Energía eólica costa afuera: ¿alivio en tarifa de energía?
Recomiendan iniciar con pequeños proyectos de generación con plantas de 200 a 500 megavatios. El potencial total aproximado en el mar Caribe colombiano es de 109 GW de energía eólica marina. Así avanza la hoja de ruta para este tipo de generación energética.
Jorge Sáenz
El país avanza en la consolidación de la transición energética. El anuncio acerca de la hoja de ruta para proyectos de producción de energía eólica en costa afuera despierta interés entre potenciales inversionistas. Sin embargo, en el camino por recorrer para dejar este escenario totalmente listo aún falta un largo trecho.
“Al considerar varias limitaciones ambientales, sociales y de otro tipo, el análisis revela que hay áreas de exploración de desarrollo de aproximadamente 50 GW (gigavatios) de un potencial total aproximado de 109 GW de energía eólica marina”, dice el borrador del informe que dará vida al documento del Departamento Nacional de Planeación, que será revelado en el segundo trimestre de 2022.
Faltan temas normativos y regulatorios por establecer, dijo Germán Corredor, director de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia). Por ejemplo, resta conocer “cómo van a ser los estudios de impacto ambiental” para ese tipo de proyectos en costa afuera. En este sentido, entra una nueva entidad al panorama energético: la DIMAR (Dirección General Marítima), encargada de otorgar los permisos en las áreas marinas.
“Si bien existen riesgos ambientales y sociales asociados, con prácticas bien definidas de Planificación Espacial Marítima (PEM) y buenas prácticas en cuanto a los permisos requeridos, estos deberían ser menores que los experimentados hasta ahora en Colombia con la energía eólica e hidroeléctrica en tierra, especialmente con respecto a las comunidades indígenas”, precisa la firma encargada de elaborar el borrador del documento sobre la viabilidad de los proyectos de energía eólica offshore.
Puede leer: Colombia ya tiene hoja de ruta sobre energía eólica costa afuera
No obstante, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, se ha mostrado muy activo anunciado estos proyectos en los que se esperan inversiones por cerca de los US$27.000 millones hasta 2050. “Hemos publicado la hoja de ruta para el desarrollo de la energía eólica en nuestro país”, explicó el funcionario en el CERAWeek, uno de los más importantes eventos energéticos del mundo. Varios consultores apoyados por el Banco Mundial han resaltado el importante potencial en el mar Caribe colombiano para la energía eólica. Esos recursos marinos se sumarán a los 17,7 GW producidos en el territorio continental. “Vamos a tener plataformas en aguas someras, así como aerogeneradores costa afuera”, reiteró Mesa.
Desde la orilla de los consumidores, la directora de Asoenergía, Sandra Fonseca, anotó que desde el gremio se “ha venido apoyando la decisión sobre diversificación de la oferta de generación, donde la energía renovable, solar y eólica es importante. Sin embargo, se requiere incrementar la disponibilidad de una oferta hidráulica y de respaldo térmico”.
Colombia marcha a paso firme en el fortalecimiento de la transición energética. En los últimos años, el país ha logrado multiplicar por 25 veces su capacidad instalada para la generación de energía renovable a partir de fuentes no convencionales. Se han instalado unas veinte granjas solares, un parque eólico, diez proyectos de autogeneración a gran escala y más de 2.500 proyectos solares fotovoltaicos de autogeneración a pequeña escala.
En la actualidad, Colombia tiene una capacidad instalada de 725,38 MWp, que equivalen al consumo de 547.402 familias y contribuyen a la reducción de 921.333 toneladas de CO2 al año, remarca un estudio del Ministerio de Minas y Energía.
Un estudio de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) indica que el desplazamiento de generación térmica con fuentes fósiles por energía eólica renovable representaría un beneficio ambiental medido en términos de ahorros en emisiones de efecto invernadero. Así lo plantean valores establecidos por análisis de ciclo de vida que indican factores de emisiones de 15 kg CO2 eq (dióxido de carbono equivalente) /MWh para plantas eólicas; son 450 kg CO2 eq/MWh para plantas de gas natural, 850 kg CO2 eq/MWh para plantas con combustibles líquidos y 1.000 kg CO2 eq/MWh para plantas de carbón.
