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Un estudio realizado por la firma Properati, muestra que para un hogar que devenga un salario mínimo es difícil pagar un arriendo en Bogotá, pues en la capital el promedio de un alquiler ronda los 1,4 salarios mínimos ($1.820.000 para 2024).
El costo promedio de arrendar un apartamento aumenta hacia el borde oriental de la ciudad, mientras que disminuye en el sur.
“El Refugio, sector ubicado en Chapinero, es el sector donde más salarios mínimos mensuales se necesitan para pagar un arriendo, con un precio promedio de $5,416,400 pesos, equivalente a 4.2 ‘mínimos’. En la misma localidad, unas cuadras al sur, se ubica Chicó Lago, donde el arriendo medio cuesta $4,593,400 pesos, es decir 3.5 smmlv; le siguen Country Club con un costo mensual de $4,175,400 o 3.2 smmlv; y Santa Bárbara, en Usaquén, con un alquiler promedio de $3,866,400 o 3 smmlv. Ciudad Salitre Occidental cierra el ‘top 5′ de los sectores más caros en arriendo, con un valor de $3,781,500, lo que es igual a 2.9 salarios mínimos mensuales”, se lee en el reporte.
En contraste, los arriendos más baratos se consiguen en Tintal Sur y El Porvenir. Allí, un mes de arriendo cuesta $691,000 y $709,300 pesos, respectivamente, equivalentes a medio salario mínimo (0.5). Otros lugares con rentas relativamente bajas son Patio Bonito, $729,200 pesos, y Bosa Central, $736,530 pesos, donde el arriendo equivale a 0.6 salarios mínimos mensuales.
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En otras ciudades, como Medellín, el fenómeno es similar, pues se requieren cerca de 1,5 salarios mínimos para pagar el precio de un alquiler promedio, mientras que en otras como Cali el valor puede bajar a 1,2 salarios mínimos.
Según lo informado por Fedelonjas, el valor de los arriendos pudiera ser más alto, pues lo que se ha registrado en los últimos años es que su incremento ha estado por debajo de la inflación (que es el incremento que autoriza la ley, siempre y cuando no se supere el 1 % del valor comercial del inmueble). Ejemplo de lo anterior es que, aunque la inflación fue del 9,28 % en 2023, para el mismo período el alza de los arriendos se ubicó en un 8,07 %.
El por qué el alquiler de vivienda está tan caro se debe principalmente al aumento que ha registrado el precio de estos inmuebles. Por ley, no se puede cobrar más del 1 % del valor de la casa o apartamento en arriendo. Es decir, si uno de estos cuesta $220.000.000, lo máximo que se podría cobrar serían $2.200.000.
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Sin embargo, como detalla Fedelonjas, el promedio que se está manejando en los diferentes estratos no supera el 0,59 %, lo que se traduciría en un arriendo de $1.298.000 para el mismo ejemplo anterior. En eso se encuentra un alquiler en un barrio de estrato tres, con dos habitaciones y en un sector medianamente central.
“El 85% de los hogares que derivan parte o la totalidad de sus ingresos del arriendo de vivienda, se encuentran en los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, según la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares del Dane. Incluso, la enorme mayoría de los propietarios de estos estratos son personas de la tercera edad que no tienen pensión y dependen de sus arriendos para su subsistencia”, manifestó el presidente de Fedelonjas, Mario Ramírez.
Sin embargo, y con base en las más recientes mediciones del DANE, el precio del alquiler está teniendo un repunte importante, pues mientras la variación anual de la inflación en junio fue del 7,18 %, la del alquiler efectivo de alojamiento fue del 8,07 %, siendo uno de los rubros que más está jalonando a la carestía, pues su contribución fue de 0,73 puntos porcentuales, siendo superado por alimentos y bebidas no alcohólicas (1,08 puntos porcentuales) y transporte (1,02 puntos porcentuales). Sin embargo, si se tiene en cuenta todo el conjunto, es decir, alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, integra la división de gasto que más empuja a la inflación en Colombia.
“Hacemos un llamado al gobierno nacional para que envíe mensajes positivos que incentiven a las familias y a los inversionistas para que inviertan en nuestro país para que la cadena del sector inmobiliario sea generadora de empleo de calidad y del patrimonio de los hogares colombianos. También es necesario impulsar la vivienda nueva pues el 25% de estas unidades se compran para inversión y renta y ese inventario es necesario para que haya suficiente oferta para los 261.000 hogares que se forman anualmente”, concluyó el presidente de Fedelonjas, al recordar que el 40,3% de los hogares colombianos habitan en alquiler.
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