En contenedores, el banano se expande por Europa
La fruta colombiana llegó a 31 países el año pasado, 12 destinos más que en el 2015. Eslovenia, Portugal, Malta y Ucrania aparecen en la lista. A su lado, el aguacate hass y la piña se abrieron mercado.
Edwin Bohórquez Aya @EdwinBohorquezA
Juan Camilo Velásquez es el gerente de ventas de Maersk Line Colombia, lidera la operación de la naviera en el país y explica cómo un cambio en el sistema de transporte hizo crecer las exportaciones de algunos productos colombianos, incluso más del 100 %. “Mientras al cierre de 2015, uno de cada 10 contenedores movidos fue refrigerado, en 2016 esta proporción aumentó a uno de cada cuatro, es decir, un 25 % del total”.
¿Cómo está dividido el transporte del comercio exterior de Colombia?
Cuando se ven las mediciones de las exportaciones, usualmente las dan en millones de dólares, es decir, que crecieron en dólares, pero esa cifra es un tanto engañosa porque depende de lo que pase en el sector de hidrocarburos. Si el precio del petróleo está alto, al país le va bien, se dice que las exportaciones crecieron. Si ese precio cae, como pasó el año pasado, entonces el valor de las exportaciones cae. El comercio exterior se mueve en tanqueros, que es por donde se lleva el petróleo; contenedores, que refleja la exportación industrial y el consumo directo, y los barcos graneleros, que eran los que tradicionalmente cargaban banano en Urabá.
¿Qué pasó en el comercio de contenedores el año pasado?
Tuvimos un crecimiento del 4,6 %. En el volumen al alza de exportaciones fue del 9 % y 2,4 % en importaciones.
¿Qué papel jugó el banano, que creció más del 100%?
Ese ha sido uno de los drivers principales para el crecimiento de las exportaciones de contenedores. ¿Por qué? Antes, el banano se movía a granel en barcos con bodegas refrigeradas, pero son barcos obsoletos. Están siendo reemplazados por barcos de contenedores, que son más eficientes en combustible y ofrecen fletes más competitivos. Y con los contenedores hay más tecnología que hace que el banano pueda llegar a más destinos. La fruta se puede conservar mucho mejor.
Y el banano, ¿beneficiado?
Debido a ese reemplazo en el transporte vimos que mucha de esa fruta encontró nuevos destinos. Los barcos anteriores debían ir a grandes centros de maduración en Europa, como Amberes, y desde ahí se hacía la distribución al resto de destinos. Pero a muchos lugares no llegaba el banano porque los tiempos de tránsito eran muy largos. Ahora, con los contenedores, podemos llevar órdenes de banano con muy buen tiempo a nuestra red de destinos. Ahora el banano llega a 12 países nuevos a los que antes no llegaba y con mejor calidad. Se compite mejor con Ecuador y Costa Rica.
¿Cuánto tarda en llegar un banano desde Turbo a Europa?
Trece a 15 días.
¿Y con el barco a granel?
El tiempo era similar hasta llegar al centro de distribución, pero para pasar a otros mercados en Europa del Este, ni siquiera se llegaba o era un tiempo muy corto de maduración y ya no era posible venderlo.
¿A qué destinos nuevos han llevado el banano?
El año pasado, a Eslovenia, Portugal y Malta. También a Japón y al mercado creciente de China, donde podemos entrar a competir con el banano filipino. Hay muchas oportunidades.
¿Es el banano el que abre puertas a otros productos?
El banano es uno de los productos más desarrollados y que mueven más volúmenes, por eso atrae el interés de las navieras. Pero detrás de todo ese proceso de contenedorización, al tener rutas estables y contenedores refrigerados, se abre el camino para otros productos. Ese es el caso del aguacate hass y la piña, que son industrias nacientes en Colombia.
¿Eso en qué momento se dio?
Hace cinco años comenzó un boom de sembrado de aguacate hass. Se empezó a cultivar en el país y en los últimos dos años tuvo un crecimiento muy importante en sus exportaciones a Europa. Entonces, si no fuera por los contenedores, porque eso requiere de una atmósfera controlada en el manejo de dióxido de carbono y demás, ese aguacate no podría llegar a Europa y esa oferta no podría conectar con su mercado.
¿Similar pasa con la piña?
Lo mismo. En el 2015 exportamos 20 contenedores de piña; en el 2016 ya subimos a cerca de 400. Y eso pasó por la diversificación de empresas del Valle, que antes cultivaban caña y azúcar, y ahora están reemplazando sus cultivos por piña. El banano fue el atractivo para crear las rutas.
¿Cuánto banano mueven ustedes?