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Salvando obstáculos
Es importante que se establezca como una tarea hacia el futuro el desarrollo de plantas eólicas marinas para aprovechar ese potencial importante en la costa Atlántica, señala el director de SER Colombia, quien se atreve a pronosticar que este proceso “se va a demorar varios años”. La agilidad para echar a andar alguna iniciativa de producción de energía eólica costa afuera dependerá de la claridad en los procedimientos y reglas. Igualmente, mientras las mismas empresas conocen los estudios ambientales y las facilidades de conexión “va a pasar un buen tiempo”, sostiene Corredor.
Pese a que los empresarios reconocen que esa posibilidad de acometer esos proyectos costa afuera es una buena opción de inversión, hay un camino largo por recorrer.
La misma firma encargada de la elaboración del borrador de la hoja de ruta para la generación eólica costa afuera considera que hay reconocidas limitaciones de transmisión: “Esperamos que los proyectos se desarrollen, primero, más cerca de los centros de carga existentes en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta”. Sobre el tamaño de los proyectos, se considera que lo más aconsejable es iniciar con plantas de 200 a 500 megavatios de generación, “con el fin de evitar la necesidad de mejoras importantes en la transmisión”.
En la actualidad se carece de capacidad disponible en La Guajira para conectar cantidades pequeñas, medianas o grandes de energía costa afuera a la infraestructura de transmisión nacional. Las limitaciones en la infraestructura de transmisión y la competencia por el acceso futuro tendrán un impacto sustancial en los escenarios de crecimiento de la energía eólica costa afuera para Colombia.
También advierte el borrador que es mejor ubicar el almacenamiento de energía en tierra, “para reducir los requisitos de restricción y actualización de la transmisión”. Destacan los autores del estudio que “existe un gran potencial de desarrollo para el viento de cimentación fija” en el extremo oriental de La Guajira.
La energía eólica costa afuera es interesante, destaca Fonseca; pero alerta sobre el efecto que puede tener sobre los precios de la energía. Las cotizaciones de la última subasta hacen reflexionar si con este propósito de innovación seguirán aumentando los precios de la energía y perdiendo competitividad y seguridad energética, proceso que ya generó señales fuera de mercado, precisa la dirigente gremial. “En el estudio técnico presentado por el Ministerio se incluyeron análisis de ingresos y financiación para los promotores, pero no el impacto en precios de la energía final y la competitividad del país”, sostiene Fonseca. Y agrega: “En todo caso, dado el avance en la asignación de proyectos renovables de este Gobierno, es necesario ahora priorizar los análisis y acciones en términos de seguridad energética, que incluye solucionar su respaldo y su conexión oportuna a la red”, señala.
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El interés crece, como las olas
Tras el anuncio del gobierno del presidente Iván Duque de que ya trabaja en este tema, varias empresas anunciaron su interés en desarrollar proyectos de energía eólica en el mar Caribe colombiano. Corredor reconoció que empresas extranjeras han venido a conocer del tema, lo mismo sucede con las locales; “pero es temprano. Falta todo el desarrollo para pensar que empresas inicien proceso de estudio de mediciones de viento. Eso lleva su tiempo”, indicó.
Ya se dio el primer paso para explorar esas posibilidades de negocios. El Ministerio de Minas y Energía anunció que acompañó la firma de un memorando de entendimiento entre Copenhague Infrastructure Partners (CPI) y la Alcaldía de Barranquilla, a través de su empresa Alumbrado Público de Barranquilla S.A.S. (APBAQ), para avanzar en el proyecto de energía eólica costa afuera en el país. La iniciativa, si se concreta, tendría una capacidad instalada de 350 megavatios (MW) e inversiones cercanas a los US$1.000 millones.
Recientemente también se conoció que representantes de las empresas Energistyrelsen (Agencia Danesa de Energía) y Energinet (transmisión de electricidad y gas natural danesa) estuvieron en el país intercambiando conocimientos “sobre la transición energética y profundizamos en nuestra alianza que será fundamental para el desarrollo de la energía eólica costa afuera”, sostuvo el viceministro de Energía, Miguel Lotero.
