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Recientemente la consultora Mercer reveló los resultados de su estudio When Women Thrive (cuando las mujeres progresan) que en muchos factores permitió llegar a la misma conclusión: las condiciones de las mujeres en el mundo laboral no son iguales a las que tienen los hombres.
Parte importante del análisis que realizó esta consultora tiene que ver con el tema salarial. Mucho se ha dicho al respecto, de que la mujer al hacer las mismas labores que realiza un hombre en el trabajo es peor remunerada, pues bien, la cifra que obtuvo Mercer para toda la región de América Latina es que esta brecha se consolida en un 17%.
Es decir que por cada millón de pesos que recibe un hombre en su trabajo, en promedio, una mujer está obteniendo $170.000 menos.
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En el caso de Colombia a la problemática se agrega el hecho de que solo el 20% de las mujeres ocupan cargos directivos, mientras que el 35% se encuentran en los niveles profesionales.
En cifras más globales las mujeres ocupan un 16% de los puestos ejecutivos, mientras que cuentan con una cuarta parte de participación en los cargos altos directivos. A nivel de fuerza laboral su representación es el 39% y en términos gerenciales la cifra disminuye a 31%.
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El panorama en este aspecto es tal que Mercer pudo verificar que las mujeres superan a los hombres en número de títulos universitarios, no obstante campos como la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas siguen siendo dominadas por ‘ellos’.
Mercer además afirma que los esfuerzos que habían permitido un avance positivo en esta materia han llegado a un punto de estancamiento, agregando que existe un número significativo de mujeres que desempeñan trabajos informales.
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“A pesar de que el 64% de las compañías entrevistadas afirman estar convencidas de la necesidad de contar con una fuerza laboral más diversa, sólo el 31% ofrecen programas a tiempo parcial, 56% ofrece trabajos flexibles (trabajar desde casa o trabajo compartido, por ejemplo), 57% ofrece programas de maternidad y 44% de paternidad”, explicó la consultora.
Dentro de sus resultados, encontraron que en América Latina las multinacionales están dando ejemplo en esta materia, no solo contratando mujeres, sino además impulsando sus talentos en la organización. Parte de la estrategia que han implementado para retener dicho talento ha sido brindarles una flexibilidad laboral y la nivelación salarial para que reciban lo mismo que ganan los hombres.
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