Expoartesanías: la gran vitrina comercial para los artesanos colombianos
Recorrimos Expoartesanías, evento que se realizará hasta el 20 de diciembre en Corferias, para hablar con los artesanos, saber cómo les fue durante el confinamiento y cuáles son sus expectativas tras volver a la presencialidad.
Lucety Carreño Rojas
“La pandemia marcó un gran desafío. Perdimos el contacto con los clientes porque estábamos acostumbrados a tener una vitrina física como Expoartesanías y no hubo ventas. Eso nos dejó estancados”, cuenta Diani Cuero, de Art Timbiquí, un emprendimiento familiar de artesanías de paja de tetera de Timbiquí, Cauca.
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“La pandemia marcó un gran desafío. Perdimos el contacto con los clientes porque estábamos acostumbrados a tener una vitrina física como Expoartesanías y no hubo ventas. Eso nos dejó estancados”, cuenta Diani Cuero, de Art Timbiquí, un emprendimiento familiar de artesanías de paja de tetera de Timbiquí, Cauca.
El emprendimiento, creado por Claudia Patricia Saa Cuero, cuenta con más de 100 estilos de bolsos y sombreros creados con paja de tetera, una fibra que sale del tallo, que se debe secar a la sombra, aplanar con una botella para extraerle la pulpa y dejar la cinta con la que se tejen a mano las piezas. “Estos sombreros eran utilizados por nuestros ancestros para cubrirse del sol y de la lluvia durante las largas jornadas de trabajos. Además, eran usados para conquistar y enamorar a sus parejas y como elemento principal en los bailes típicos como La danza, El Currulao, El bunde, entre otros”, dicen los creadores.
Dumiana Torres Torres pertenece a la comunidad Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, es la segunda vez que participa en Expoartesanías y cuenta que su producto estrella son las mochilas arhuacas en colores naturales que se tejen a mano con una aguja. “Durante la pandemia tuvimos dificultades porque no pudimos ni producir ni vender. Nos tocó bajar los precios y disminuyeron las ventas. Estuvo crítico para conseguir las materias primas”, asegura Torres.
Torres menciona que Expoartesanías es “una gran oportunidad porque podemos comercializar nuestros productos y nos permite ofrecerles a nuestros compradores la mejor calidad, que conozcan las mochilas y que el valor del producto sea de acuerdo con el tiempo invertido”.
El pasado 7 de diciembre comenzó la XXXI versión de la feria que exalta y visibiliza la labor de los artesanos de los 32 departamentos de Colombia, tras más de un año de cambios y dificultades por cuenta de la pandemia. En esta edición, los visitantes encontrarán moda tradicional y contemporánea, productos de artesanos de 32 etnias, joyería, decoración para el hogar y La Troja: rueda de saberes, un espacio de conocimiento compartido entre artesanos, profesionales y representantes del sector artesanal.
Según el sistema de información estadístico de Artesanías de Colombia, hay cerca de 33.000 artesanos en el país, de los cuales el 49 % se reconoce en condición de vulnerabilidad. Además, es un sector altamente informal en el que la mayoría son mujeres (72 %) y un buen porcentaje corresponde a población indígena (31 %). Artesanías de Colombia trabaja con 27 comunidades de todo el país.
Los confinamientos, momentos difíciles para los artesanos
Con el aislamiento obligatorio los artesanos quedaron en una posición delicada, pues dependen, en buena medida, del turismo y las ferias artesanales, actividades que fueron suspendidas durante gran parte de 2020. A esto se le sumó que no todos tienen acceso a internet o a teléfonos inteligentes para promocionar sus productos.
Manuela Montoya, subgerente de promoción comercial de Artesanías de Colombia, recuerda que 2020 fue “una época difícil para los artesanos, especialmente porque su fuente de ingresos viene del turismo que estaba suspendido o muy restringido a nivel nacional y de este tipo de eventos, ferias a nivel regional y nacional. La pandemia implicó muchos retos, como adaptarnos al uso de las tecnologías. El año pasado las grandes ferias Expoartesanías y Expoartesanos las hicimos en formato digital y tuvieron resultados importantes, pero no son comparables con las ferias presenciales”.
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Montoya afirma que la presencialidad tiene un impacto directo en los resultados comerciales y en las ventas de los más de 650 artesanos que participan en esta edición, y que representan a las comunidades de los 32 departamentos del país. “Nos da emoción volvernos a encontrar presencialmente y la invitación es a ‘volver a lo nuestro’, a ver a los artesanos, las texturas y los diseños”.
