Conflicto en Ucrania: ¿le puede pegar a los costos de los alimentos en Colombia?
Tanto Rusia como Ucrania son grandes productores de alimentos como trigo y maíz, lo que ha elevado el precio de estos productos a nivel internacional. A su vez, Rusia es uno de los grandes productores de fertilizantes y abonos en el mundo y uno de los mayores socios comerciales de Colombia en este renglón.
Una guerra suele ser malas noticias para casi todo el mundo (con la excepción notable de los vendedores de armas o algunos generales). Este escenario es aún más cierto en temas de comercio internacional, pues la mezcla y dependencia de cadenas logísticas a nivel global hace que la interrupción de producción o transporte en un lado genere un huracán de problemas en otro.
Para el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania, los problemas que se derivan de esa guerra pueden afectar a Colombia principalmente en dos frentes: dólar y mercados financieros (análisis que puede leer aquí), por un lado, y, por el otro, la inflación vía problemas en el suministro o los costos de insumos agrícolas.
Lea: [En vivo] Ucrania bajo ataque ruso; “el mundo hará que Rusia rinda cuentas”: Biden
Acá nos centraremos en el segundo escenario, que se ve un poco de la siguiente forma:
Comercio con Rusia y Ucrania
De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincit), Rusia no es uno de los principales socios económicos de Colombia, representando menos de 1 % de las importaciones y exportaciones totales desde y hacia nuestro país.
Las cifras del DANE señalan que las compras que Colombia realizó de bienes rusos llegaron en 2021 a poco más de US$533 millones (CIF, una denominación especial para importaciones). La cifra palidece ante los totales registrados para el caso de productos chinos (US$14.795 millones), estadounidenses (US$14.071 millones) o mexicanos (US$3.800), que fueron los tres principales orígenes de las importaciones colombianas el año pasado; por cierto, esta lista la cierran Brasil, Alemania, Francia e India.
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Por el lado de las exportaciones el panorama se ve de esta forma: las ventas de Colombia a Rusia en 2021 llegaron a los US$139 millones (FOB, denominación para exportaciones), mientras que las ventas a Estados Unidos (el principal destino de productos colombianos) llegaron casi a los US$11.000 millones el año pasado; los principales países que le compran a Colombia, aparte de EE.UU., son China, Panamá, India, Brasil, Ecuador y Turquía (en ese orden), según el DANE.
Con este escenario claro, las cifras del comercio bilateral entre Colombia y Ucrania se ven así, según el DANE: para 2021 las importaciones llegaron a unos US$215 millones, mientras que las exportaciones hacia territorio ucraniano ascendieron a US$32 millones.
Insumos agrícolas y alimentos
Ahora, si bien los totales pueden verse mínimos en comparación con los grandes socios comerciales de Colombia (que para ventas y compras son Estados Unidos y China), hay algunos aspectos interesantes en la relación comercial, especialmente la que tenemos con Rusia.
Los datos del Ministerio y del DANE permiten observar que, ya con una óptica granular, el comercio con Rusia puede ser particularmente importante debido a que, para 2021, el principal producto de importación fueron los abonos minerales o químicos nitrogenados, un nombre técnico para denominar uno de los principales insumos agrícolas para la producción de prácticamente todo tipo de alimentos y otros elementos del agro (otro tipo de abonos también clasifica en la lista de los bienes rusos que más compró nuestro país en 2021).
En 2021, según los datos del DANE, Colombia le compró a Rusia casi US$233 millones en abonos de todo tipo, de los US$533 millones del total de importaciones de este país. Este monto en compras de abonos es la cifra más alta registrada, por lo menos, desde 2007, superando el récord anterior de US$207 millones que se registró en 2015.
Puede leer: La crisis en Ucrania y su efecto en los mercados internacionales
La información de esta oficina estadística también permite ver que, desde 2007, lo que Colombia más le compra a Rusia son abonos, de lejos. Y, entre los socios comerciales destacados de Colombia en materia de importaciones, este país es uno de los principales proveedores de este tipo de insumos agrícolas.
