún no está tomada la decisión de la Creg, frente a este tema y tampoco hay una nueva fecha fija para el inicio de Hidroituango, aunque Ordóñez proyecta que al menos haya una turbina en funcionamiento antes de finalizar el año.
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