La Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) estableció que el Fenómeno de La Niña se presentaría entre septiembre y noviembre de este año, de acuerdo con las predicciones climáticas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
“El Fenómeno de La Niña, que se estaba esperando entre julio y septiembre, esta mostrando signos de intensificarse entre septiembre y noviembre. Incluso, podría extenderse hasta el primer trimestre de 2025″, destacó Claudia Cortés, directora general de la UPRA, respecto al Boletín Agroclimático de la entidad.
Esta variación implica una posible intensificación de la temporada lluviosa del segundo semestre en el país, especialmente, en las regiones Andina y Caribe.
El informe muestra que se espera que el 11 % del área con aptitud agropecuaria presenta riesgo bajo y medio ante el exceso hídrico en el segundo semestre de 2024.
También se espera que el 14,8 % del área con Agricultura Campesina, Familiar, Étnica y Comunitaria presenta riesgo entre medio y bajo por exceso hídrico.
Las condiciones lluviosas favorecen la presencia de enfermedades y pueden afectar negativamente la floración de los cultivos permanentes. El riesgo es mayor en zonas con suelos agrícolas con niveles freáticos elevados y alta vulnerabilidad por exceso hídrico (zonas aluviales).
Las regiones que se van a ver afectadas, con niveles de entre media y bajo, son la Caribe y Andina. Sin embargo, algunas áreas muy puntuales de las otras regiones pueden llegar a presentar algún tipo de afectaciones, aunque no en altas condiciones, según Alfonso Triana, profesional especializado de la UPRA.
El experto añade que “se presentaran afectaciones con un riesgo medio, principalmente en departamentos del Caribe como Magdalena, Cesar y Atlántico, y algunas afectaciones con riesgo bajo en departamentos como Cundinamarca, Santander, Cauca y Valle del Cauca”.
El propósito del Boletín Agroclimático es ir actualizando mes a mes las predicciones del clima con el fin de seguir mejorando la precisión respecto a los meses siguientes, es decir, la capacidad de predicción se mejora en la medida en que se van acortando en el tiempo en que se pronostica.
Además, se busca informar a las autoridades locales, ya sean municipios o departamentos, así como a los gremios y a los productores, cuáles pueden llegar a ser esas predicciones climáticas predominantes en cada uno de los territorios de la frontera agrícola.
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