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La firma calificadora de riesgo Fitch Ratings bajó la calificación de Colombia de BBB a BBB-, con perspectiva negativa. La misma posición anunció Standard and Poor's a finales del mes pasado. Lea más sobre esto en: Perspectiva de la economía colombiana es negativa: Standard & Poor’s
El "debilitamiento" de métricas fiscales claves en medio del remezón económico por cuenta del desplome de los precios del petróleo y los efectos del coronavirus es la razón de fondo que dio Fitch para tomar su decisión.
La firma espera una contracción de la economía colombiana de 0,5 % en 2020, en línea con las perspectivas de organizaciones como el Institute of International Finance, que prevé recesiones económicas en países de América Latina como Argentina, Brasil, México, Chile y Colombia.
Para Fitch, la economía sufrirá un bajonazo por cuenta de la caída en la demanda doméstica y en las exportaciones de petróleo. A eso, dice, le seguirá una modesta recuperación de 2,3 % en 2021. Junto con el deterioro fiscal, Fitch espera un aumento del déficit en cuenta corriente de 4,6 % del PIB 2020, desde el 4,3 % de 2019.
También toma en consideración el menor espacio fiscal del gobierno para enfrentar shocks en la economía por cuenta de la presión por el endeudamiento y en el menor recaudo tributario esperado.
Fitch prevé la ampliación del déficit del gobierno de 2,5 % del PIB en 2019 a 4,5 % en 2020. La deuda del gobierno se espera que aumente hasta el 50 % (desde el 44 % del PIB en 2019 y 30 % de 2013, cuando Colombia subió al grado BBB). Esto, en parte como consecuencia de la devaluación del peso colombiano, pues 30 % de la deuda está en moneda extranjera.
Por cierto, la firma señala un debilitamiento de la credibilidad en las políticas fiscales de mediano plazo. Le puede interesar: Colombia considera cambios a regla fiscal al no frenar deuda
Sobre el déficit seguirán generando presión factores como la necesidad de ampliar paquetes de ayuda en medio de la coyuntura. La perspectiva es negativa teniendo en cuenta también la incertidumbre sobre la duración de la cuarentena (que no es exclusiva de Colombia), el desempeño global y la prolongación de débiles precios del petróleo.
Fitch señala la necesidad de tomar medidas fiscales que permitan un incremento sostenible de ingresos no petroleros. Sin embargo, la perspectiva para esas medidas, añade, son inciertas dada la natural prioridad que tiene la atención de la pandemia Agrega la posibilidad de que las crecientes tensiones sociales (en referencia a las protestas recientes y el esperado aumento en la tasa de desempleo) y la elección presidencial de 2022 desincentiven la implementación de medidas que atajen la debilidad fiscal.
La decisión de Fitch no tardó en generar reacciones entre expertos y analistas. El exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas comentó: "Las calificadoras se están precipitando. Deberían dar un compás de espera a ver cómo se estructura todo el paquete de respuesta a COVID-19".
Del grupo de calificadoras, Moody's es la única que mantiene estable la perspectiva para Colombia.