“Gran parte de los insumos agrícolas para los abonos y fertilizantes, todo lo que tiene qué ver con el cloruro de potasio, la urea, el sulfato de amonio, sulfato de amoniaco y algunos otros, vienen de Rusia. Del cloruro de potasio, solamente el año pasado, se importaron 71.000 toneladas de ese país y en la urea fueron 179.000 toneladas y eso hace que Rusia represente aproximadamente el 20 % del peso total de las importaciones de esos agroinsumos para nosotros”, asegura Jorge Bedoya, cabeza de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Bedoya agrega que “respecto a los fertilizantes, muchos de estos productos importados de Rusia se mezclan en plantas en Colombia, otros son productos finales. Pero el origen de los productos Rusia representa el 20,3 %, EE. UU. el 13,7 %, China el 13,6 %, Canadá el 10,6 %, Bielorrusia el 10,4 %. Hay proveedores adicionales, pero el impacto que esto puede tener en los precios globales (más allá de dónde los traemos), evidentemente puede generar complicaciones en materia inflacionaria”.
Y este renglón de las compras exteriores de Colombia puede ser delicado si se tiene en cuenta que el aprovisionamiento y costo de los insumos agrícolas es uno de los factores que ha impulsado hacia arriba los costos de los alimentos en el país; este renglón de productos, a su vez, es el gran motor de la inflación general, que para enero llegó a 6,94 % según el DANE.
Vale la pena recordar que, también para ese mes, la inflación de alimentos creció casi 20 % en su variación anual (o sea, en comparación con enero de 2021). Para la variación mensual (entre diciembre de 2021 y enero de 2022), aproximadamente “el 40 % de la inflación que se generó en enero es aportada por los alimentos consumidos al interior del hogar”, dijo en su momento Juan Daniel Oviedo, director del DANE.
Alimentos como la papa, la cebolla y el plátano fueron los que más acumularon incrementos de precio entre diciembre pasado y enero de este año. Y, en particular, la papa fue uno de los productos que más subió en todo 2021, con un incremento del 140 %. (Lea: ¿Por qué ha subido tanto el precio de la papa?)
Los precios de los insumos agrícolas se encuentran por las nubes (con alzas anuales de hasta 60 %), entre otros factores, porque los costos en el transporte han subido debido a la crisis de los contenedores y a los problemas en cadenas logísticas en medio de una reactivación global de la demanda que no ha ido de la mano con la producción de cientos de bienes.
En medio de la crisis logística (y antes de que la tensión en Ucrania se convirtiera en guerra e invasión), el Gobierno anunció la reglamentación de la Ley de Insumos. Según Rodolfo Zea, ministro de Agricultura, esta herramienta “va a permitir que tengamos un arancel del 0 % para la importación de insumos agropecuarios y crea el Fondo de Apoyo a los Insumos Agropecuarios (FAIA), que nace con los recursos del 10 % de las utilidades de 2021 del Banco Agrario”, dijo el funcionario en una entrevista pasada con este diario.
Para Bedoya, “cualquier incremento en los precios contribuye, desafortunadamente, a que haya más inflación y a que eso se traduzca a nivel global y en Colombia en mayores preocupaciones para los consumidores”.
Puede leer: Estos son los alimentos que más subieron de precio en Colombia para enero de 2022
Problemas globales de materias primas
El tema de los insumos es clave para Colombia, pero lo es en general para el mundo, pues Rusia es también uno de los mayores exportadores del mundo de los tres grupos principales de fertilizantes. Cualquier corte en el suministro puede provocar un aumento en los precios de los nutrientes, que ya son altos, lo que afectará la productividad de los cultivos y empeorará la inflación de los alimentos, según información reportada por la agencia Bloomberg.
