Retos del salario mínimo para empresas y trabajadores
El poder adquisitivo de los trabajadores y el aumento de los costos laborales para los empleadores son dos de los temas fundamentales en el marco de la negociación del salario mínimo para 2024, según un estudio de la BDO en Colombia.
El aumento del salario mínimo, en discusión, tendrá un impacto significativo en la economía colombiana, dada la cantidad de fuerza trabajadora que recibe esta asignación salarial. Según cifras reportadas por el Dane y el Ministerio de Trabajo, en Colombia hay 2.24 millones de personas que reciben un salario mínimo, recuerda un informe de la firma BDO en Colombia.
“Asuntos como el poder adquisitivo de los trabajadores y el aumento de los costos laborales para los empleadores son dos de los temas fundamentales en el marco de este debate”, sostiene, José Fernando Sandoval, mánager de la firma BDO en Colombia.
Para mayor información: ¿Por qué se le da tanta importancia al ajuste del salario mínimo en Colombia?
El aumento del salario mínimo deberá al menos cubrir el porcentaje de inflación, el cual está en 10.15%, según el reporte del DANE y los índices de productividad.
Sandoval explica que para los empleadores implica un aumento en los costos de operación, pero también impactará a los trabajadores que tengan pactado un salario mínimo integral, es decir, el equivalente a 13 salarios mínimos, también se les deberá reajustar su salario en el mismo porcentaje al del salario mínimo.
De acuerdo con el aumento que se determine, aquellos trabajadores que devenguen hasta dos salarios mínimos tendrán derecho a recibir entrega de dotación. Aquellos salarios que hayan sido pactados en salarios mínimos en los contratos de trabajo también deberán reajustarse de acuerdo con el aumento que se genere.
El estudio de la firma BDO en Colombia insta a las empresas y empleadores a seguir de cerca las negociaciones y cifras de inflación. “Es crucial planificar adecuadamente la nómina y presupuesto para el próximo año. A partir de enero de 2024, deben aplicar el aumento del salario mínimo y del auxilio de transporte a todos los trabajadores con acuerdos de este tipo de remuneración”, sostiene.
Rubén Cortés, socio de BSO en BDO en Colombia, destacó los desafíos a los que se podrían enfrentar las organizaciones de darse la nueva medida de salario mínimo. “Se puede reducir la rentabilidad de las empresas, especialmente aquellas que operan con márgenes de ganancia estrechos”.
Detalla que el incremento del salario mínimo puede provocar que las compañías tengan que competir en un mercado laboral más ajustado. “Esto incrementa la rotación de empleados, por lo que se vuelve complejo encontrar y retener talento”, aseguró.
Rubén Cortés de BDO en Colombia recomienda que las empresas revisen el diseño de puestos de trabajo. “Identificar oportunidades para optimizar los roles, asignar tareas adicionales a los empleados actuales o reevaluar la necesidad de ciertas funciones. Esto podría ayudar a maximizar la productividad y eficiencia del personal existente”, afirmó.
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Finalmente, el proceso de negociación del salario mínimo para el próximo año se presenta como un desafío clave tanto para trabajadores como para empleadores, requiriendo un equilibrio entre el fortalecimiento del poder adquisitivo y la sostenibilidad económica. La atención a las fechas clave y la pronta adaptación a los cambios son fundamentales para todos los actores involucrados.
El aumento del salario mínimo, en discusión, tendrá un impacto significativo en la economía colombiana, dada la cantidad de fuerza trabajadora que recibe esta asignación salarial. Según cifras reportadas por el Dane y el Ministerio de Trabajo, en Colombia hay 2.24 millones de personas que reciben un salario mínimo, recuerda un informe de la firma BDO en Colombia.
“Asuntos como el poder adquisitivo de los trabajadores y el aumento de los costos laborales para los empleadores son dos de los temas fundamentales en el marco de este debate”, sostiene, José Fernando Sandoval, mánager de la firma BDO en Colombia.
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El aumento del salario mínimo deberá al menos cubrir el porcentaje de inflación, el cual está en 10.15%, según el reporte del DANE y los índices de productividad.
Sandoval explica que para los empleadores implica un aumento en los costos de operación, pero también impactará a los trabajadores que tengan pactado un salario mínimo integral, es decir, el equivalente a 13 salarios mínimos, también se les deberá reajustar su salario en el mismo porcentaje al del salario mínimo.
De acuerdo con el aumento que se determine, aquellos trabajadores que devenguen hasta dos salarios mínimos tendrán derecho a recibir entrega de dotación. Aquellos salarios que hayan sido pactados en salarios mínimos en los contratos de trabajo también deberán reajustarse de acuerdo con el aumento que se genere.
El estudio de la firma BDO en Colombia insta a las empresas y empleadores a seguir de cerca las negociaciones y cifras de inflación. “Es crucial planificar adecuadamente la nómina y presupuesto para el próximo año. A partir de enero de 2024, deben aplicar el aumento del salario mínimo y del auxilio de transporte a todos los trabajadores con acuerdos de este tipo de remuneración”, sostiene.
Rubén Cortés, socio de BSO en BDO en Colombia, destacó los desafíos a los que se podrían enfrentar las organizaciones de darse la nueva medida de salario mínimo. “Se puede reducir la rentabilidad de las empresas, especialmente aquellas que operan con márgenes de ganancia estrechos”.
Detalla que el incremento del salario mínimo puede provocar que las compañías tengan que competir en un mercado laboral más ajustado. “Esto incrementa la rotación de empleados, por lo que se vuelve complejo encontrar y retener talento”, aseguró.
Rubén Cortés de BDO en Colombia recomienda que las empresas revisen el diseño de puestos de trabajo. “Identificar oportunidades para optimizar los roles, asignar tareas adicionales a los empleados actuales o reevaluar la necesidad de ciertas funciones. Esto podría ayudar a maximizar la productividad y eficiencia del personal existente”, afirmó.
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Finalmente, el proceso de negociación del salario mínimo para el próximo año se presenta como un desafío clave tanto para trabajadores como para empleadores, requiriendo un equilibrio entre el fortalecimiento del poder adquisitivo y la sostenibilidad económica. La atención a las fechas clave y la pronta adaptación a los cambios son fundamentales para todos los actores involucrados.