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Aunque la inflación ha venido cediendo, la misma continúa en niveles altos y su impacto se sigue viendo en el bolsillo de los colombianos. Este lunes la firma Raddar informó que, en términos reales (es decir, teniendo en cuenta la carestía), el gasto de los hogares registró, en marzo, una variación anual del -0,41 %, al consolidar $83,9 billones.
Si se mira el primer trimestre del año, se tiene que los hogares gastaron $261,10 billones, lo que se traduce en un crecimiento corriente anual del 8,01 %, así como un crecimiento real (restando la inflación) del 0,18 %.
“La colocación crediticia, sumando la causada con tarjeta de crédito, consumo - libre destinación e hipotecaria, tuvo un crecimiento anual de 10,1%, debido mayormente a la dinámica en colocación de crédito hipotecario frente al año pasado (53,6%); la colocación con tarjeta de crédito tuvo un crecimiento anual de 3,9%, inferior a la inflación de 7,36%. Este comportamiento refleja una menor disposición de compra de los hogares en Colombia donde la lenta contracción de la inflación no genera un alivio suficiente en el bolsillo. Un año después del mayor pico inflacionario (13,34%) los hogares pueden mantener una posición cautelosa frente al gasto”, analiza la firma.
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Los datos de Raddar también revelan que marzo se ha consolidado como un mes retador para el gasto de los hogares, pues desde la llegada de la pandemia se ha atravesado por diferentes escenarios que han tenido sus coletazos en la economía. Ejemplo de esto fueron los inicios de la reactivación económica, la desaceleración de la economía y las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania (que tuvo sus ecos en el precio de los alimentos).
Los alimentos continúan liderando el ranking de gastos en los hogares, pues de cada $100 gastados, $30,9 se destinan a este rubro. $24,1 se pagan a vivienda; $15,6 a transporte y comunicaciones; $7,7 a bienestar; $7,5 a comidas fuera del hogar; $5,9 a entretenimiento; $4,8 a educación; $3,1 a moda y $0,6 a productos electrónicos.
La mayor caída se registró en alimentos pues, de cara a lo registrado en marzo del año pasado, esta cayó 1,48 %. En contraste, la vivienda creció en su gasto un 0,65 %.
“Los compradores han migrado entre la búsqueda de promociones, oportunidades y valor, donde este último se mantiene firme a través de la calidad, que también se busca entre los diferentes canales de compra, creando un paisaje dinámico de preferencias y exigencias del consumidor”, analizó Raddar.
El 62,87 % de los consumidores se concibe como un cazador de promociones; el 21,01 % como un cazador de oportunidades y, el 16,12 %, como un cazador de valor.
Los supermercados, como canal de venta, han venido ganando protagonismo, pues en marzo del presente año se llevaron el 22,04 % del protagonismo (4,52 puntos porcentuales), mientras que las tiendas de hard discount (como D1 y Ara) perdieron terreno al tener un favoritismo del 16,42 % (0,87 puntos menos). El favorito sigue siendo la tienda de barrio, que registra un 39,35 % (12,99 puntos menos).
En suma, la inflación continúa afectando la capacidad de gasto de los hogares, mientras que las altas tasas de interés también continúan teniendo influencia en la demanda. Organizaciones como Fenalco han insistido que se necesita bajar las tasas para que la economía, mediante un repunte en el gasto, pueda reactivarse.
Sin embargo, la Junta Directiva del Banco de la República sostiene que todas sus decisiones han tenido una base técnica, por lo que esperan que la inflación alcance su meta del 3 % en 2025.
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