En las negociaciones de este jueves, los precios internacionales del maíz y el trigo subieron más de 5 %, lo que obligó a detener sus negociaciones en la bolsa de Chicago por romper los límites comerciales fijados para evitar mayor volatilidad en estos productos, reportó Bloomberg.
La economía rusa se alimenta en buena parte del comercio internacional de productos nacionales como el petróleo, gas, paladio y trigo, por mencionar algunos. Ucrania, por su parte, también es un productor importante de maíz y aceite de girasol (los aceites vegetales han subido de precio globalmente en el último año).
Estos productos, a su vez, son fundamentales en cadenas logísticas que van desde la fabricación de motores y baterías eléctricas para carros, hasta la producción de alimentos (pan y otros derivados de trigo y maíz, por ejemplo).
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La historia con el acero
Entre los datos de 2021 que tiene el Ministerio de Comercio hay una particularidad en el capítulo que se refiere a Rusia: el segundo renglón de importación, después de los abonos, fueron los “productos intermedios de hierro o acero sin alear”. Las cifras del Mincit (que van hasta septiembre del año pasado), indican que este segmento registró un incremento de 784,5 % entre 2020 y 2021.
Bajo la óptica del DANE (cuyos datos sí llegan hasta diciembre), las importaciones de “fundición, hierro y acero” llegaron a los US$137 millones en 2021, el segundo monto después de los mencionados abonos. Los datos del Ministerio dan cuenta de que el año pasado las importaciones de hierro y acero crecieron 118,7 % respecto a las cifras registradas en 2020. Este fue el incremento más grande entre los 15 productos que más compró Colombia en el exterior, de acuerdo con la cartera.
Vale la pena recordar que el acero ha sido el centro de una agria disputa entre los constructores y los productores nacionales (agrupados bajo Camacol y la ANDI, respectivamente): los primeros aseguran que ha habido un desabastecimiento nacional de este material (lo que ha elevado los precios) y los segundos aseguran que la capacidad instalada en Colombia puede cubrir la demanda, a la vez que se quejan de la competitividad que les restan las importaciones de lugares como Turquía o China.
Así mismo, según los datos más recientes del Mincit sobre Ucrania, en 2020 Colombia le compró cerca de US$32 millones en productos del sector metalúrgico. La cartera asegura que, al menos hasta 2017, la metalurgia correspondía a casi 80 % de los productos ucranianos que entran a Colombia.
Una guerra suele ser malas noticias para casi todo el mundo (con la excepción notable de los vendedores de armas o algunos generales). Este escenario es aún más cierto en temas de comercio internacional, pues la mezcla y dependencia de cadenas logísticas a nivel global hace que la interrupción de producción o transporte en un lado genere un huracán de problemas en otro.
Para el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania, los problemas que se derivan de esa guerra pueden afectar a Colombia principalmente en dos frentes: dólar y mercados financieros (análisis que puede leer aquí), por un lado, y, por el otro, la inflación vía problemas en el suministro o los costos de insumos agrícolas.
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Acá nos centraremos en el segundo escenario, que se ve un poco de la siguiente forma:
Comercio con Rusia y Ucrania
De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincit), Rusia no es uno de los principales socios económicos de Colombia, representando menos de 1 % de las importaciones y exportaciones totales desde y hacia nuestro país.
Las cifras del DANE señalan que las compras que Colombia realizó de bienes rusos llegaron en 2021 a poco más de US$533 millones (CIF, una denominación especial para importaciones). La cifra palidece ante los totales registrados para el caso de productos chinos (US$14.795 millones), estadounidenses (US$14.071 millones) o mexicanos (US$3.800), que fueron los tres principales orígenes de las importaciones colombianas el año pasado; por cierto, esta lista la cierran Brasil, Alemania, Francia e India.
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Por el lado de las exportaciones el panorama se ve de esta forma: las ventas de Colombia a Rusia en 2021 llegaron a los US$139 millones (FOB, denominación para exportaciones), mientras que las ventas a Estados Unidos (el principal destino de productos colombianos) llegaron casi a los US$11.000 millones el año pasado; los principales países que le compran a Colombia, aparte de EE.UU., son China, Panamá, India, Brasil, Ecuador y Turquía (en ese orden), según el DANE.
