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Tras un mes de pujas infructuosas, pues no se logró concertar el incremento del salario mínimo, el presidente Gustavo Petro decretó que para este año el mencionado ingreso tendrá un alza del 12,07 %, para un total de $1.300.000, así como un auxilio de transporte de $162.000 (o de conectividad, para quienes trabajan en casa).
Hay que tener en cuenta que hay diversos cobros cuyo incremento anual depende del alza del salario mínimo. Desde las negociaciones de 2022 se ha buscado desatar la mayor cantidad de rubros, pues se ha encontrado que su carestía golpea de forma considerable a los ingresos de los trabajadores.
La meta que se ha trazado el Ministerio del Trabajo es de 204 cobros, en donde se destacan las multas de tránsito, sanciones por incumplimientos empresariales y demás obligaciones financieras con el Estado. De estos, cerca de 80 siguen pendientes y se espera que su desindexación se alcance en el transcurso del presente año.
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Mientras tanto, estos son los renglones de la economía que siguen amarrados al salario mínimo y que tendrán un incremento, en 2023, respectivamente al alza salarial.
Las empresas
En el primer rubro están las empresas que, con el cambio de año, sienten el impacto en el aumento de los costos de contratación formal.
Según lo explicado por el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, las cargas para el empleador formal van más allá del salario mínimo, pues también debe contribuir a la pensión del trabajador (12 % sobre la base del ingreso), a la cotización de las cajas de compensación familiar (4 %), a la aseguradora de riesgos laborales (que varía entre el 0,52 % y el 4,3 %) y a la salud (4 %). A esto se suman otros costos como las cesantías, la prima de servicios y las vacaciones.
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Para entender mejor estas cuentas, y tomando el salario mínimo que rige en 2023, el $1.160.000 que se le paga a cada trabajador representa un costo de $1.803.561 para el empleador.
Es por lo anterior que algunos analistas señalan que una subida desproporcionada del salario mínimo podría provocar el cierre de micro, pequeñas y medianas empresas, reducir su cantidad de empleados (más desempleo) o impulsarlos a la informalidad.
Las cuotas moderadoras y los copagos
Las cuotas moderadoras y los copagos son contribuciones que se hacen cuando se accede a determinados servicios de salud, como lo puede ser una cita de medicina general y de odontología. Estos varían dependiendo de los ingresos de los cotizantes.
Por ejemplo, la cuota moderadora en 2023 es de $4.100 para quienes ganan menos de dos salarios mínimos, de $16.400 para los que ganan entre dos y cinco, y de $43.000 para los de más de cinco.
Por su parte, los copagos son del 11,50 % del valor del servicio para quienes ganan menos de dos salarios mínimos, del 17,30 % para los de entre dos y cinco, y del 23 % para los de más de cinco.
La vivienda
Las viviendas de interés social (VIS), así como las de interés prioritario (VIP), están ligadas a este ingreso, pues según el Ministerio de Vivienda las primeras no pueden sobrepasar los 135 salarios mínimos, mientras que las segundas tienen un tope de 90 salarios mínimos.
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Para quienes compran sobre planos, y aceptan que el valor de la vivienda sea en salarios mínimos, con el cambio de año experimentarán un incremento en el valor de los inmuebles. En 2023, por ejemplo, la variación llegó a superar los $20 millones con la subida del 16 % que se acordó en diciembre de 2022.
Sin embargo, hay quienes piensan que esto puede ser positivo, pues el aumento de valor podría traducirse en viviendas de mejor calidad, así como un mayor acceso a créditos hipotecarios en familias de escasos recursos, y mayores ingresos por cuenta de subsidios, ya que estos también están amarrados al salario mínimo.
Otros rubros indexados
De este ingreso también dependen otros cobros, especialmente relacionados con el estado (como sanciones y trámites). Gran parte de estos están en los renglones de la agricultura; comercio, industria y turismo; educación; hacienda; salud y vivienda.
Para los jardines vinculados al Bienestar Familiar, por ejemplo, la contribución que hacen los padres también dependen de los ingresos (en salarios mínimos) que recibe el núcleo familiar.
También están las categorías de las cajas de compensación familiar, que agrupan a los usuarios con base en sus ingresos (en salarios mínimos) al momento de realizar cobros de tarifas.
En suma, aunque el salario mínimo impacta directamente a poco más del 11 % de los trabajadores en el país, su variación afecta a la totalidad de los ocupados (y sus familias en el país), pues del mismo se desprenden el cálculo de una serie de tarifas y costos.
La desindexación del mínimo
Pensando en que el incremento del salario mínimo puede afectar negativamente el bolsillo de los hogares en el país, cuando lo que se busca es preservar su poder adquisitivo, desde el año pasado se ha adelantado una apuesta por desindexar lo máximo posible del mismo.
En su momento la mesa de concertación de políticas laborales y salariales informó que son 204 los cobros que se pretenden desatar del mínimo. Sin embargo, hasta el momento solo se ha logrado consolidar 116.
La meta para este año es alcanzar los 88 que quedan pendientes, entre los cuales se encuentra gran parte del listado descrito en este artículo. Los mecanismos para lograrlo sería mediante la expedición de decretos y resoluciones por parte del Ministerio de Hacienda y demás carteras implicadas, aunque para otros serían necesarios proyectos de ley que pasen por la aprobación del Congreso.
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