Consejos para no excederse con la tarjeta de crédito en las compras de fin de año
Diciembre es el mes de mayor consumo. Es fácil desbordarse en el gasto dándose “gusticos” que el próximo año podrían convertirse en dolores de cabeza. Siga estas recomendaciones para que no reciba el año nuevo repleto de deudas.
Diego Ojeda
Es tan fácil emocionarse con las compras decembrinas, que más de uno experimenta en los primeros meses del año nuevo el guayabo de ese uso desbordado de la tarjeta de crédito.
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Es tan fácil emocionarse con las compras decembrinas, que más de uno experimenta en los primeros meses del año nuevo el guayabo de ese uso desbordado de la tarjeta de crédito.
Cifras manejadas por la firma Raddar confirman que diciembre es el mes de mayor consumo en los hogares. En 2022, los colombianos gastaron en estas festividades casi $103 billones, lo que es un 33 % más del promedio que se registró en otros meses de ese año, es decir, unos $25,6 billones adicionales.
Entre los productos que más cobran protagonismo en estas festividades están la comida, la ropa y la tecnología. Para no dejarse llevar por ese espíritu de desbordado consumismo preparamos una serie de consejos, los cuales le ayudarán a ponerle freno a esa tarjeta que quisiera pasearse de tienda en tienda en estas festividades.
Revise la tasa de interés
Este año ha tenido la particularidad de que las tasas de interés han alcanzado subidas significativas, precisamente por esa lucha contra la inflación que lidera el Banco de la República. En un escenario así es importante ser consciente de la tasa de interés que tiene su producto financiero.
Esta la puede consultar en su extracto más reciente. Es probable que su banco le refleje esta cifra en interés mensual y anual. Téngalas en cuenta al momento de hacer una compra para saber más o menos cuánto terminará pagando en interés.
Según lo explicado por José Andrés Rueda, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de América, un buen ejercicio es comparar las tasas de interés que ofrecen los diferentes bancos y contemplar la idea de adelantar una compra de cartera.
Consultamos la plataforma Comparabien, emulando una solicitud de crédito de libre inversión por $2 millones, para alguien que devenga un salario mínimo y a 12 cuotas. La tasa de interés más económica que encontramos (efectivo anual) la maneja el Banco Davivienda, con un interés del 15,52 %, lo que da cuotas de $182.209. Es decir, en un año terminará pagando $186.000 en intereses. En la lista de las tasas más bajas también está el banco AV Villas (18,50 %), el BBVA (20 %), Confiar Coop (21,90 %) y la cooperativa JFK (22,28 %). La más alta la tiene el Banco Popular, con una tasa del 35,20 %.
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Establezca un límite
Para no pasar guayabos financieros es importante conocer su capacidad de gasto, que se logra sumando sus ingresos y restando los gastos fijos (recibos, pago de cuotas crediticias, alimentación, transporte…). El resultado es lo que en teoría tiene para gastar en diciembre (porque se recomienda dejar un espacio para el ahorro, por si surge alguna eventualidad).
Para la directora del programa de administración de empresas de la Universidad San Buenaventura, Leidy Marcela Velásquez, el establecer este tipo de presupuestos evitará que realice compras por impulso y que termine adquiriendo cosas que no necesita o que se salen de su capacidad.
La profesional también recomienda diferir sus compras al menor número de cuotas posibles. Es más, si puede déjelas a una sola, ya que por esta no se cobran intereses. Además, desaconseja realizar avances, ya que ese es uno de los servicios financieros más costosos.
Tenga un registro de sus gastos
No solo las grandes compras con tarjetas de crédito pueden ser contraproducentes para la salud financiera de una persona u hogar, sino que los denominados gastos hormiga también lo son.
Es habitual usar tarjetas de crédito para compras pequeñas, como un café, un almuerzo o un mínimo mercado. Muchas no son tenidas en cuenta, pero su suma llega a ser considerable a finales de mes. Es por eso que el consejo que da el analista del departamento de investigación económica de Values AAA, Óscar Cardozo Téllez, es el de llevar un registro detallado de sus compras.
“La pérdida de percepción del dinero es un desafío común con las tarjetas de crédito. Llevar un registro detallado proporciona una visión clara de los gastos realizados y el saldo disponible, permitiendo un manejo más consciente de las finanzas personales”, menciona el profesional.
Puede hacer esto de forma manual, anotando cada gasto en una libreta o en una nota en su celular. O también lo puede consultar en el historial de compras en la aplicación móvil del banco de su tarjeta.
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No pague una tarjeta de crédito con otra
Se puede presentar el caso de una persona que ya está al límite con su tarjeta, pero ante la presión de comprar en diciembre resuelve “liberar cupo” pagando ese saldo con otra tarjeta de crédito. Grave error.
Según lo detallado por el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, “la tarjeta de crédito es un crédito que debe pagarse con ingresos disponibles, ya que de lo contrario las deudas comenzarán a volverse insostenibles”.
Recuerde, si su capacidad de gasto no se lo permite, lo más sabio es abstenerse de comprar.
Cuídese de las falsas ofertas
El analista Roger Rincón hace un llamado a falsos beneficios como el que hacen algunos comercios que prometen que si compra ahora puede pagar uno o dos meses más tarde. El problema con esto es cuando toca pagar intereses por esos meses.
También están las falsas ofertas en las que las tiendas dicen que tienen un producto en descuento, pero en realidad se encuentra al mismo valor que en meses anteriores.
Sáquele provecho a las tarjetas
En sí las tarjetas de crédito no son malas. Su posible maldad radica en el equivocado uso que se les dé. Es más, muchas ofrecen beneficios como descuentos en tiendas aliadas, acumulación de puntos o cashback. El último consejo, en el que varios de estos expertos coinciden, está en estudiar los términos y las condiciones de estos productos y tratar de sacarles provecho, siempre dándoles un uso responsable.
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