Por su parte, Ana María Fríes, gerente general de Artesanías de Colombia, dice que “con Expoartesanías queremos reencontrarnos, que volvamos a creer en lo nuestro. Es hora de volvernos a encontrar con responsabilidad, de volvernos a ver a los ojos con los artesanos, de volver a conectarnos con las artesanías, es momento de descubrirlas a través de nuestros sentidos y espíritu”.
La versión 2021, que se realizará hasta el 20 de diciembre, la llevan a cabo Corferias y Artesanías de Colombia con el patrocinio de Ecopetrol, Servientrega y el Banco de Bogotá, el inisterio de Comercio Industria y Turismo, Procolombia, Fontur y Colombia Productiva.
Rosario Juajibioy, artesana de la Asociación Cuadrilla la Esperanza, del Putumayo y que cuenta con 18 trabajadores que realizan tejidos en telar y accesorios, como colibrís en chakiras, cuenta que “en la pandemia no tuvimos oportunidad de estar en las ferias. Vivimos encerrados. La economía se bajó porque no pudimos trabajar. Menos mal pudimos regresar a esta feria y los invito a disfrutar de este evento porque están todos los artesanos colombianos. Esperamos que nos apoyen”.
Juajibioy, quien representa a Pastora Juajibioy Jamioy, artesana que ganó la medalla a la Maestría Artesanal en 2018, dice que “vender en digital se nos dificultó. En la feria la gente puede ver qué les gusta y qué le llama la atención. Ojalá en 2022 podamos seguir participando en ferias y eventos que se realizan en el país”.
El artesano Elimas Arimuya de la asociación de artesanos El delfín rosado, del Amazonas, concuerda con Juajibioy al mencionar que durante la pandemia las ventas en línea no fueron una opción para ellos. “La pandemia nos afectó mucho en las ventas porque nos quitó el ingreso que es el turismo y en el Amazonas tenemos mala la conexión y comunicación a internet”. Arimuya es un artesano que trabaja a mano la madera de palo sangre para crear figuras de animales de la región.
Víctor Reyes es un representante de la etnia Tikuna del Amazonas. “Trajimos lo que da la selva amazónica como la chambira que es resistente y natural. También utilizamos tintes naturales para teñir los productos. En la pandemia nos dio duro porque vivimos del turismo y nos tocó reinventarnos para darnos el sustento. Los apoyos no llegaban a tiempo”, afirma Reyes.
Reyes, quien es un santandereano que se casó hace más de 25 años con una indígena del Amazonas, menciona que Expoartesanías es la “mejor feria artesanal del país” y que están “contentos porque nos ha ido bien y eso compensa la inversión para venir hasta aquí”.
2021, la oportunidad para conocer lo que hicieron los artesanos durante el encierro
De acuerdo con Artesanías de Colombia, esta edición será la ventana para que el público conozca el resultado del trabajo y adaptación de los artesanos en medio del confinamiento y para que la diferentes comunidades artesanas se reactiven económicamente, vuelvan a lo presencial y se reencuentren con sus públicos.
Jhassay de Luque, indígena wayúu, representa a un taller artesanal ubicado en Riohacha, La Guajira, en el que hacen mochilas, mochilones, sobres y llaveros con diseños tradicionales y contemporáneos. Como los demás artesanos entrevistados, concuerda en que la pandemia fue difícil porque “nos costaba desplazarnos hacia las comunidades en donde están los artesanos laborando. Las ventas bajaron mucho, pero estamos contentos por estar aquí mostrando todo lo que se trabajó durante el encierro”.
Durante los aislamientos, Artesanías de Colombia abrió canales virtuales de capacitación y promoción para los artesanos y ha incentivado las ventas de productos que compran a talleres de todo el país por medio de su página web y de directorios con los datos de los artesanos. Sin embargo, han tenido que adaptarse a todos los medios de comunicación para contactarse con los creadores.
“Han sido tiempos retadores los que hemos enfrentado en Colombia y el mundo durante estos casi dos años. Desde Artesanías de Colombia hemos acompañado a los artesanos durante todas las etapas de confinamiento que atravesó el país; talleres virtuales, cartillas digitales y pódcasts, fueron algunas de las herramientas que compartimos con las diferentes comunidades en todo el territorio nacional”, concluye Ana Maria Fríes.
La virtualidad, un salvavidas para algunos artesanos
En diciembre de 2020 Artesanías de Colombia lanzó la tienda en línea, una plataforma que les permitió a algunos artesanos llegarle al comprador sin necesidad de encontrarse presencialmente. Además de la página web de Artesanías, durante la pandemia artesanos se reinventaron y surgieron proyectos como la Tienda de la empatía, una plataforma virtual en la que se exponen productos creados por productores, campesinos y artesanos de diferentes regiones del país.
