Este lunes se adelanta una nueva jornada en la negociación que define el aumento que tendrá el salario mínimo para 2024.
El tema de la discusión de este lunes es, principalmente, la definición de qué valor se utilizará para definir cuál fue la productividad de los trabajadores colombianos en este año, uno de os principales insumos para determinar el alza del mínimo para el próximo (el otro gran ingrediente es la inflación, que está proyectada en acabar 2023 en 9,6 %, según el Ministerio de Hacienda).
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Durante la jornada, el DANE presentó una serie de estadísticas acerca de cómo está el mercado laboral, en términos salariales en Colombia.
Lo primero que hay que destacar es que, entre 2022 y 2023, hubo cambios significativos en la composición salarial de los trabajadores en el país: el número de ocupados que devenga un mínimo bajó a 2,5 millones entre enero y octubre de este año (frente a los casi 3,8 millones del mismo periodo en 2022). A la vez, hubo un crecimiento en los trabajadores que están por debajo de este umbral, llegando este año a 10,4 millones (9,6 millones el año pasado).
Sin embargo, también se experimentó crecimientos en los rangos que están por encima de un salario mínimo, como se puede ver en este gráfico:
Estas cifras señalan hacia un fenómeno harto conocido en Colombia, el de la informalidad laboral. Ese enorme renglón que está por debajo de un salario mínimo en remuneración está poblado, justamente, por trabajadores informales.
Los más recientes resultados del DANE dan cuenta de una reducción en la informalidad en el trimestre entre agosto y octubre de este año (en comparación con el mismo periodo de 2022): pasamos de 57,9 % a 55,7 %, una mejora notable, pero que sigue lejos de ser un panorama óptimo.
Lo otro que permiten ver los datos del DANE presentados en la mesa de negociación del mínimo es el reducido espectro de impacto que tiene el salario mínimo cuando se mira el mercado laboral como un todo: apenas 11 % de los trabajadores en Colombia están atados al mínimo, mientras que 47,1 % están por debajo de ese umbral.
Casi 26 % de los trabajadores colombianos se ubica en el rango entre uno y dos salarios mínimos; 5,7 % está entre dos y tres y 8 % está por encima de los tres mínimos en su remuneración salarial.
Esta es una crítica que le han hecho a la negociación desde siempre: pareciera más un asunto político que de política económica, pues su impacto no tiende a resolver los problemas, de fondo y mucho más graves, que tiene el mercado laboral en Colombia.
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Y desde el año pasado, el mínimo perdió algo más de protagonismo, si se quiere, con el impulso para desligar costos de servicios y trámites con el Estado del incremento que tiene anualmente el mínimo. La idea es migrar más de un centenar de ítems a un aumento expresado en UVT (unidad de valor tributario).
De acuerdo con la información del DANE, el promedio de remuneración de un asalariado en Colombia (entre enero y octubre de este año) se ubicó en $1,8 millones, mientras que el de un trabajador independiente fue de $1,1 millones.
La actividad con mejor remuneración para los asalariados este año ha sido la de información y comunicaciones, con un promedio de $3,5 millones, mientras que para los independientes ha sido la de actividades financieras y de seguros.
La más baja para ambos renglones es agricultura, con una remuneración promedio de $1 millón para asalariados y $666.412 para independientes.
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