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En un documento publicado el viernes y aún en discusión por el directorio ejecutivo y los miembros del FMI, un equipo de la entidad monetaria propuso como una de las opciones establecer diferentes niveles mínimos para el precio del carbono para los países según su etapa de desarrollo. La propuesta es paralela al debate sobre una tasa impositiva corporativa mínima global.
La implementación de tres niveles de precios mínimos para EE.UU., China, la Unión Europea, India, el Reino Unido y Canadá, de US$75, US$50 y US$25 por tonelada para los mercados avanzados, emergentes de altos ingresos y emergentes de bajos ingresos, respectivamente, podría ayudar a reducir las emisiones globales en 23% desde los niveles de referencia para 2030, escribió el equipo del FMI. Eso mejoraría enormemente la efectividad del objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados Celsius, según el FMI.
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Centrarse en un pequeño número de grandes emisores “facilitaría las negociaciones y aún podría cubrir un gran porcentaje de las emisiones globales, dando así un gran paso hacia la reducción de los gases de efecto invernadero que necesitamos”, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en declaraciones preparadas para un evento de Brookings Institution.
Si bien un impuesto es una opción para lograr el precio mínimo, también podría funcionar mediante la regulación o comercio de emisiones, dijo Georgieva. Los ingresos podrían usarse para compensar a los hogares por los aumentos de precios y ayudar a las empresas y a los trabajadores a pasar de actividades con altas emisiones de carbono a otras de bajas emisiones, dijo. El plan también sería más efectivo y menos divisivo que los impuestos al carbono de ajuste fronterizo, que son gravámenes sobre el contenido de carbono de las importaciones, dijo.
El plan podría estimular una modesta reducción adicional en las emisiones si se extiende para incluir a todo el Grupo de las 20 economías más grandes, que dentro de una década serán responsables del 85 % de las emisiones de dióxido de carbono proyectadas, según el documento del equipo del FMI.
El precio global del carbono debe aumentar al menos a US$75 la tonelada para 2030 para limitar el calentamiento global a entre 1,5 y 2 grados centígrados, según el documento.
Las discusiones del FMI se suman a las decisiones que anunció el G7 hace unas semanas acerca de su iniciativa de dejar de financiar centrales térmicas de carbón a finales de este año para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Los países más ricos del planeta también se comprometen a “descarbonizar (reducir la emisión de carbono)” de sus fuentes de energía eléctrica a lo largo de la década de 2030, según el comunicado final.
Ello significa reducir de manera drástica el uso del petróleo, el gas y el carbón para producir electricidad.
Los miembros del club de países ricos están comprometidos con el objetivo de lograr la neutralidad en términos de emisiones de carbono “en 2050 a más tardar”. Alemania elevó recientemente sus objetivos climáticos para llegar a ese objetivo en 2045.