El país avanza en la consolidación de la transición energética. El anuncio acerca de la hoja de ruta para proyectos de producción de energía eólica en costa afuera despierta interés entre potenciales inversionistas. Sin embargo, en el camino por recorrer para dejar este escenario totalmente listo aún falta un largo trecho.
“Al considerar varias limitaciones ambientales, sociales y de otro tipo, el análisis revela que hay áreas de exploración de desarrollo de aproximadamente 50 GW (gigavatios) de un potencial total aproximado de 109 GW de energía eólica marina”, dice el borrador del informe que dará vida al documento del Departamento Nacional de Planeación, que será revelado en el segundo trimestre de 2022.
Faltan temas normativos y regulatorios por establecer, dijo Germán Corredor, director de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia). Por ejemplo, resta conocer “cómo van a ser los estudios de impacto ambiental” para ese tipo de proyectos en costa afuera. En este sentido, entra una nueva entidad al panorama energético: la DIMAR (Dirección General Marítima), encargada de otorgar los permisos en las áreas marinas.
“Si bien existen riesgos ambientales y sociales asociados, con prácticas bien definidas de Planificación Espacial Marítima (PEM) y buenas prácticas en cuanto a los permisos requeridos, estos deberían ser menores que los experimentados hasta ahora en Colombia con la energía eólica e hidroeléctrica en tierra, especialmente con respecto a las comunidades indígenas”, precisa la firma encargada de elaborar el borrador del documento sobre la viabilidad de los proyectos de energía eólica offshore.
Puede leer: Colombia ya tiene hoja de ruta sobre energía eólica costa afuera
No obstante, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, se ha mostrado muy activo anunciado estos proyectos en los que se esperan inversiones por cerca de los US$27.000 millones hasta 2050. “Hemos publicado la hoja de ruta para el desarrollo de la energía eólica en nuestro país”, explicó el funcionario en el CERAWeek, uno de los más importantes eventos energéticos del mundo. Varios consultores apoyados por el Banco Mundial han resaltado el importante potencial en el mar Caribe colombiano para la energía eólica. Esos recursos marinos se sumarán a los 17,7 GW producidos en el territorio continental. “Vamos a tener plataformas en aguas someras, así como aerogeneradores costa afuera”, reiteró Mesa.
Desde la orilla de los consumidores, la directora de Asoenergía, Sandra Fonseca, anotó que desde el gremio se “ha venido apoyando la decisión sobre diversificación de la oferta de generación, donde la energía renovable, solar y eólica es importante. Sin embargo, se requiere incrementar la disponibilidad de una oferta hidráulica y de respaldo térmico”.
Colombia marcha a paso firme en el fortalecimiento de la transición energética. En los últimos años, el país ha logrado multiplicar por 25 veces su capacidad instalada para la generación de energía renovable a partir de fuentes no convencionales. Se han instalado unas veinte granjas solares, un parque eólico, diez proyectos de autogeneración a gran escala y más de 2.500 proyectos solares fotovoltaicos de autogeneración a pequeña escala.
En la actualidad, Colombia tiene una capacidad instalada de 725,38 MWp, que equivalen al consumo de 547.402 familias y contribuyen a la reducción de 921.333 toneladas de CO2 al año, remarca un estudio del Ministerio de Minas y Energía.
Un estudio de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) indica que el desplazamiento de generación térmica con fuentes fósiles por energía eólica renovable representaría un beneficio ambiental medido en términos de ahorros en emisiones de efecto invernadero. Así lo plantean valores establecidos por análisis de ciclo de vida que indican factores de emisiones de 15 kg CO2 eq (dióxido de carbono equivalente) /MWh para plantas eólicas; son 450 kg CO2 eq/MWh para plantas de gas natural, 850 kg CO2 eq/MWh para plantas con combustibles líquidos y 1.000 kg CO2 eq/MWh para plantas de carbón.
