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                                                                                                                                Contenido Patrocinado
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                                                                                                                                ¿Es imposible una política de vivienda social en el archipiélago?

                                                                                                                                La experiencia de la reconstrucción de Providencia, en donde las viviendas costaron $600 millones, plantea un reto para la construcción de viviendas de interés social (VIS), cuyos precios no pueden superar los $150 millones. Raizales, exministros y expertos plantean los retos y puntos a tener en cuenta para instaurar una política habitacional en las islas.

                                                                                                                                Camilo Vega Barbosa

                                                                                                                                Director de Audiencias Digitales
                                                                                                                                El Consorcio Providencia espera terminar de reconstruir las 330 viviendas en octubre de 2022. / Terumoto Fukuda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Pero más allá de la pelea política, la revelación de los costos plantea un problema ahora que el nuevo gobierno está definiendo la hoja de ruta para los próximos cuatro años: la política de vivienda social en el archipiélago podría ser inviable.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le puede interesar: Así está cambiando la construcción de vivienda con la pandemia.

                                                                                                                                La experiencia de la reconstrucción de Providencia

                                                                                                                                Iota golpeó un archipiélago en donde, según el DANE, viven 61.280 habitantes, de los cuales el 56,1 % viven en casas, el 34,8 % en apartamentos y el 9,1 % restante en habitaciones. El huracán destruyó el 98 % de la infraestructura de Providencia, lo que hizo que los habitantes tuvieran que habitar en carpas por casi dos años. Además, en la isla de San Andrés quedaron afectadas 2.542 casas, a algunas se les voló el techo y otras quedaron con grandes humedades y filtraciones.

                                                                                                                                La escala de la destrucción llevó al gobierno Duque a prometer la completa reconstrucción de Providencia, de las 330 viviendas destruidas y del hospital. Se señaló inicialmente que se terminaría en 100 días, pero a las pocas semanas quedó claro que era una meta inviable por una serie de problemas que se han conocido en las últimas semanas.

                                                                                                                                “El costo de $600 millones por vivienda es un reflejo de todos los retos y problemas que implica construir en el archipiélago. Para empezar, en Providencia no hay puerto: literal tocaba descargar 14 contenedores (por vivienda) con fuerza humana, a lomo. Frente a la mano de obra, contratamos a todos los trabajadores disponibles en la isla, había como 200, pero se necesitaban 2.000 para todos los frentes de obra de las 330 viviendas. Entonces tuvimos que traer personal calificado del continente, lo que genera una serie de costos de transporte, hospedaje, alimentación y salarios con una prima que compensara el trabajo lejos de su familia y hogar”, explicó Jonathan Malagón, ministro de Vivienda entre agosto de 2018 y marzo de 2022, quien lideró inicialmente el proceso de reconstrucción de la isla.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Consorcio Providencia ha defendido el diseño de las viviendas indicando que las especificaciones técnicas y los diseños estructurales y arquitectónicos de las casas nuevas fueron concertados entre Findeter y la comunidad raizal de la isla. Asimismo, indica que el trabajo en la isla se ha realizado “sin recibir dinero por concepto de honorarios y sin orientar la gestión a obtener retribución económica ni utilidad dineraria alguna”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea: Altos precios de los insumos amenazan la construcción en Colombia.

                                                                                                                                Providencia listo, ¿sigue San Andrés?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por otro lado, “hay más o menos 20 personas a las que les han dicho que no tenían derecho a la casa, aunque hay testigos en la comunidad que dan fe de que sí. Incluso no estaba registrada al principio y me tocó pelear, mostrar las fotos de mi casa”, agregó la residente de la isla.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Actualmente “hay una iniciativa puntual para generar unas viviendas, pero no es suficiente porque la casa no es solo un espacio para resguardarse, todas esas familias tenían actividades productivas allí. Entonces el acompañamiento y la evaluación son claves”, asegura el director del Observatorio.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Qué se puede hacer en San Andrés?

                                                                                                                                Si bien es debatible que Providencia ya no requiere políticas de vivienda, es claro que San Andrés merece atención estatal. Allí hay 16.405 viviendas, de las que el 70,9 % son residenciales, el 28 % no y el 1,1 % son mixtas, según el censo de 2018 del DANE.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Aunque el exfuncionario advirtió que allí “el principal problema es conseguir el suelo para construir. Es una labor que depende del gobierno municipal de la isla. Este debe ser el primer punto de partida de cualquier política que se llegue a considerar. De todas formas hay una escasez importante”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Otra solución que propone Malagón a la poca disponibilidad de tierras es “construir edificios en vez de casas para optimizar el metro cuadrado utilizado. Fue una posibilidad que se ha llegado a considerar, pero siempre surgen problemas, como que los edificios no están alineados con el paisaje natural y cultural de la isla”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Tanto Archbold como Francis coinciden en que construir edificios es complicado por el Plan de Ordenamiento Territorial y porque la tradición de las casas pesa en los habitantes, y eso es lo que les gusta.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                También lea: El enredo de la tributaria y las rentas vitalicias inmobiliarias.

