Este martes comienza preventa del Petro, la criptomoneda venezolana

Con una inflación de más del 84% tan solo en enero de 2018 (más de 2.600% en 2017), pronósticos de una reducción del Producto Interno Bruto del 4,2% para este año (según el Banco Mundial), y una creciente crisis humanitaria que se ha traducido en decenas de miles de refugiados, Venezuela está a punto de realizar un nuevo intento para mejorar su difícil situación económica. Este martes comienza la preventa del Petro, la criptomoneda emitida por el Gobierno Venezolano, con la cual espera aumentar su financiamiento externo. (Lea El preocupante “boom” del bitcoin en Colombia)

El Gobierno lanzará la moneda en el marco de las fuertes sanciones por parte de Estados Unidos por sus medidas que consideran van en contra de la democracia venezolana, y una gran incertidumbre sobre la deuda soberana que lo ha llevado en varios incumplimientos (como el del pasado 8 de diciembre) de pago. Por lo que la administración del presidente Nicolás Maduro toma esta criptomoneda como una táctica para eludir la coyuntura que le impide el financiamiento internacional, y evita los serios problemas inflacionarios y de tasa de cambio que tiene el Bolívar.

En teoría el Petro no es una genuina criptomoneda pues carece de la principal característica por las que estos activos nacieron: la descentralización e independencia. El Gobierno venezolano emitirá 82,4 millones de unidades, y fijó su precio en US$60 fundamentado en la cotización actual del barril de petróleo. De manera que no solo se trata de un título cuya oferta dentro del mercado es determinada por un Emisor (el gobierno venezolano) sino su valor dependerá de otro activo, el petróleo que se ha destacado por su volatilidad en los últimos tres años. Además, se creará una entidad estatal especial para regular el Petro.

No obstante, lo que conserva el Petro de las otras criptomonedas también es motivo de preocupación. La característica encriptada, que impide rastrear quien está detrás de cada transacción, la vuelve en una alternativa atractiva para el lavado de activos. Es por esto que el bitcoin se ha vuelto el medio de pago favorito de los secuestros informáticos (conocidos como ransomware).

En la preventa del Petro, que comienza este martes a las 8:30 a.m, se emitirán 38,2 millones con las cuales se espera recaudar US$2.300 millones. Esta etapa se asignarán montos a empresas estatales y grupos privados mediante subastas que fijarán el precio por unidad. Después del 20 de marzo se hará la oferta pública con los 44 millones restantes, y estará abierta a ciudadanos y empresas privadas.

Sin embargo, la compra de este activo no sería uniforme entre los diferentes inversionistas mundiales, sino que estaría concentrada en naciones con pocas tensiones políticas con Venezuela. De hecho, el Departamento del Tesoro de EE.UU le advirtió el pasado 16 de enero a los inversores estadounidenses que el uso del Petro podría ocasionarles problemas legales.

Pero de acuerdo con las declaraciones de Carlos Vargas, superintendente de las Criptomonedas de Venezuela, se esperan inversionistas de Catar, Turquía y también de Estados Unidos, pese a la advertencia del Departamento de Tesoro.

En total el Gobierno del país vecino espera recaudar US$5.700 millones con la emisión de las 82 millones unidades de Petro, recursos que llegarían en una difícil crisis económica, social, y que cae precisamente en un año de elecciones venezolanas.  

Con una inflación de más del 84% tan solo en enero de 2018 (más de 2.600% en 2017), pronósticos de una reducción del Producto Interno Bruto del 4,2% para este año (según el Banco Mundial), y una creciente crisis humanitaria que se ha traducido en decenas de miles de refugiados, Venezuela está a punto de realizar un nuevo intento para mejorar su difícil situación económica. Este martes comienza la preventa del Petro, la criptomoneda emitida por el Gobierno Venezolano, con la cual espera aumentar su financiamiento externo. (Lea El preocupante “boom” del bitcoin en Colombia)

El Gobierno lanzará la moneda en el marco de las fuertes sanciones por parte de Estados Unidos por sus medidas que consideran van en contra de la democracia venezolana, y una gran incertidumbre sobre la deuda soberana que lo ha llevado en varios incumplimientos (como el del pasado 8 de diciembre) de pago. Por lo que la administración del presidente Nicolás Maduro toma esta criptomoneda como una táctica para eludir la coyuntura que le impide el financiamiento internacional, y evita los serios problemas inflacionarios y de tasa de cambio que tiene el Bolívar.

En teoría el Petro no es una genuina criptomoneda pues carece de la principal característica por las que estos activos nacieron: la descentralización e independencia. El Gobierno venezolano emitirá 82,4 millones de unidades, y fijó su precio en US$60 fundamentado en la cotización actual del barril de petróleo. De manera que no solo se trata de un título cuya oferta dentro del mercado es determinada por un Emisor (el gobierno venezolano) sino su valor dependerá de otro activo, el petróleo que se ha destacado por su volatilidad en los últimos tres años. Además, se creará una entidad estatal especial para regular el Petro.

No obstante, lo que conserva el Petro de las otras criptomonedas también es motivo de preocupación. La característica encriptada, que impide rastrear quien está detrás de cada transacción, la vuelve en una alternativa atractiva para el lavado de activos. Es por esto que el bitcoin se ha vuelto el medio de pago favorito de los secuestros informáticos (conocidos como ransomware).

En la preventa del Petro, que comienza este martes a las 8:30 a.m, se emitirán 38,2 millones con las cuales se espera recaudar US$2.300 millones. Esta etapa se asignarán montos a empresas estatales y grupos privados mediante subastas que fijarán el precio por unidad. Después del 20 de marzo se hará la oferta pública con los 44 millones restantes, y estará abierta a ciudadanos y empresas privadas.

Sin embargo, la compra de este activo no sería uniforme entre los diferentes inversionistas mundiales, sino que estaría concentrada en naciones con pocas tensiones políticas con Venezuela. De hecho, el Departamento del Tesoro de EE.UU le advirtió el pasado 16 de enero a los inversores estadounidenses que el uso del Petro podría ocasionarles problemas legales.

Pero de acuerdo con las declaraciones de Carlos Vargas, superintendente de las Criptomonedas de Venezuela, se esperan inversionistas de Catar, Turquía y también de Estados Unidos, pese a la advertencia del Departamento de Tesoro.

En total el Gobierno del país vecino espera recaudar US$5.700 millones con la emisión de las 82 millones unidades de Petro, recursos que llegarían en una difícil crisis económica, social, y que cae precisamente en un año de elecciones venezolanas.