El negocio alrededor de los estudios webcam ha cobrado protagonismo en los últimos años, siendo Colombia uno de los protagonistas en esta materia. Información manejada por la revista Forbes indica que existen unos 5.000 estudios de este tipo en el país, los cuales generan unos 150.000 empleos (100.000 modelos y más de 45.000 monitores, personal de aseo, administrativos y propietarios, entre otros).
Si bien es una industria que opera bajo la legalidad, hay aspectos en su interior que siguen sin una regulación clara. Parte de los más protagónicos es el tipo de contratación de las modelos. Recientemente el gobierno de Gustavo Petro tuvo la oportunidad de establecer las reglas de juego mediante su reforma laboral, tema que incluso alcanzó a estar en los primeros borradores del articulado. Sin embargo, las y los webcamers desaparecieron en la iniciativa que finalmente fue radicada en el Congreso.
Según lo explicado por Nicolás Mesa, quien es experto y asesor en creación de estudios webcam en América Latina, en Colombia esta es una industria que mueve cerca de US$600 millones al año. El grueso de estos ingresos proviene del contenido que se exporta, lo cual es algo que califica como positivo para la economía nacional.
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No obstante, argumenta que como en todo negocio hay casos de éxito y de quiebra, por lo que invita a no deslumbrarse por las cifras, sino a asesorarse y cumplir con las exigencias legales para invertir y sacar réditos en esta industria.
“Existen empresas e individuos que tratan de sacar provecho de sus básicos conocimientos e impulsan a otros a crear estudios, esta es la razón por la que muchos estudios no se constituyen debidamente, no saben manejar los estándares que la industria pide, ni se actualizan continuamente, llevándolos al fracaso”, detalla.
Para entrar en el negocio como inversor, estima Mesa, se requieren unos $45 millones, los cuales se destinan a cuatro sets de proyección, cuya calidad puede variar dependiendo de los costos de alquiler y equipamientos. Antes de iniciar se requiere un periodo previo, que puede durar un mes, en capacitación del personal en materia de administración, así como constitución y logística de las plataformas.
“Un estudio webcam tiene ventajas como lo es ganar en divisas extranjeras, una tributación menor (al ser exportadores de contenido) y generar cerca de 20 empleos directos entre monitores, administrador, modelos y fotógrafo, entre otros).
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Bien administrado, explica, un estudio de cuatro habitaciones tendría espacio para doce modelos, las cuales distribuirían su trabajo en tres turnos. Después de un mes, una modelo podría generar US$65 por turno, de los cuales el 40 % serían para el estudio (US$26). Si se llegasen a tener diez modelos en doce espacios, sería un margen bruto de US$260 por día, que si trabajan 26 días al mes, representarían unos US$6.760, es decir, más de $30 millones. Si se restan los gastos de funcionamiento, al estudio le quedarían más de $21 millones.
En cuanto a la rentabilidad, se estima que a un negocio de este tipo le toma en promedio ocho meses para ofrecer retornos en la inversión, aunque en algunos casos puede ser menos.
¿Qué se necesita para montar un estudio webcam?
Como se dijo, este es un negocio que puede resultar exitoso, pero que también puede implicar fracasos. Es por eso que el primer requisito, según el experto, es asegurarse de contar con la experiencia suficiente para lidiar con las oportunidades y desafíos que implica la industria, además de contar con una constante asesoría legal.
Para esto también es importante capacitar a las y los modelos; no solo en el quehacer de su oficio, sino también en aspectos psicológicos, sociales y valores.
Finalmente, se hace un llamado a verificar que se está ofreciendo una buena marca, marco legal, información de primera y claridad para la realización de la inversión.
Recuerde que este tipo de trabajos se debe hacer de forma consensuada, y que el mismo no debe ser resultado de chantajes, amenazas o cualquier tipo de extorsión o violencia. Si usted considera que es víctima de explotación o violencia sexual puede comunicarse con la línea 122 para denunciar ante la Fiscalía, o en el sitio web www.fiscalia.gov.co sistema de denuncia virtual: ¡ADenunciar!
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