Exportamos por semana cerca de 500 contenedores de banano entre Turbo y Santa Marta, se carga otro tanto y luego sale hacia Europa Norte (Reino Unido, Bélgica y Alemania). Ese es un volumen que nos permite crear rutas con tiempos de tránsito competitivos, itinerarios cumplidos, todo lo que la fruta demanda. El banano actúa como ancla, como base para nuevos servicios, y ahí se benefician otros productos nacientes, como el aguacate y la piña.
¿Qué proyectan en el comercio exterior de contenedores para 2017?
Va a seguir creciendo el sector del banano. Se están creando nuevas rutas. Al cambiar los barcos graneleros por contenedores, antes se estaba concentrando en el mercado de Europa y este año se lanzaron nuevos servicios para el mercado de Filadelfia y la costa Este de Estados Unidos. El aguacate seguirá al alza. Pinta un año bueno para el sector cafetero y mucha de la incertidumbre que se tenía el año pasado con la reforma tributaria y el proceso de paz ya se decantó. Por eso el 2017 pinta como un año más positivo, en el cual esperamos que el comercio exterior en contenedores de Colombia crezca entre 3 y 4 %.
¿Qué ha pasado con el comercio con Estados Unidos y qué con los países del sur?
El año pasado, cuando comparábamos con la devaluación que sufrimos en el 2015, parte de lo que veíamos era que la devaluación iba a ser buena para las exportaciones. Pero hay dos factores: muchas de nuestras exportaciones dependen de materias primas importadas, entonces se perdía parte de esa ganancia. Lo otro que hay que mirar es la devaluación cruzada o situación económica de nuestros socios comerciales. Miremos al sur: Ecuador, Brasil, Chile y Perú. La devaluación, que también le pegó a esos países, los obligó a volverse más competitivos para exportar, entonces cuando se miran nuestras importaciones de esos países, crecieron mucho Brasil, Ecuador y Chile. En ese orden de ideas, las economías que estaban mejor, por su moneda, como Estados Unidos, tuvieron una posición de compra fuerte. En resumen, crecieron exportaciones al norte y subieron nuestras importaciones desde el sur.
¿Por qué dicen que el puerto de Cartagena va a posicionarse cada vez más?
El banano será un nicho para Santa Marta. Pero Cartagena será un puerto que seguirá siendo la conexión de Colombia para el mundo. Por ese puerto entra toda la carga de Europa, toda la de la costa este de Estados Unidos y la de México, uno de nuestros más importantes socios comerciales. Carga de Brasil, que viene creciendo, su puerto natural de entrada es Cartagena.
Juan Camilo Velásquez es el gerente de ventas de Maersk Line Colombia, lidera la operación de la naviera en el país y explica cómo un cambio en el sistema de transporte hizo crecer las exportaciones de algunos productos colombianos, incluso más del 100 %. “Mientras al cierre de 2015, uno de cada 10 contenedores movidos fue refrigerado, en 2016 esta proporción aumentó a uno de cada cuatro, es decir, un 25 % del total”.
¿Cómo está dividido el transporte del comercio exterior de Colombia?
Cuando se ven las mediciones de las exportaciones, usualmente las dan en millones de dólares, es decir, que crecieron en dólares, pero esa cifra es un tanto engañosa porque depende de lo que pase en el sector de hidrocarburos. Si el precio del petróleo está alto, al país le va bien, se dice que las exportaciones crecieron. Si ese precio cae, como pasó el año pasado, entonces el valor de las exportaciones cae. El comercio exterior se mueve en tanqueros, que es por donde se lleva el petróleo; contenedores, que refleja la exportación industrial y el consumo directo, y los barcos graneleros, que eran los que tradicionalmente cargaban banano en Urabá.
¿Qué pasó en el comercio de contenedores el año pasado?
Tuvimos un crecimiento del 4,6 %. En el volumen al alza de exportaciones fue del 9 % y 2,4 % en importaciones.
¿Qué papel jugó el banano, que creció más del 100%?
Ese ha sido uno de los drivers principales para el crecimiento de las exportaciones de contenedores. ¿Por qué? Antes, el banano se movía a granel en barcos con bodegas refrigeradas, pero son barcos obsoletos. Están siendo reemplazados por barcos de contenedores, que son más eficientes en combustible y ofrecen fletes más competitivos. Y con los contenedores hay más tecnología que hace que el banano pueda llegar a más destinos. La fruta se puede conservar mucho mejor.
Y el banano, ¿beneficiado?
