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Todavía no empiezan las negociaciones del salario mínimo 2023, pero desde ya se empiezan a desatar las polémicas. En esta oportunidad hay gran revuelo por un comentario que hizo la ministra de Trabajo Gloria Inés Ramírez para evitar que el alza salarial se queda corto ante la creciente inflación.
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“La discusión de salario mínimo la haremos con los empresarios y trabajadores, con quienes analizaremos los diferentes factores como es el de la productividad, la pérdida del valor adquisitivo de los salarios y otras condiciones que son complementarias, que tienen que ver con medidas como por ejemplo, de una congelación de la canasta básica porque el incremento del salario es del 10 % y cuando los productos básicos del hogar aumentan el 12 %, esto genera que el valor adquisitivo quede superior por los costos de vida”, indicó la ministra Ramírez.
El comentario de la funcionaria hace alusión que hace un año se dio un incremento del 10% en el salario mínimo, pero en 2022 la inflación 12 meses en Colombia ya está en 11,4%. Por lo que los hogares han perdido poder adquisitivo pese al aumento salarial de doble dígito.
“Entre todos tenemos que llegar a un acuerdo de salario mínimo que le sirva al país, a los colombianos y colombianas y que, desde luego, nos ayude a mejorar las condiciones de vida digna para todos y todas”, señaló Ramirez.
De esta manera, el Gobierno propone que este año las negociaciones del salario mínimo se complementen con otras medidas como congelar los precios de la canasta básica, y así darle un alivio al bolsillo de los hogares.
Vale la pena recordar que en 2019 el Dane actualizó la llamada canasta familiar. Son más de 440 productos y servicios con los que se calcula el Índice de Precios al Consumidor (IPC). De hecho, en la actualización se introdujeron productos como collares y jaulas para mascotas, la renta de canchas de fútbol cinco, servicios de streaming y cascos para motos.
Entonces, la propuesta de la ministra Ramírez podría impactar a varios centenares de productos que consumen los hogares colombianos. Sin embargo, los analistas advierten consecuencias para la economía colombiana.
“Congelar precios de canasta equivale a implementar control de precios. No hay evidencia (incluida en Colombia en 1930s) donde esta medida funcione para contener incrementos en precios. Todo lo contrario, genera escasez y escalona más la presión al alza de precios”, explicó María del Pilar López, PhD y profesora de economía de la Universidad de los Andes por medio de su cuenta de Twitter.
Congelar precios de canasta equivale a implementar control de precios.
— María del Pilar López Uribe (@marialopezuribe) October 14, 2022
No hay evidencia (incluida en Colombia en 1930s) donde esta medida funcione para contener incrementos en precios.
Todo lo contrario, genera escasez y escalona más la presión al alza de precios. https://t.co/fKXbEhddSv
Otro de los problemas que se advierten de la propuesta de la ministra es que una buena porción de los bienes que consumen los hogares son importados: 15%, según cifras de la firma Raddar.
Por lo que se trata de productos que su valor se ve influenciado por efectos cambiarios, y limitar su precio podría reducir o incluso impedir su importación al país.