La tasa de usura continúa cayendo, una noticia positiva para el acceso a crédito y la reactivación del consumo. La Superintendencia Financiera estableció la tasa de usura de julio en 29,49%, una reducción de 1,35 % comparada con junio, cuando apuntó 30,84%.
La tasa de usura ha mantenido una tendencia a la baja durante 15 meses consecutivos. En esta ocasión, registró la cifra más baja desde que empezó el Gobierno de Gustavo Petro en agosto de 2022. En aquel entonces, la tasa se situaba en 33,32 % y llegó a un pico del 47,09 % en abril de 2023. Desde ese momento, ha experimentado una reducción mensual constante.
Esta tasa de julio (29,49 %) representa 14,55 % menos que hace un año, cuando marcó 44,04 %.
La cifra se relaciona con la reducción de 50 puntos básicos en la tasa de intervención del Banco de la República, que la ubicó en 11,25 %. Esta medida tiene como objetivo establecer defensas contra la inflación y el sobreendeudamiento.
🤑 ¿Cómo afecta la tasa de usura?
Este porcentaje representa el límite máximo de interés que las entidades financieras pueden cobrar por los préstamos que otorgan. En pocas palabras, es la protección de los usuarios frente a tasas de interés excesivas, lo que impide que las personas se endeuden de manera desproporcionada y ampliar el acceso a crédito.
La disminución de la tasa de usura es positiva, siempre que las personas no tomen créditos más allá de su capacidad de pago, ya que beneficia de la siguiente manera:
- Acceso al crédito: Al ser más baja, la tasa de usura facilita el acceso a préstamos y tarjetas de crédito. Las personas pueden financiar proyectos, estudios o gastos inesperados con condiciones más favorables.
- Consumo y reactivación económica: La disminución de las tasas de interés estimula el consumo. Los consumidores pueden sentirse más confiados para adquirir bienes y servicios, lo que a su vez beneficia a la economía en general.
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