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A finales del año pasado el país estaba en vilo. La reforma tributaria, aparentemente estructural, tenía vía libre en el Congreso y el alza en impuestos estaba a la orden del día por varios lados, incluso, por muchos que ni siquiera entendían los colombianos. Pero había uno que los tenía con los pelos de punta: el Impuesto al Valor Agregado (IVA). ¿Por qué? Porque es el que más impacto tiene en el consumo y el que, en últimas, al pasar del 16 % al 19 %, encarecería todo aquel producto que lo cobrara, incluyendo los teléfonos celulares, un bien que ya se está convirtiendo en necesidad.
El presidente de Fenalco, Guillermo Botero, fue uno de los más duros críticos. Lo dijo en una entrevista publicada en El Espectador: “La iniciativa del incremento del IVA del 16 al 19 %... para el comercio eso es algo así como desastroso”. Como él, otros representantes del comercio y del negocio de la telefonía hicieron público su malestar. Pero no había marcha atrás. El Congreso aprobó el documento y desde el primero de enero se empezó a cobrar el 19 %.
Cinco meses han pasado y, con cifras en mano, los fabricantes de equipos celulares, justo después de hacer sus lanzamientos más esperados para este año (S8, G6 y P10), contrario a lo que todo el mundo pensaba con esa nube negra que se veía venir, ahora todos sonríen bajo el esplendoroso sol de los números verdes. Patricia Velásquez, directora de la unidad de móviles de Samsung Colombia, revela que su marca creció 25 % en ventas en el primer trimestre del 2017. Y eso, teniendo en cuenta que son el jugador más grande que hay en el país, resulta muy relevante. “El segmento que más ha crecido es el que está entre $700.000 y $1 millón. Pero en general el mercado se expandió y se logró el objetivo de que más personas entraran a los teléfonos inteligentes. Son datos muy buenos, no solo para nosotros sino para la industria”, dijo Velásquez.
Los otros coreanos, los de LG, también sueltan cifras jugosas. William Sánchez, gerente de ventas Mobile de LG, asegura que “durante el primer trimestre de 2017, LG Electronics Colombia tuvo un incremento de 250 % en ventas de smartphones versus el mismo trimestre de 2016”. ¿Y cuál es su clave? Moverse con fuerza en las ciudades intermedias, porque es donde está subiendo el poder adquisitivo, porque hay una oportunidad en los hipermercados regionales y en los canales especializados, detalla Sánchez. “Los Santanderes son territorio LG”, advierte.
Apple, el otro jugador clave del negocio, no reveló sus cifras. Huawei, por su parte, le dijo a El Espectador que en el primer trimestre sus ventas crecieron 10% pero las ganancias lo hicieron en un 50%. Eso quiere decir que vendieron más celulares de alta gama. Esto un día antes de que el Ministerio de las TIC publicara su indicador de terminales por cada 100 habitantes en Colombia. Allí se concluye que la “tenencia de smartphones aumentó 50 % en 2016” y que, por dispositivos que hay en los hogares del país, los que más crecen son precisamente los teléfonos inteligentes.
Sin soltar cifras puntuales de ventas de unidades, tanto Samsung como Huawei han informado que lograron con éxito la comercialización inicial de sus S8 y P10. Y en el mercado en general, las estrategias de financiación se convirtieron en las grandes aliadas de los fabricantes. Ya Cao Wei, director de Huawei Devices Colombia, había revelado que su empresa redujo sus ganancias para aumentar los clientes. Samsung lo que hizo fue asumir esos tres puntos del IVA para que los consumidores no sintieran la carga y siguieran pagando el 16 %, como era costumbre.
Velásquez, de Samsung, cuenta que en el país el promedio de compra de un teléfono inteligente está entre uno y dos millones de pesos. “Viene la renovación de la serie J, un nuevo lanzamiento determinante para la marca que llegará en el segundo semestre del año. 2016 fue un año muy duro por la tasa de cambio, el temor a comprar, a invertir, por eso aspiramos a que esa dinámica cambie para este año como ya está pasando. Hay que ser mucho más creativos en cómo se muestran los productos al mercado en todas las categorías”.
Al final, la gente está optando por la financiación para comprar su equipo sin importar si el celular sale más caro, como resulta obvio en una transacción a crédito. Lo cierto es que hoy están entrando más equipos al país porque además hay más competencia en el mercado, no solo porque los importadores tradicionales traen los teléfonos, sino porque en las ciudades intermedias han llegado nuevos distribuidores. Y todo esto se basa en una simple y sencilla razón: de acuerdo con Datacrédito Experian, el celular es el primer paso para que muchos colombianos inicien su vida crediticia.