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Las cesantías son una prestación social que todo empleador está en la obligación de pagar a sus trabajadores. Estas equivalen a un mes de salario por cada año trabajado y su consignación se debe realizar antes de cada 15 de febrero.
Es decir, para la fecha en la que se redacta este artículo, usted ya debería tener disponible las cesantías del último año, o el equivalente al periodo laborado.
Legalmente usted puede acceder a estos recursos en caso de desempleo, o para propósitos de estudio y vivienda.
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Según el decreto 2076 de 1967 hay seis casos en los que una persona puede solicitar el retiro de sus cesantías por motivos de vivienda:
1. Adquisición de vivienda con su terreno o lote;
2. Adquisición de terreno o lote solamente;
3. Construcción de vivienda, cuando ella se haga sobre lote o terreno de propiedad del trabajador interesado, o de su cónyuge;
4. Ampliación, reparación o mejora de la vivienda de propiedad del trabajador, o de su cónyuge;
5. Liberación de gravámenes hipotecarios o pago de impuestos que afecten realmente la casa o el terreno edificable de propiedad del trabajador, o su cónyuge;
6. Adquisición de títulos de vivienda sobre planes de los empleadores o de los trabajadores para construcción de las mismas, contratados con entidades oficiales o privadas;
Muchos solo utilizan las cesantías para adquirir una vivienda nueva, dejando de lado otros usos, como el pago de un crédito hipotecario.
¿Cómo hacerlo?
Según lo explicado por varios Administradores de Fondos de Pensiones y Cesantías, un trabajador puede solicitar el retiro parcial o total del saldo que se encuentre en su cuenta, mediante mecanismos como dinero en efectivo, cheques, transferencias bancarias y hasta con plataformas como Nequi y Daviplata.
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La forma más común de solicitar el retiro es a través del empleador, el cual pedirá al trabajador documentos que certifiquen el concepto del retiro de las cesantías. Para pagar o disminuir un crédito hipotecario, es probable que pidan un extracto o certificado de que la persona, efectivamente, cuenta con esa obligación.
El Fondo Nacional del Ahorro detalla que existen cuatro tipos de usos de las cesantías para cumplir con esta obligación:
- Abonar a capital con una reducción de plazo: aquí las cuotas permanecerán iguales, pero disminuirá el plazo de la obligación
- Abono a capital con reducción de cuota: el plazo de la obligación permanece igual, pero disminuye el valor de la cuota
- Abono a cuotas futuras: la persona puede pagar, de forma anticipada, cuotas que aún no se han vencido
- Mantener en la cuenta individual pignorada: el dinero se deja en prenda a modo de garantía de que se cumplirá con futuras obligaciones.
La invitación a que saque papel y lápiz y haga cuentas sobre cuál de estos usos le resulta en un mayor beneficio a largo plazo, ya que por lo general los créditos de vivienda suelen pactarse por más de diez años. Abonar a capital, y más en tiempos de inflación, suele ser parte de las decisiones más sabias, ya que disminuye la cantidad de dinero que usted terminará pagando en intereses.
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