Con este escenario claro, las cifras del comercio bilateral entre Colombia y Ucrania se ven así, según el DANE: para 2021 las importaciones llegaron a unos US$215 millones, mientras que las exportaciones hacia territorio ucraniano ascendieron a US$32 millones.
Insumos agrícolas y alimentos
Ahora, si bien los totales pueden verse mínimos en comparación con los grandes socios comerciales de Colombia (que para ventas y compras son Estados Unidos y China), hay algunos aspectos interesantes en la relación comercial, especialmente la que tenemos con Rusia.
Los datos del Ministerio y del DANE permiten observar que, ya con una óptica granular, el comercio con Rusia puede ser particularmente importante debido a que, para 2021, el principal producto de importación fueron los abonos minerales o químicos nitrogenados, un nombre técnico para denominar uno de los principales insumos agrícolas para la producción de prácticamente todo tipo de alimentos y otros elementos del agro (otro tipo de abonos también clasifica en la lista de los bienes rusos que más compró nuestro país en 2021).
En 2021, según los datos del DANE, Colombia le compró a Rusia casi US$233 millones en abonos de todo tipo, de los US$533 millones del total de importaciones de este país. Este monto en compras de abonos es la cifra más alta registrada, por lo menos, desde 2007, superando el récord anterior de US$207 millones que se registró en 2015.
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La información de esta oficina estadística también permite ver que, desde 2007, lo que Colombia más le compra a Rusia son abonos, de lejos. Y, entre los socios comerciales destacados de Colombia en materia de importaciones, este país es uno de los principales proveedores de este tipo de insumos agrícolas.
“Gran parte de los insumos agrícolas para los abonos y fertilizantes, todo lo que tiene qué ver con el cloruro de potasio, la urea, el sulfato de amonio, sulfato de amoniaco y algunos otros, vienen de Rusia. Del cloruro de potasio, solamente el año pasado, se importaron 71.000 toneladas de ese país y en la urea fueron 179.000 toneladas y eso hace que Rusia represente aproximadamente el 20 % del peso total de las importaciones de esos agroinsumos para nosotros”, asegura Jorge Bedoya, cabeza de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Bedoya agrega que “respecto a los fertilizantes, muchos de estos productos importados de Rusia se mezclan en plantas en Colombia, otros son productos finales. Pero el origen de los productos Rusia representa el 20,3 %, EE. UU. el 13,7 %, China el 13,6 %, Canadá el 10,6 %, Bielorrusia el 10,4 %. Hay proveedores adicionales, pero el impacto que esto puede tener en los precios globales (más allá de dónde los traemos), evidentemente puede generar complicaciones en materia inflacionaria”.
Y este renglón de las compras exteriores de Colombia puede ser delicado si se tiene en cuenta que el aprovisionamiento y costo de los insumos agrícolas es uno de los factores que ha impulsado hacia arriba los costos de los alimentos en el país; este renglón de productos, a su vez, es el gran motor de la inflación general, que para enero llegó a 6,94 % según el DANE.
Vale la pena recordar que, también para ese mes, la inflación de alimentos creció casi 20 % en su variación anual (o sea, en comparación con enero de 2021). Para la variación mensual (entre diciembre de 2021 y enero de 2022), aproximadamente “el 40 % de la inflación que se generó en enero es aportada por los alimentos consumidos al interior del hogar”, dijo en su momento Juan Daniel Oviedo, director del DANE.
Alimentos como la papa, la cebolla y el plátano fueron los que más acumularon incrementos de precio entre diciembre pasado y enero de este año. Y, en particular, la papa fue uno de los productos que más subió en todo 2021, con un incremento del 140 %. (Lea: ¿Por qué ha subido tanto el precio de la papa?)
