Tasas Banrep: retroceder nunca, rendirse jamás
Este jueves el Banco de la República subió en 100 puntos su tasa hasta el 10 %, un nivel que no se veía desde hace más de dos décadas. Analistas advierten que no se dejarán de subir los intereses hasta que ceda la inflación en Colombia. Y la Reserva Federal de Estados Unidos es una presión adicional.
Camilo Vega Barbosa
El Banco de la República (Banrep) no retrocede, no se rinde, hasta bajar la inflación en Colombia. Y así lo demostró este jueves luego de anunciar que subió en 100 puntos básicos su tasa de interés hasta el 10 %, un nivel que no se veía desde hace más de dos décadas. Si bien en agosto pasado se dio un incremento mayor (de 150 puntos), el anuncio tiene una connotación especial, pues hace un año comenzó esta política monetaria contractiva. Y más que un balance, lo que más interesa en este momento es saber qué está motivando al Emisor a realizar estos fuerte incrementos de los intereses y cuánto más pueden subirlos.
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El Banco de la República (Banrep) no retrocede, no se rinde, hasta bajar la inflación en Colombia. Y así lo demostró este jueves luego de anunciar que subió en 100 puntos básicos su tasa de interés hasta el 10 %, un nivel que no se veía desde hace más de dos décadas. Si bien en agosto pasado se dio un incremento mayor (de 150 puntos), el anuncio tiene una connotación especial, pues hace un año comenzó esta política monetaria contractiva. Y más que un balance, lo que más interesa en este momento es saber qué está motivando al Emisor a realizar estos fuerte incrementos de los intereses y cuánto más pueden subirlos.
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La inflación marca el paso
En septiembre de 2021 el Banco de la República comenzó a subir su tasa de interés con el objetivo de controlar las fuertes presiones inflacionarias que se acentuaban en el país. Y aunque en el último año la tasa de intervención pasó de 1,75 hasta al 10 %, la inflación no cede: la variación anual se situó en 10,8 % en agosto de 2022.
Precisamente, el Banrep justificó el alza de este jueves en que la inflación en agosto se situó por encima del 9,9 % anual esperado por el equipo técnico. Y que la inflación básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo una tendencia creciente superior a la estimada, y alcanzó el 6,9 % anual. Además, las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y se situaron lejos de la meta del 3 %.
“Mientras la inflación se mantenga al alza el Banco de la República se vería presionado a continuar subiendo tasas. Es difícil saber hasta cuándo podrían darse los incrementos, pues todavía hay varios factores que podrían presionar los precios en Colombia. Por un lado está el alza de los precios de la gasolina que anunció el ministro de Hacienda para lo que resta del 2022 ($200 mensuales), pero no sabemos si seguirá en 2023. Y también hay gran incertidumbre por las negociaciones del salario mínimo. Si el incremento salarial vuelve a ser de doble dígito, la inflación del próximo año será más alta de la estimada hasta el momento”, dijo Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa.
De esta manera, la inflación es la aguja que le indica al Banrep qué tanto apretar el acelerador con sus tasas de interés. Hasta que no bajen los precios, no pondrá freno al incremento de los intereses. Y tampoco se pensará en retroceder (bajar tasas).
El problema es que el mismo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que es parte de la junta del Emisor, ha mencionado que los precios están subiendo no por factores de demanda, sino por cuestiones de oferta . Por ejemplo, por la guerra en Ucrania que encareció los fertilizantes y está empujando el precio de los alimentos agrícolas. Por eso el funcionario cuestiona la efectividad de elevar tasas para reducir la inflación en Colombia.
Si bien los efectos del alza de tasas sobre la inflación son debatibles, las consecuencias en la economía ya son claramente visibles. En el último año las tasas de interés hipotecarias fijas para viviendas de interés social han pasado de promediar 10,42 a situarse en 12 % para mayo de 2022 (el dato más reciente de la Superfinanciera). Por su parte, las tasas promedio de las tarjetas de crédito han pasado del 23,6 al 27,5 %, y las de los créditos de consumo del 14,3 al 19,11 %. Además, las tasas de los préstamos corporativos han pasado del 4,97 al 9,76 %, prácticamente se ha duplicado.
La otra presión
El Banco de la República también justificó el incremento de 100 puntos básicos en factores internacionales. “La política monetaria de los países desarrollados se ha tornado más contractiva de lo previsto, lo cual se ha reflejado en un deterioro de las condiciones financieras internacionales y en una significativa depreciación del peso y de otras monedas. Los temores de una recesión global han aumentado induciendo reducciones en el precio de las materias primas”, explicó el Emisor este jueves.
Aunque se habló en plural, es claro que la Reserva Federal es la política monetaria internacional que más preocupa al Banco de la República. La semana pasada el Banco Central estadounidense subió 75 puntos su tasa de interés, pasando la referencia del 2,5 al 3,25 %.
“Definitivamente el aumento de tasas de la Reserva Federal afecta al Banco de la República. Si la Fed sube sus intereses, los inversionistas internacionales van a preferir llevar sus capitales a Estados Unidos, lo que puede provocar devaluación en Colombia. Por eso el Banrep debe reaccionar al incrementar su propia tasa de interés para mantener o atraer los dólares al país”, aseguró Orlando Villabona, profesor de economía de la Universidad Nacional.
Es decir, el Banco de la República enfrenta una presión adicional de mantener una diferencia suficientemente alta respecto a la tasa de interés de la Reserva Federal, y así evitar mayores devaluaciones del peso, lo que también tiene incidencias inflacionarias, dado que cerca del 15 % de la canasta familiar es importada, según cifras de Raddar.
El problema es que las mismas encuestas de la Reserva Federal advierten que se esperan incrementos de tasas hasta el 4,5 % en 2022, lo que implica que seguiría esta presión para el Banco de la República.
Sin embargo, hay analistas que consideran que la meta ya estaría a la vista: “Un tamaño de incremento menor al registrado en las últimas dos reuniones de política, creemos da una señal de proximidad al final del ciclo alcista de tasas. Consideramos así que el banco se encuentra próximo al final de su ciclo alcista. Luego de valorar las sorpresas inflacionarias y las revisiones en el frente de actividad, consideramos que el Emisor podría llevar la tasa de interés a la proximidad del 11,0 % este año y las mantendría estables durante la mayoría de 2023″, aseveró Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.
Este pronóstico está en línea con las encuestas tanto de Fedesarrollo como las del mismo Emisor colombiano. Entonces, quedaría un espacio de 100 puntos básicos de incrementos en la tasa de interés del Banco de la República. Pero todo dependerá de cómo se comporte la inflación en el país.