Si bien el dólar arrancó la semana estable, con un precio de cierre para el lunes igual al del viernes ($4.027), no ha parado de subir desde entonces. El martes terminó la jornada en $4.037,7 el miércoles llegó hasta los $4.098 y el jueves continúo encareciéndose hasta los $4.119,8.
Al cierre de la jornada de este viernes 30 de agosto, el dólar en Colombia terminó en $4.179, lo que se traduce en un notable incremento de $60 respecto al cierre del jueves. Así las cosas, las últimas operaciones de la semana dejaron a la divisa en un terreno alcista.
Por su parte, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada por la Superintendencia Financiera es de $4.132,11 para este viernes.
¿Por qué está subiendo el dólar?
Para entender lo que está pasando con la divisa es necesario mirar hacia Estados Unidos. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, en el segundo trimestre, fue revisado al alza. Llegó a 3 % en la tasa anualizada frente al 2,8 % que se había anunciado inicialmente, según la segunda estimación del Departamento de Comercio.
En la comparación con el trimestre anterior, el crecimiento fue de 0,8 %, mientras que en la primera estimación había sido de 0,7 %. En el primer trimestre, el aumento del PIB había sido de 1,4 %.
Por otro lado, este viernes se conoció que la inflación subyacente (indicador que excluye los precios de alimentos y la energía) subió en julio, lo que evidencia un repunte en el gasto de los hogares, reforzando así el plan de la Reserva Federal de iniciar un recorte de tasas de interés en septiembre.
El llamado “índice de precios de gastos de consumo personal aumentó un 0,2 % desde junio, según datos de la Oficina de Análisis Económico. Sobre una base anualizada de tres meses, una métrica que los economistas dicen que pinta una imagen más precisa de la trayectoria de la inflación, avanzó un 1,7 %, el más lento este año.
Si bien el gasto repuntó, el crecimiento de los ingresos fue mucho más lento y la tasa de ahorro disminuyó. Eso puede plantear preguntas sobre la durabilidad del gasto de los consumidores en el futuro.
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Las tasas hipotecarias se mueven en tándem con los rendimientos del Tesoro, que han estado cayendo recientemente ante las expectativas de que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés en septiembre.
Las minutas de la reunión del banco central de julio publicadas la semana pasada indicaron que varios miembros consideraron que había argumentos plausibles para recortar las tasas en ese momento, y el presidente del banco central, Jerome Powell, dijo el viernes que “llegó el momento de que la política monetaria se ajuste”.
Los mercados están atentos a los datos económicos de EE.UU., de allí la importancia de los datos recién publicados del crecimiento económico del país y falta que se conozcan las cifras de empleo. Ambos resultados pueden ofrecer más pistas sobre las perspectivas de la política monetaria.
Las proyecciones para el precio del dólar
▶️ En la última Encuesta Mensual de Expectativas de Analistas Económicos del Banco de la República (julio), la mayoría proyecta que la tasa de cambio cerrará el año entre $4.000 y $4.100.
▶️ Los analistas que participaron en la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo (julio, última disponible) consideran que la tasa de cambio se ubicará en $4.050, una ligera disminución frente al pronóstico del mes anterior ($4.080)
▶️ Las últimas proyecciones de BBVA Research (junio) indican que la política monetaria, interna y externa, será el principal determinante del comportamiento de la tasa de cambio. “El peso se devaluará en la segunda mitad del año, hasta estabilizarse en cerca de $4.200 por dólar durante 2025″.
▶️ César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, dijo esta semana que se espera que el dólar tenga volatilidad por la incertidumbre constante, pero que se mantendría entre $4.000-$4.300.
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