                                                                                                                                Repensar la política de vivienda en el archipiélago

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los exministros de Vivienda Malagón y Henao coinciden en que si desea implementar una política de viviendas de interés social (VIS) en el archipiélago es necesario elevar los topes fijados por ley: 150 salarios mínimos en centros urbanos poblados ($150 millones para 2022). El límite actual hace inviable construir VIS en San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Y, por ende, estas zonas del país son marginadas de los subsidios estatales para comprar vivienda (como Mi Casa Ya).

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El cambio en el tope de precios de las viviendas de interés social debe aprobarse por medio del Plan Nacional de Desarrollo, lo cual representa una oportunidad, porque el nuevo gobierno se encuentra redactando este documento en este momento. De hecho, en este proyecto de ley se pueden establecer límites diferenciados por departamento, para que de esta manera el precio de las VIS de los archipiélagos sea superior al del resto del país. Sin embargo, los analistas advierten que el precio no debe ser el único factor a tener en cuenta.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No obstante, algunos se preguntan si construir es la política de vivienda ideal para esta zona. “Se debe organizar un programa de reparación, rehabilitación y adquisición de vivienda propia”, enfatiza Francis.

                                                                                                                                Es decir, otra de las soluciones en materia de vivienda para el archipiélago podría estar más inclinada hacia las reparaciones de los inmuebles ya existentes.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Espectador buscó a la nueva ministra de Vivienda, Catalina Velasco, para consultar sobre cuál será la política de vivienda para los archipiélagos (diferente a seguir con la reconstrucción) en el gobierno Petro, pero al cierre de esta edición no se recibió respuesta de la funcionaria.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.

                                                                                                                                El Consorcio Providencia espera terminar de reconstruir las 330 viviendas en octubre de 2022. / Terumoto Fukuda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Pero más allá de la pelea política, la revelación de los costos plantea un problema ahora que el nuevo gobierno está definiendo la hoja de ruta para los próximos cuatro años: la política de vivienda social en el archipiélago podría ser inviable.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le puede interesar: Así está cambiando la construcción de vivienda con la pandemia.

                                                                                                                                La experiencia de la reconstrucción de Providencia

                                                                                                                                Iota golpeó un archipiélago en donde, según el DANE, viven 61.280 habitantes, de los cuales el 56,1 % viven en casas, el 34,8 % en apartamentos y el 9,1 % restante en habitaciones. El huracán destruyó el 98 % de la infraestructura de Providencia, lo que hizo que los habitantes tuvieran que habitar en carpas por casi dos años. Además, en la isla de San Andrés quedaron afectadas 2.542 casas, a algunas se les voló el techo y otras quedaron con grandes humedades y filtraciones.

                                                                                                                                La escala de la destrucción llevó al gobierno Duque a prometer la completa reconstrucción de Providencia, de las 330 viviendas destruidas y del hospital. Se señaló inicialmente que se terminaría en 100 días, pero a las pocas semanas quedó claro que era una meta inviable por una serie de problemas que se han conocido en las últimas semanas.

                                                                                                                                “El costo de $600 millones por vivienda es un reflejo de todos los retos y problemas que implica construir en el archipiélago. Para empezar, en Providencia no hay puerto: literal tocaba descargar 14 contenedores (por vivienda) con fuerza humana, a lomo. Frente a la mano de obra, contratamos a todos los trabajadores disponibles en la isla, había como 200, pero se necesitaban 2.000 para todos los frentes de obra de las 330 viviendas. Entonces tuvimos que traer personal calificado del continente, lo que genera una serie de costos de transporte, hospedaje, alimentación y salarios con una prima que compensara el trabajo lejos de su familia y hogar”, explicó Jonathan Malagón, ministro de Vivienda entre agosto de 2018 y marzo de 2022, quien lideró inicialmente el proceso de reconstrucción de la isla.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Consorcio Providencia ha defendido el diseño de las viviendas indicando que las especificaciones técnicas y los diseños estructurales y arquitectónicos de las casas nuevas fueron concertados entre Findeter y la comunidad raizal de la isla. Asimismo, indica que el trabajo en la isla se ha realizado “sin recibir dinero por concepto de honorarios y sin orientar la gestión a obtener retribución económica ni utilidad dineraria alguna”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea: Altos precios de los insumos amenazan la construcción en Colombia.