Puede leer: En primer semestre de 2022 entra en operación el parque eólico Guajira I
Salvando obstáculos
Es importante que se establezca como una tarea hacia el futuro el desarrollo de plantas eólicas marinas para aprovechar ese potencial importante en la costa Atlántica, señala el director de SER Colombia, quien se atreve a pronosticar que este proceso “se va a demorar varios años”. La agilidad para echar a andar alguna iniciativa de producción de energía eólica costa afuera dependerá de la claridad en los procedimientos y reglas. Igualmente, mientras las mismas empresas conocen los estudios ambientales y las facilidades de conexión “va a pasar un buen tiempo”, sostiene Corredor.
Pese a que los empresarios reconocen que esa posibilidad de acometer esos proyectos costa afuera es una buena opción de inversión, hay un camino largo por recorrer.
La misma firma encargada de la elaboración del borrador de la hoja de ruta para la generación eólica costa afuera considera que hay reconocidas limitaciones de transmisión: “Esperamos que los proyectos se desarrollen, primero, más cerca de los centros de carga existentes en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta”. Sobre el tamaño de los proyectos, se considera que lo más aconsejable es iniciar con plantas de 200 a 500 megavatios de generación, “con el fin de evitar la necesidad de mejoras importantes en la transmisión”.
En la actualidad se carece de capacidad disponible en La Guajira para conectar cantidades pequeñas, medianas o grandes de energía costa afuera a la infraestructura de transmisión nacional. Las limitaciones en la infraestructura de transmisión y la competencia por el acceso futuro tendrán un impacto sustancial en los escenarios de crecimiento de la energía eólica costa afuera para Colombia.
También advierte el borrador que es mejor ubicar el almacenamiento de energía en tierra, “para reducir los requisitos de restricción y actualización de la transmisión”. Destacan los autores del estudio que “existe un gran potencial de desarrollo para el viento de cimentación fija” en el extremo oriental de La Guajira.
La energía eólica costa afuera es interesante, destaca Fonseca; pero alerta sobre el efecto que puede tener sobre los precios de la energía. Las cotizaciones de la última subasta hacen reflexionar si con este propósito de innovación seguirán aumentando los precios de la energía y perdiendo competitividad y seguridad energética, proceso que ya generó señales fuera de mercado, precisa la dirigente gremial. “En el estudio técnico presentado por el Ministerio se incluyeron análisis de ingresos y financiación para los promotores, pero no el impacto en precios de la energía final y la competitividad del país”, sostiene Fonseca. Y agrega: “En todo caso, dado el avance en la asignación de proyectos renovables de este Gobierno, es necesario ahora priorizar los análisis y acciones en términos de seguridad energética, que incluye solucionar su respaldo y su conexión oportuna a la red”, señala.
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El interés crece, como las olas
Tras el anuncio del gobierno del presidente Iván Duque de que ya trabaja en este tema, varias empresas anunciaron su interés en desarrollar proyectos de energía eólica en el mar Caribe colombiano. Corredor reconoció que empresas extranjeras han venido a conocer del tema, lo mismo sucede con las locales; “pero es temprano. Falta todo el desarrollo para pensar que empresas inicien proceso de estudio de mediciones de viento. Eso lleva su tiempo”, indicó.
Ya se dio el primer paso para explorar esas posibilidades de negocios. El Ministerio de Minas y Energía anunció que acompañó la firma de un memorando de entendimiento entre Copenhague Infrastructure Partners (CPI) y la Alcaldía de Barranquilla, a través de su empresa Alumbrado Público de Barranquilla S.A.S. (APBAQ), para avanzar en el proyecto de energía eólica costa afuera en el país. La iniciativa, si se concreta, tendría una capacidad instalada de 350 megavatios (MW) e inversiones cercanas a los US$1.000 millones.
Recientemente también se conoció que representantes de las empresas Energistyrelsen (Agencia Danesa de Energía) y Energinet (transmisión de electricidad y gas natural danesa) estuvieron en el país intercambiando conocimientos “sobre la transición energética y profundizamos en nuestra alianza que será fundamental para el desarrollo de la energía eólica costa afuera”, sostuvo el viceministro de Energía, Miguel Lotero.