Los precios de los insumos agrícolas se encuentran por las nubes (con alzas anuales de hasta 60 %), entre otros factores, porque los costos en el transporte han subido debido a la crisis de los contenedores y a los problemas en cadenas logísticas en medio de una reactivación global de la demanda que no ha ido de la mano con la producción de cientos de bienes.
En medio de la crisis logística (y antes de que la tensión en Ucrania se convirtiera en guerra e invasión), el Gobierno anunció la reglamentación de la Ley de Insumos. Según Rodolfo Zea, ministro de Agricultura, esta herramienta “va a permitir que tengamos un arancel del 0 % para la importación de insumos agropecuarios y crea el Fondo de Apoyo a los Insumos Agropecuarios (FAIA), que nace con los recursos del 10 % de las utilidades de 2021 del Banco Agrario”, dijo el funcionario en una entrevista pasada con este diario.
Para Bedoya, “cualquier incremento en los precios contribuye, desafortunadamente, a que haya más inflación y a que eso se traduzca a nivel global y en Colombia en mayores preocupaciones para los consumidores”.
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Problemas globales de materias primas
El tema de los insumos es clave para Colombia, pero lo es en general para el mundo, pues Rusia es también uno de los mayores exportadores del mundo de los tres grupos principales de fertilizantes. Cualquier corte en el suministro puede provocar un aumento en los precios de los nutrientes, que ya son altos, lo que afectará la productividad de los cultivos y empeorará la inflación de los alimentos, según información reportada por la agencia Bloomberg.
En las negociaciones de este jueves, los precios internacionales del maíz y el trigo subieron más de 5 %, lo que obligó a detener sus negociaciones en la bolsa de Chicago por romper los límites comerciales fijados para evitar mayor volatilidad en estos productos, reportó Bloomberg.
La economía rusa se alimenta en buena parte del comercio internacional de productos nacionales como el petróleo, gas, paladio y trigo, por mencionar algunos. Ucrania, por su parte, también es un productor importante de maíz y aceite de girasol (los aceites vegetales han subido de precio globalmente en el último año).
Estos productos, a su vez, son fundamentales en cadenas logísticas que van desde la fabricación de motores y baterías eléctricas para carros, hasta la producción de alimentos (pan y otros derivados de trigo y maíz, por ejemplo).
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La historia con el acero
Entre los datos de 2021 que tiene el Ministerio de Comercio hay una particularidad en el capítulo que se refiere a Rusia: el segundo renglón de importación, después de los abonos, fueron los “productos intermedios de hierro o acero sin alear”. Las cifras del Mincit (que van hasta septiembre del año pasado), indican que este segmento registró un incremento de 784,5 % entre 2020 y 2021.
Bajo la óptica del DANE (cuyos datos sí llegan hasta diciembre), las importaciones de “fundición, hierro y acero” llegaron a los US$137 millones en 2021, el segundo monto después de los mencionados abonos. Los datos del Ministerio dan cuenta de que el año pasado las importaciones de hierro y acero crecieron 118,7 % respecto a las cifras registradas en 2020. Este fue el incremento más grande entre los 15 productos que más compró Colombia en el exterior, de acuerdo con la cartera.
Vale la pena recordar que el acero ha sido el centro de una agria disputa entre los constructores y los productores nacionales (agrupados bajo Camacol y la ANDI, respectivamente): los primeros aseguran que ha habido un desabastecimiento nacional de este material (lo que ha elevado los precios) y los segundos aseguran que la capacidad instalada en Colombia puede cubrir la demanda, a la vez que se quejan de la competitividad que les restan las importaciones de lugares como Turquía o China.
Así mismo, según los datos más recientes del Mincit sobre Ucrania, en 2020 Colombia le compró cerca de US$32 millones en productos del sector metalúrgico. La cartera asegura que, al menos hasta 2017, la metalurgia correspondía a casi 80 % de los productos ucranianos que entran a Colombia.