Debido a ese reemplazo en el transporte vimos que mucha de esa fruta encontró nuevos destinos. Los barcos anteriores debían ir a grandes centros de maduración en Europa, como Amberes, y desde ahí se hacía la distribución al resto de destinos. Pero a muchos lugares no llegaba el banano porque los tiempos de tránsito eran muy largos. Ahora, con los contenedores, podemos llevar órdenes de banano con muy buen tiempo a nuestra red de destinos. Ahora el banano llega a 12 países nuevos a los que antes no llegaba y con mejor calidad. Se compite mejor con Ecuador y Costa Rica.
¿Cuánto tarda en llegar un banano desde Turbo a Europa?
Trece a 15 días.
¿Y con el barco a granel?
El tiempo era similar hasta llegar al centro de distribución, pero para pasar a otros mercados en Europa del Este, ni siquiera se llegaba o era un tiempo muy corto de maduración y ya no era posible venderlo.
¿A qué destinos nuevos han llevado el banano?
El año pasado, a Eslovenia, Portugal y Malta. También a Japón y al mercado creciente de China, donde podemos entrar a competir con el banano filipino. Hay muchas oportunidades.
¿Es el banano el que abre puertas a otros productos?
El banano es uno de los productos más desarrollados y que mueven más volúmenes, por eso atrae el interés de las navieras. Pero detrás de todo ese proceso de contenedorización, al tener rutas estables y contenedores refrigerados, se abre el camino para otros productos. Ese es el caso del aguacate hass y la piña, que son industrias nacientes en Colombia.
¿Eso en qué momento se dio?
Hace cinco años comenzó un boom de sembrado de aguacate hass. Se empezó a cultivar en el país y en los últimos dos años tuvo un crecimiento muy importante en sus exportaciones a Europa. Entonces, si no fuera por los contenedores, porque eso requiere de una atmósfera controlada en el manejo de dióxido de carbono y demás, ese aguacate no podría llegar a Europa y esa oferta no podría conectar con su mercado.
¿Similar pasa con la piña?
Lo mismo. En el 2015 exportamos 20 contenedores de piña; en el 2016 ya subimos a cerca de 400. Y eso pasó por la diversificación de empresas del Valle, que antes cultivaban caña y azúcar, y ahora están reemplazando sus cultivos por piña. El banano fue el atractivo para crear las rutas.
¿Cuánto banano mueven ustedes?
Exportamos por semana cerca de 500 contenedores de banano entre Turbo y Santa Marta, se carga otro tanto y luego sale hacia Europa Norte (Reino Unido, Bélgica y Alemania). Ese es un volumen que nos permite crear rutas con tiempos de tránsito competitivos, itinerarios cumplidos, todo lo que la fruta demanda. El banano actúa como ancla, como base para nuevos servicios, y ahí se benefician otros productos nacientes, como el aguacate y la piña.
¿Qué proyectan en el comercio exterior de contenedores para 2017?
Va a seguir creciendo el sector del banano. Se están creando nuevas rutas. Al cambiar los barcos graneleros por contenedores, antes se estaba concentrando en el mercado de Europa y este año se lanzaron nuevos servicios para el mercado de Filadelfia y la costa Este de Estados Unidos. El aguacate seguirá al alza. Pinta un año bueno para el sector cafetero y mucha de la incertidumbre que se tenía el año pasado con la reforma tributaria y el proceso de paz ya se decantó. Por eso el 2017 pinta como un año más positivo, en el cual esperamos que el comercio exterior en contenedores de Colombia crezca entre 3 y 4 %.
¿Qué ha pasado con el comercio con Estados Unidos y qué con los países del sur?
El año pasado, cuando comparábamos con la devaluación que sufrimos en el 2015, parte de lo que veíamos era que la devaluación iba a ser buena para las exportaciones. Pero hay dos factores: muchas de nuestras exportaciones dependen de materias primas importadas, entonces se perdía parte de esa ganancia. Lo otro que hay que mirar es la devaluación cruzada o situación económica de nuestros socios comerciales. Miremos al sur: Ecuador, Brasil, Chile y Perú. La devaluación, que también le pegó a esos países, los obligó a volverse más competitivos para exportar, entonces cuando se miran nuestras importaciones de esos países, crecieron mucho Brasil, Ecuador y Chile. En ese orden de ideas, las economías que estaban mejor, por su moneda, como Estados Unidos, tuvieron una posición de compra fuerte. En resumen, crecieron exportaciones al norte y subieron nuestras importaciones desde el sur.
¿Por qué dicen que el puerto de Cartagena va a posicionarse cada vez más?
El banano será un nicho para Santa Marta. Pero Cartagena será un puerto que seguirá siendo la conexión de Colombia para el mundo. Por ese puerto entra toda la carga de Europa, toda la de la costa este de Estados Unidos y la de México, uno de nuestros más importantes socios comerciales. Carga de Brasil, que viene creciendo, su puerto natural de entrada es Cartagena.