En medio de la rueda de prensa en la Casa de Nariño, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, apuntó que la preparación para enfrentar las emergencias durante las lluvias del fenómeno de La Niña empezó en junio. Con 70 % de probabilidad de que ocurra entre agosto y octubre, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el panorama es crítico, porque la billetera del Gobierno está quedándose corta.
A pesar de esto, Carrillo explicó que la UNGRD tendrá el objetivo de proteger a 550.000 familias y 16.000 viviendas. Además, se propuso atender al menos 2,2 millones de hectáreas de cultivos, como café, maíz, arroz, yuca, plátano y avena, entre otros, así como a 6,1 millones de animales.
Sin embargo, estimó posibles daños totales por valor de $10 billones y $9,7 billones en pérdidas.
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Sin la caja disponible, el Gobierno está en aprietos
Aunque todavía no ha iniciado este periodo de altas precipitaciones, hay 13 departamentos y 537 municipios en calamidad pública. Durante la fase de preparación para la respuesta, la UNGRD admitió que necesita cerca de $6 billones que no tiene en la mano para atender los desastres, y cuando ocurra la etapa de respuestas se deberán sumar $584.000 millones al presupuesto.
En relación con la infraestructura, la ministra de Transporte, María Constanza García, señaló que el sector presenta una “alta vulnerabilidad”, especialmente en lo que respecta a la infraestructura vial. Durante los fenómenos de La Niña en 2021 y 2023, se registraron aproximadamente 4.700 afectaciones.
En 2024, se han reportado 384 emergencias, siendo siete de cada 10 en la red vial no concesionada (281) a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías). Estas emergencias incluyeron 124 cierres totales y 155 parciales. Asimismo, tres de cada 10 en la red vial concesionada (103), administrada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con seis cierres parciales, en el Primetral de Oriente, Pacífico 1, Autopiesta al Mar 1, Autopista al Mar 2, y dos en la Transversal del Sisga.
La región Andina será la más vulnerable debido a la cordillera oriental, aseguró el MinTransporte. Por tal motivo, instalará la capacidad técnica a lo largo de la infraestructura mediante un “conocimiento del riesgo”. Así, con la identificación de los 21 corredores más vulnerables, los contratistas y administradores viales y entidades, podrán disponer de recursos y maquinaria para atender las emergencias. Con esto, diseñó un sistema de alertas tempranas, bajo un comité de gestión de riesgo sectorial, con pronósticos cada 24 horas.
“Hemos expedido una resolución a través del Invías que le da facultad a los administradores viales de tomar decisiones para el cierre preventivo de nuestra infraestructura”, dijo García.
De este modo, la “alerta temprana” brindará boletines diarios sobre eventos amenazantes sobre la red vial nacional.
De esta manera, el #GobiernoDelCambio implementa un protocolo de emergencias en la red vial nacional para proteger la vida de los colombianos que se desplazan. #AlertaPorLasLluvias. 🌍🌧️ pic.twitter.com/oS7WHPaFFj
— MinTransporte (@MinTransporteCo) July 18, 2024
La agricultura y los cultivos se preparan
La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, mencionó que el sector está fortalecido para el reto del fenómeno climático con sistemas de información para los productores.
“Por su recurrente afectación en episodios pasados, así como por la prevalencia de inseguridad alimentaria y la presencia de comunidades étnicas, serán priorizadas la región Caribe (La Guajira, Atlántico, Bolívar, Sucre, Cesar y Córdoba) y el Pacífico (Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca)”.
Con cerca de $229.000 millones de inversión, esto les permitirá tomar medidas tempranas en la producción agropecuaria. Así las cosas, la jefa de cartera convocó a las entidades adscritas a permitir que los productores puedan:
- Garantizar el drenaje en los predios y la limpieza de cuerpos de agua y suelos.
- Implementar mecanismos de monitoreo de niveles de agua.
- Identificar y prevenir enfermedades y plagas en colaboración con el Instituto Colombiano Agropecuario.
- Promover el respeto a las normas hídricas mediante la reforestación de zonas.
- Facilitar la concurrencia efectiva del sistema nacional de gestión del riesgo mediante mesas agroclimáticas.
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