El proyecto fue creado por Claudia García y María Cabal, quienes habían trabajado con comunidades indígenas y buscaron una forma de apoyarlos en los meses más complicados del confinamiento. “Pagamos al precio que el productor pone, se reducen los intermediarios y apoyamos la formalización de estos emprendimientos”, dice Ana María Castro, encargada del stand del emprendimiento.
En el emprendimiento, que ofrece mochilas wayúu, chinchorros de San Jacinto, tambores de Palenque, aretes del Salado y alimentos típicos de varias regiones del país, participan también desplazados, desmovilizados y víctimas del conflicto armado.
En esa línea también se encuentra Jeidys Rosana Polo Schorbogh, de María la baja, de los montes de María, Bolívar, quien representa a las Tejedoras de Mampuján, un colectivo de mujeres, jóvenes y niños que plasman historias en tela sobre tela. La joven cuenta que sus ventas eran en ferias, pero por los cierres se reinventaron y crearon tapabocas con diseños que vendieron por internet. “Nuestras creaciones son una terapia que nos ayudó a sanar el trauma y dolor por el desplazamiento que tuvimos. Hacemos telares, tapices, carteras y tapabocas en los que plasmamos nuestro diario vivir, tradiciones e historias”.
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De acuerdo con María Ximena Lombana, ministra de Comercio, Industria y Turismo, el ministerio escogió a un grupo de artesanos para pagarles su participación en la feria. “Estamos haciendo una articulación para capacitarlos en temas de calidad y mercadeo que se complementan con nuestro objetivo de promover y fortalecer el turismo comunitario en las regiones del país”.
Tania González, del Clan Epieyu, participa por primera vez en la feria y se enorgullece en representar a una comunidad de 30 mujeres que hacen chinchorros, maximochilas y playeras en crochet, centros de mesas y artesanías wayúu. “Somos un proyecto que apoya 20 comunidades de artesanías de Colombia. Tenemos la oportunidad de estar aquí para mostrar nuestros productos y que las personas vean lo que hacemos. Nos unimos para ofrecer directamente nuestros productos sin intermediarios y para mejorar la calidad de vida en las rancherías”.
Una feria clave para la reactivación económica de los artesanos
“La reactivación económica, sin duda, era la apuesta. Cuando empezamos a organizar la feria teníamos incertidumbre de cómo se iba reactivando el país. Sin embargo, desde Artesanías y Corferias le apostamos a la reactivación presencial manejando los estándares de bioseguridad, tenemos el requisito de carné de vacunación para ingresar, el uso de tapabocas y demás para que los visitantes se sientan tranquilos y cuidemos a los artesanos”, asegura Montoya.
La feria le permite al sector cerra el año con ventas significativas. De acuerdo con Montoya, el 60 % de los ingresos anuales de los artesanos vienen de estas ferias. Además, un artesano que participa en la feria puede representar a una comunidad de más de 50 personas. Para Montoya, el impacto es directo para los artesanos, sus familias y comunidades, y es la apuesta para la reactivación del sector empresarial.
Andrés López, presidente ejecutivo de Corferias, asegura que “somos conscientes de la importancia de la industria ferial como dinamizador de la economía, por esto nuestros esfuerzos están enfocados a que los diferentes sectores económicos se reactiven. Y, como no trabajar en pro de los artesanos, personas que a través de sus oficios resaltan y transmiten la cultura ancestral propia de nuestro país y quienes asisten en representación de todas las regiones de Colombia”.
Los artesanos entrevistados aseguran que en los días que lleva la feria les ha ido bien y han logrado vender gran parte de su producción. Sin embargo, esperan que los colombianos se motiven a visitarlos y comprarles sus creaciones. “La invitación es a que asistan a la feria y a que le paguen lo justo a los artesanos porque así reconocen el trabajo, sus técnicas y lo que hay detrás de las piezas”, señala Montoya.
Aumentan las exportaciones del sector artesanal
Artesanías de Colombia se encarga de abrir el mercado internacional para los artesanos y buscar segmentos de lujo que reconocen el valor del diseño y de las piezas. “Hemos venido creciendo en exportaciones. Nos encargamos de transmitirles las tendencias internacionales, que sean impecables en calidad, hacemos un acompañamiento y curaduría para que se exporte con calidad. También tenemos otros artesanos con trayectoria que solo necesitan que hagamos el puente”, dice Montoya.
En esta edición también hay una rueda de negocios creada entre Expoartesanías, Corferias y Procolombia en la que participan 40 compradores internacionales para promover las ventas del sector.
De acuerdo con Procolombia, este año las exportaciones de artesanías han crecido 63 % y entre enero y septiembre de 2021 se han exportado US$36.628.361,15. Los cinco países a los que más se envía mercancía son Estados Unidos, España, Brasil, Perú y Japón.