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El salario integral en Colombia es una modalidad de pago que combina el salario base con prestaciones sociales y bonificaciones en un solo monto mensual. Este esquema, diseñado para simplificar la gestión de nóminas, presenta particularidades fiscales y laborales que no siempre son claras para trabajadores ni empleadores.
Dirigido principalmente a empleados con altos ingresos o responsabilidades directivas y estratégicas, el salario integral incluye conceptos como recargos nocturnos, horas extras, dominicales, primas legales y extralegales, y bonificaciones. Sin embargo, deja por fuera las vacaciones, las cuales deben ser tratadas de forma separada.
Uno de los puntos fundamentales del salario integral es garantizar un ingreso neto al trabajador, es decir, un monto que cumpla con las disposiciones legales tras los descuentos de seguridad social e impuestos. Esto implica que el valor bruto debe ser superior al mínimo establecido para cubrir dichas deducciones, impactando directamente la carga económica de las empresas.
Según el artículo 132 del Código Sustantivo del Trabajo, este tipo de salario está sujeto a requisitos legales específicos, entre ellos:
- Un monto mínimo establecido por ley (que depende de ajustes en el salario mínimo legal vigente).
- Inclusión de un factor prestacional equivalente a 30 % del salario base.
- Pago obligatorio de cotizaciones a seguridad social y parafiscales.
Además, el tratamiento tributario especial del salario integral puede reducir las cargas fiscales tanto para el empleador como para el empleado, haciendo más eficiente la gestión laboral.
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¿Cómo calcular el salario mínimo integral?
El salario integral se ajusta anualmente según el incremento del salario mínimo. Para 2025, con un aumento decretado de 9,5 % por el Ministerio del Trabajo este martes 24 de diciembre, el salario integral mínimo se calcula de la siguiente forma:
- Salario base: $1.423.500 x 10 = $14.235.000
- Factor prestacional (30 %) = $4.270.500
- Total: $18.505.000 mensuales
Aunque esta modalidad incluye la mayoría de las prestaciones sociales, como seguridad e impuestos, es importante recalcar que las vacaciones no están contempladas, lo que puede generar confusiones si no se aclara previamente.
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¿Quiénes lo reciben?
En general, por su naturaleza, esta modalidad se aplica principalmente a cargos directivos o especializados, cuyo nivel de ingresos supera el umbral mínimo requerido por la ley.
Pero podrían tomarse en cuenta algunas cifras. Según el DANE, en Colombia la clase alta está conformada por personas cuyo ingreso per cápita dentro del hogar supera los $4.206.033 mensuales.
Esto representa a 2,8 % de la población, es decir, cerca de 1,39 millones de personas en 2022. Estas cifras coinciden con el informe de ingresos y riqueza de la DIAN, que identificó a 1,8 millones de personas (5 % con mayores ingresos) con patrimonios superiores a $162 millones. De este grupo, 50,1 % son hombres y 49,9 % mujeres.
Esto aplicaría en el salario mínimo integral acorde al ingreso anual:
- $18.505.000 x 12 meses = $222.066.000
Aportes y deducciones
En términos fiscales, el salario integral no está exento de aportes como los destinados a seguridad social, SENA, ICBF y cajas de compensación. Además, quienes reciben esta modalidad salarial deben asumir pagos por retención en la fuente y cumplir con la obligación de declarar renta.
Este panorama refuerza la importancia de entender que esta remuneración no es un ingreso completamente “libre” de descuentos, sino que incluye obligaciones que afectan el valor neto percibido.
Los trabajadores con salario mínimo integral deben realizar aportes a la seguridad social y parafiscales, desglosados así:
- Salud (12,5 %): 4 % a cargo del trabajador, 8,5 % por parte del empleador.
- Pensión (16 %): 4 % a cargo del trabajador, 12 % por parte del empleador.
- Caja de compensación familiar: 4 % cubierto por el empleador.
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Ventajas y desventajas del salario mínimo integral
De acuerdo con la plataforma de pagos Siigo, el salario integral puede ofrecer varios beneficios para los empleadores:
- Ahorro en costos laborales: al incluir las prestaciones sociales y otros beneficios en el salario integral, se reducen los costos asociados a recargos, primas y aportes.
- Simplificación de la nómina: la gestión de pagos se vuelve más ágil, evitando errores en la liquidación.
- Atracción y retención de talento: ofrecer una remuneración competitiva puede aumentar la motivación y el compromiso de los empleados.
Ahora bien, no todo es color de rosa:
- Excluye a trabajadores con ingresos bajos o medios.
- No incrementa en fechas como primas legales, ya que estas se integran al pago mensual.
Por su naturaleza, esta modalidad se aplica principalmente a cargos directivos o especializados, cuyo nivel de ingresos supera el umbral mínimo requerido por la ley.
*Nota del editor: en su alocución, el presidente Petro habló de un aumento de 9,54 %, pero el aumento decretado es de 9,5 %.
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