Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El dólar en Colombia sigue caro, pero al menos ya no rompe máximos históricos todos los días y se encuentra cerca de los $4.700. Tal como pasaba a mediados de julio. Es claro que el país se encuentra en un período de calma que ha llevado a la tasa de cambio a caer más de $300 en dos semanas, e incluso este lunes rondó los $4.200. Por esto, la pregunta inevitable es si lo peor ya pasó, o si sigue el riesgo de nuevas alzas o incluso récords.
También te puede interesar: ¿Qué ha desencadenado la variación del dólar y la inflación elevada?
En el último mes se han dado importantes noticias que se esperaba ayudaran a reducir la devaluación del peso: la designación de José Antonio Ocampo como el entrante ministro de Hacienda, un economista de trayectoria que apoya el mercado y que genera confianza; y el Banco de la República se ha mostrado decidido con las alzas de su tasa de interés, llevándola hasta el 9% el viernes pasado. Una política que debería generar incentivos para inversión y así atraer dólares al país. Sin embargo, estos hitos no han tenido el efecto esperado, los factores externos siguen pesando más sobre el comportamiento de la tasa de cambio.
Por esto, para responder qué pasará con el dólar, primero hay que analizar si ya pasó el efecto provocado por los temores de una recesión en Estados Unidos y en el mundo. Este fenómeno, combinado con las alzas de tasas de interés que ha venido realizando la Reserva Federal para controlar la inflación (en Estados Unidos), fueron los principales responsables de los pasados máximos históricos en el dólar en Colombia.
En teoría ya se puede confirmar que hay una crisis económica. El más reciente reporte de Producto Interno Bruto estadounidense reveló una contracción del 0,9% en el segundo trimestre de 2022. Y dado que en los primeros tres meses del año se dio una contracción del 1,6% del PIB, Estados Unidos está en recesión técnica. Sin embargo, todavía sigue habiendo espacio para la interpretación.
Por ejemplo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo: “Eso no me suena como una recesión”. El mandatario se respalda en los positivos datos laborales: 2,7 millones de nuevos puestos de trabajo generados en el primer semestre del año y la tasa de desempleo está en mínimos de 50 años.
Pero, más allá de las lecturas, el mercado ya ha venido reaccionando a la recesión técnica de Estados Unidos. Pero el dólar en vez de subir, ha venido cayendo. ¿Por qué?
“Los mercados siempre se adelantan. Entonces, el dólar estaba subiendo porque los inversionistas esperaban que Estados Unidos entrara en crisis. Pero dado que ya se confirmó la recesión, ahora se está especulando sobre un escenario de menor crecimiento futuro que está haciendo caer los precios de las materias primas, lo cual terminará influyendo en una menor inflación. Por esto se están generando expectativas de bajas en las tasas de la Reserva Federal en 2023, lo cual debilita la divisa estadounidense”. explicó Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.
No obstante, el analista advierte que “todavía no se puede decir que ya pasó lo peor del dólar. Aún falta saber qué tan profunda será la recesión y qué tanto la Fed sube su tasa de interés. Entre más suba, más profunda será la desaceleración”, agregó Ballén.
De esta manera, aunque se hayan cumplido las expectativas de recesión, todavía se puede revivir la demanda por dólares como refugio en caso de que la crisis sea más profunda de lo esperado. Por esto se deben monitorear de cerca las acciones que tome la Reserva Federal en las tres reuniones que le quedan este año.
Pero también hay un escenario optimista: “que sea una crisis corta, similar a la de 2020. Si la recesión en Estados Unidos es moderada, el dólar va a ir bajando poco a poco hasta ver niveles debajo de los $4.000, incluso $3.800, en tal vez seis meses”, explicó Felipe Campos, gerente de inversión e investigaciones de Alianza Valores.
No obstante, para este analista es un error solo ver a Estados Unidos para analizar el dólar: “Europa representa el principal riesgo cambiario para nosotros. Hay riesgos de que el euro se siga debilitando debido a las proyecciones de desaceleración y de alta inflación. El problema es que cuando el euro se debilita frente al dólar, también suele provocar devaluación de las monedas de economías emergentes como la colombiana”, señaló Campos.
Si bien por ahora los ojos están puestos en el exterior, los factores internos siguen teniendo relevancia para el futuro de la tasa de cambio. Sobre todo porque el país se encuentra ad portas de un cambio de gobierno y la administración Petro ya anunció que una de sus primeras acciones será una reforma tributaria que tiene como objetivo recaudar más de $50 billones. Y también hay expectativa por conocer los detalles de la política de transición energética y su incidencia sobre la industria petrolera colombiana.
De esta manera, las próximas semanas estarán cargadas de noticias y reportes que darán más información sobre la economía estadounidense y europea. Y también se vienen meses intensos en los que la administración Petro empezará a ejecutar sus planes de gobierno. Por esto, se espera que siga la tensión e incertidumbre sobre el dólar. Entonces, la calma que se registra en este momento, puede verse como una oportunidad para comprar divisas a un precio no tan caro.