El pasado martes 31 de octubre se cumplió lo que muchos temían: el dólar llegó a los $5.000. Una marca que venía rondando desde hace semanas, y que representa el nivel más alto de la historia del país. El problema es que la tasa de cambio ha seguido subiendo, al punto que este jueves superó los $5.100 por algunos minutos ¿Qué pasó?
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Efecto internacional
En primer lugar está la reunión de noviembre de la Reserva Federal de los Estados Unidos que terminó en la tarde de este miércoles. Era tal vez el evento más esperado por la economía mundial en el último mes, pues al ser el banco central de la principal economía sus decisiones tienen el potencial de reforzar o calmar los temores que han surgido de una recesión global en 2023.
La Fed elevó en 75 puntos básicos su tasa de interés (hasta 3,75-4%), un alza que estuvo en línea con la mayoría de proyecciones. Pero la entidad también realizó comentarios que generaron incertidumbre en los mercados: por ejemplo, destacó la importancia de nuevos incrementos y dijo que podría subir su tasa más de lo que esperaba; y señaló la posibilidad de moderar el ritmo de estas alzas.
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Si bien la moderación del ritmo de incrementos debería ser una noticia positiva en términos de la incertidumbre que ha despertado las noticias sobre la política monetaria de los Estados Unidos, los mercados primaron el anuncio de que la Fed seguirá subiendo su tasa de interés y que lo hará hasta un nivel mayor de lo previsto inicialmente.
Pero también el ruido en los mercados se debe a una desilusión: había gran expectativa de que la Reserva Federal podría dar señales del fin del periodo de alzas de su tasa de interés. Pero no fue el caso, por lo que se acentúan las preocupaciones sobre la economía global.
Por esto, el dólar se sigue percibiendo como el activo refugio en medio de este complejo panorama, y por ende se fortalece respecto a las demás monedas. En especial frente a divisas de economías como la colombiana que tienen un alto déficit gemelo (alto déficit fiscal y alto déficit de cuenta corriente).
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Todavía queda una reunión de la Reserva Federal en este año, el próximo 13 y 14 de diciembre. Un evento que genera la misma expectativa e incertidumbre, por lo que el dólar en Colombia podría seguir subiendo por estas presiones internacionales.
Efecto local
Aunque el dólar se está fortaleciendo en todo el mundo, es una realidad que la devaluación ha sido mayor en Colombia que en otros países de la región. Entidades como Fedesarrollo han atribuido este fenómeno a los anuncios que ha realizado el Gobierno en materia de hidrocarburos: como la promesa de campaña de no firmar nuevos contratos de exploración petróleo; y la sobretasa variable del impuesto de renta para empresas petroleras y carboníferas que propone la reforma tributaria que se tramita en el Congreso.
En efecto, los anuncios relacionados al sector hidrocarburos han mostrado tener una alta sensibilidad del dólar en Colombia. Todo lo que aumenta la incertidumbre sobre esta actividad ha venido devaluando el peso; y lo que de certeza, suele bajar la tasa de cambio.
De hecho, la semana pasada el dólar bajó hasta los $4.880 cuando surgieron comentarios de algunos funcionarios que advertían un cambio de postura del Gobierno respecto a la firma de nuevos contratos de exploración. El problema es que no ha surgido nueva información al respecto.
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“El dólar puede ceder si se llega a anunciar la firma de nuevos contratos de exploración. Pero por ahora el Gobierno no ha confirmado nada, el Ministerio de Minas no ha mencionado nada claro”, indicó Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa.
De manera que el Gobierno debe hacer un anuncio concreto en materia de nuevos contratos de exploración para que el dólar en Colombia baje, o que al menos frenar su alza.