                                                                                                                                Providencia listo, ¿sigue San Andrés?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por otro lado, “hay más o menos 20 personas a las que les han dicho que no tenían derecho a la casa, aunque hay testigos en la comunidad que dan fe de que sí. Incluso no estaba registrada al principio y me tocó pelear, mostrar las fotos de mi casa”, agregó la residente de la isla.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Actualmente “hay una iniciativa puntual para generar unas viviendas, pero no es suficiente porque la casa no es solo un espacio para resguardarse, todas esas familias tenían actividades productivas allí. Entonces el acompañamiento y la evaluación son claves”, asegura el director del Observatorio.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Qué se puede hacer en San Andrés?

                                                                                                                                Si bien es debatible que Providencia ya no requiere políticas de vivienda, es claro que San Andrés merece atención estatal. Allí hay 16.405 viviendas, de las que el 70,9 % son residenciales, el 28 % no y el 1,1 % son mixtas, según el censo de 2018 del DANE.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Aunque el exfuncionario advirtió que allí “el principal problema es conseguir el suelo para construir. Es una labor que depende del gobierno municipal de la isla. Este debe ser el primer punto de partida de cualquier política que se llegue a considerar. De todas formas hay una escasez importante”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Otra solución que propone Malagón a la poca disponibilidad de tierras es “construir edificios en vez de casas para optimizar el metro cuadrado utilizado. Fue una posibilidad que se ha llegado a considerar, pero siempre surgen problemas, como que los edificios no están alineados con el paisaje natural y cultural de la isla”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Tanto Archbold como Francis coinciden en que construir edificios es complicado por el Plan de Ordenamiento Territorial y porque la tradición de las casas pesa en los habitantes, y eso es lo que les gusta.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                También lea: El enredo de la tributaria y las rentas vitalicias inmobiliarias.

                                                                                                                                Repensar la política de vivienda en el archipiélago

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los exministros de Vivienda Malagón y Henao coinciden en que si desea implementar una política de viviendas de interés social (VIS) en el archipiélago es necesario elevar los topes fijados por ley: 150 salarios mínimos en centros urbanos poblados ($150 millones para 2022). El límite actual hace inviable construir VIS en San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Y, por ende, estas zonas del país son marginadas de los subsidios estatales para comprar vivienda (como Mi Casa Ya).

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El cambio en el tope de precios de las viviendas de interés social debe aprobarse por medio del Plan Nacional de Desarrollo, lo cual representa una oportunidad, porque el nuevo gobierno se encuentra redactando este documento en este momento. De hecho, en este proyecto de ley se pueden establecer límites diferenciados por departamento, para que de esta manera el precio de las VIS de los archipiélagos sea superior al del resto del país. Sin embargo, los analistas advierten que el precio no debe ser el único factor a tener en cuenta.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “Una política de vivienda en el archipiélago debe partir de la comunidad. La experiencia mostró que es inviable llevar a trabajadores a las islas e implementar un proceso industrializado, lo que implica que el proceso constructivo se debe realizar de manera interna, con la comunidad. Se deben crear procesos de capacitación, llevando expertos y apoyándose en el Sena, para que la misma comunidad raizal sea la que lidere y ejecute los proyectos. La autoconstrucción es fundamental, pues solo así se incorporan ciertos elementos culturales y sociales importantes”, dijo Henao.

                                                                                                                                No obstante, algunos se preguntan si construir es la política de vivienda ideal para esta zona. “Se debe organizar un programa de reparación, rehabilitación y adquisición de vivienda propia”, enfatiza Francis.

                                                                                                                                Es decir, otra de las soluciones en materia de vivienda para el archipiélago podría estar más inclinada hacia las reparaciones de los inmuebles ya existentes.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Espectador buscó a la nueva ministra de Vivienda, Catalina Velasco, para consultar sobre cuál será la política de vivienda para los archipiélagos (diferente a seguir con la reconstrucción) en el gobierno Petro, pero al cierre de esta edición no se recibió respuesta de la funcionaria.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.

                                                                                                                                Por Camilo Vega Barbosa

                                                                                                                                Economista y periodista especializado en temas de finanzas personales, economía internacional, sector financiero y construcción. Autor del libro “Guía para no estar pelado”.@camilovega0092jvega@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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