Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Todos los créditos en Colombia se están encareciendo, y mucho. Los reportes de la Superfinanciera muestran una tendencia consolidada de alzas de tasas en todas las modalidades de financiamiento. Sin embargo, los hogares todavía tienen margen de maniobra. Es cuestión de abrirse a la oportunidad de nuevas entidades y productos, y de moverse rápido (sobre todo en el caso de los créditos de vivienda). Le explicamos.
La causa de los mayores intereses
“Esta tendencia de alzas de tasas del Banco de la República seguramente también se reflejará en las tasas de interés de los créditos que los colombianos demandan diariamente: tarjetas de crédito, préstamos de vehículos y los de vivienda”, explicó Juliana Matiz, CEO de Investopi.
En efecto, el encarecimiento de los créditos en Colombia se debe a la política contractiva que el Banco de la República viene realizando desde hace un año con el fin de controlar la inflación: desde septiembre de 2021 la tasa de intervención pasó del 1,75 hasta el 10 % (en septiembre de 2022).
El problema es que la inflación en Colombia todavía no cede y hay otros factores, como las tasas de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que podrían motivar al Emisor a realizar más alzas. De hecho, sondeos de Fedesarrollo indican que en promedio los analistas esperan que la tasa de referencia cierre 2022 en 11 %. Entonces, quedaría un espacio de 100 puntos básicos de incrementos en la tasa de interés del Banco de la República. Pero los efectos de esta política ya se sienten en todo el mercado de crédito colombiano.
También lea: Tasas Banrep: retroceder nunca, rendirse jamás
Los tarjetazos
Las tarjetas de crédito tienen los intereses más caros del mercado y también son una de las modalidades que más se han encarecido. Desde septiembre de 2021 (cuando el Banrep empezó a subir tasas), la tasa promedio de los plásticos pasó del 23,6 al 27,5 % en mayo de 2022, según el reporte más reciente emitido por la Superfinanciera. Sin embargo, este efecto no ha sido homogéneo en todo el sistema financiero colombiano, lo que implica oportunidades para bajar intereses.
El truco consiste en mirar más allá de las compañías tradicionales: mientras que las tasas promedio de las tarjetas emitidas por bancos subieron en 4 puntos porcentuales en el último año (de 23,43 a 27,41 %), las de las cooperativas cayeron en 1,6 puntos porcentuales (de 23,51 a 21,86 %).
Es decir, se pueden reducir en casi 6 puntos porcentuales los intereses por tan solo pasar de la banca tradicional a las cooperativas. Un ahorro que no es nada despreciable: para una compra de $2 millones a 24 cuotas, pagar con una tarjeta como la que emiten los bancos (con una tasa del 27 % E.A.) implica pagar intereses por $541.000; mientras que con una tarjeta de cooperativa (con tasas del 21 % E.A.) se pagarían $426.000 en intereses. Una diferencia de más de $116.000 que se siente en el bolsillo.
Le puede interesar: ¿La solución es trabajar menos?: el camino hacia la reducción de la jornada laboral
Viviendas
En el último año las tasas (fijas) de interés hipotecarias promedio para Viviendas de Interés Social (VIS) han pasado de promediar 10,42 en septiembre de 2021 a situarse en 12 % para mayo de 2022. Para estos préstamos el alza de los intereses ha sido más homogéneo entre tipos de entidades, pero sí hay una estrategia efectiva para reducir los intereses en este caso: la velocidad.
“Si se va a endeudar para comprar vivienda, lo debe hacer rápido. En este caso la principal presión es el tiempo. Los intereses hipotecarios van a seguir subiendo por diferentes factores. Por ejemplo, se espera que en diciembre se dé un aumento de doble dígito en el salario mínimo 2023, lo cual incrementaría las presiones inflacionarias y, a su vez, podrían generar mayores aumentos de la tasa Banrep. Y por ende se seguirán encareciendo los préstamos en Colombia.
El salario mínimo también eleva los precios de las viviendas VIS que están denominadas con esta referencia (una VIS vale hasta 150 salarios mínimos). Entonces, no solo subirán los intereses, también se elevará el valor de estos créditos hipotecarios”, explicó Luis Benítez, director de Inteligencia Financiera e Insolvencia Colombia (IFI).
Las compras de cartera
Para los que tengan préstamos de vehículo y otro tipo de crédito de consumo, las compras de cartera son una forma efectiva para bajar costos de endeudamiento. Básicamente se usa la competencia entre las entidades financieras, pues si es un cliente con buen historial de pago los bancos se van a pelear por tener sus créditos. Y para atraerlos les van a ofrecer mejores condiciones para su préstamo actual, lo cual se traduce en menores intereses y otros beneficios.
Uno de los atributos más interesantes sobre la compra de cartera es que permite agrupar todas las deudas: es decir, si en el banco A tiene tres créditos por $2 millones cada uno, el banco B le puede ofrecer un crédito por $6 millones (o hasta más). Y se mantiene una sola tasa de interés para toda la nueva deuda.
Puede leer: La tasa de usura quedó en 36,92 % para octubre: ojo con las tarjetas de crédito
Se trata de un ejercicio que cada persona debe hacer por su cuenta. Es cuestión de acercarse a varios bancos (o visitar sus portales) y estudiar cuál le da los mejores intereses. Pero si se tiene un buen historial de pago, es probable que logre bajar los costos de endeudamiento.
De acuerdo con el más reciente informe de la firma Raddar, la inflación en Colombia, que ya supera el 10,8 % anual, “ha traído una importante pérdida del poder adquisitivo y ha llevado a que algunos hogares apalanquen su gasto cotidiano en alguna modalidad de financiamiento”. Por esto, bajar los costos de endeudamiento no es un asunto menor, sino una prioridad. Pero aunque la economía se encuentre en una situación compleja, todavía es posible encontrar créditos razonables en esta marea creciente de intereses.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.