Fondo de estabilización cafetero espera US$100 millones al año

El próximo 12 de julio vence el contrato que firmaron en 2006 el Gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros para que ese gremio administrara la cuenta parafiscal de los caficultores, el Fondo Nacional del Café (FNC). Según dijo el presidente Juan Manuel Santos la semana pasada, el contrato le será renovado a la Federación. Así, continuará al frente del fondo que hoy maneja alrededor de $260.000 millones anuales, de lejos, la cuenta de fomento con mayor peso en el sector agropecuario.

El dinero para alimentar el FNC proviene en su mayoría de la contribución cafetera: seis centavos de dólar por cada libra exportada. Con eso se financian bienes y servicios para los cafeteros, como la garantía de compra, la asistencia técnica, comercialización y promoción, e investigación y desarrollo, entre otros. En entrevista con este diario, Roberto Vélez, gerente de la Federación de Cafeteros, aseguró que las condiciones del contrato, que se firmará entre esta y la próxima semana, en esencia se mantienen.

Uno de los cambios que se introducen es la cantidad de recursos que la Federación puede gastar en la administración de la cuenta parafiscal. Hoy existe un máximo de 2,5 centavos que se pueden destinar a esos gastos (de cada seis centavos de contribución). El nuevo contrato dispone que ese techo quedará en tres centavos, sobre lo cual Vélez afirmó que “no quiere decir que vamos a gastar más. Hoy gastamos 2,2 centavos y seguiremos haciendo lo máximo posible para tener el menor costo de administración”.

La reciente liquidación del Fondo Nacional del Ganado (FNG) puso sobre la mesa el tema de la administración de los fondos de fomento. Al respecto, el Gobierno ha expedido una nueva normativa para evitar situaciones similares y para saber cómo reaccionar en caso de que la historia del FNG se repita. De acuerdo con Vélez, a la luz de la nueva reglamentación, no han tenido que amoldarse, “pues como Federación somos totalmente democráticos, tuvimos participación del 67 % en las últimas votaciones (…) y ya estábamos amoldados”, aseguró.

Vélez fue elegido como gerente del gremio en agosto pasado, con la promesa de mejorar el ingreso de los cafeteros. La estructuración de un fondo de estabilización de precios, según lo que le dijo a este diario en julio, hace un año, no era una idea que viera muy viable, pero el tema llegó al debate en el Congreso Nacional de Cafeteros de diciembre. Vélez confirmó a El Espectador que la idea de ese fondo, del que se estima que maneje unos US$100 millones anuales, está lista y será presentada este mes.

“Ya está la definición y tenemos la propuesta técnica. Después seguirá la consecución de los recursos”, explicó el gerente. La Federación saldrá en busca de los fondos en fuentes internacionales, como la banca multilateral u organismos académicos. El fondo de estabilización de precios ha sido una petición constante de los cafeteros para poder amortiguar las caídas de los precios internacionales del grano.

De acuerdo con Vélez, la proyección de la cosecha de este año se mantiene por encima de los 14 millones de sacos. Si bien el fenómeno de El Niño afectó el ingreso cafetero, a causa de la mayor cantidad de pasilla (tipo de grano por el que se paga menor precio), la producción se ha mantenido en buenos niveles: 163.000 sacos de 60 kilos, según el balance de mayo. Hasta ese mes se contaron 5,4 millones de sacos, un crecimiento de 8 % con respecto al mismo período del año anterior.

De cara a la afectación climática, que impactó la calidad de los granos, el gremio adoptó una medida que fue considerada polémica: permitir la exportación de café de menores calidades. “Fue una medida intrépida y arriesgada, pero si no la hubiéramos tomado, habría un problema mucho más grande. Los precios se hubieran caído casi a cero y a los cafeteros les hubiera tocado prácticamente regalar la cosecha. Gracias a la apertura reciben un precio decente”, aseguró Vélez.

Los productores, según el gerente gremial, están mejor preparados para el fenómeno de La Niña que se ha anunciado, a causa de la renovación cafetera de los últimos años. Entre 2010 y 2011 “había 70 % de variedades no resistentes a la roya (que se propaga con mayor facilidad en condiciones húmedas). Hoy esa proporción se ha invertido”. Aun así, es inevitable que haya algún tipo de daño, debido a la menor cantidad de luz que recibirán las plantas.

La temporada de lluvias en Brasil, donde se espera una cosecha cercana a los 55 millones de sacos, ha disminuido la calidad de su café. El precio internacional del grano cerró el pasado viernes en Nueva York (donde ayer era día festivo) por encima de los US$1,46, el más alto del último año. Las ventas externas de café colombiano, que andan de capa caída (8 % menos en mayo), podrían encontrar un alivio pasada la temporada seca y con la facultad de que cualquiera pueda exportar café en pequeñas cantidades a través del correo, otra de las polémicas medidas que ha tomado la Federación.

El próximo 12 de julio vence el contrato que firmaron en 2006 el Gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros para que ese gremio administrara la cuenta parafiscal de los caficultores, el Fondo Nacional del Café (FNC). Según dijo el presidente Juan Manuel Santos la semana pasada, el contrato le será renovado a la Federación. Así, continuará al frente del fondo que hoy maneja alrededor de $260.000 millones anuales, de lejos, la cuenta de fomento con mayor peso en el sector agropecuario.

El dinero para alimentar el FNC proviene en su mayoría de la contribución cafetera: seis centavos de dólar por cada libra exportada. Con eso se financian bienes y servicios para los cafeteros, como la garantía de compra, la asistencia técnica, comercialización y promoción, e investigación y desarrollo, entre otros. En entrevista con este diario, Roberto Vélez, gerente de la Federación de Cafeteros, aseguró que las condiciones del contrato, que se firmará entre esta y la próxima semana, en esencia se mantienen.

Uno de los cambios que se introducen es la cantidad de recursos que la Federación puede gastar en la administración de la cuenta parafiscal. Hoy existe un máximo de 2,5 centavos que se pueden destinar a esos gastos (de cada seis centavos de contribución). El nuevo contrato dispone que ese techo quedará en tres centavos, sobre lo cual Vélez afirmó que “no quiere decir que vamos a gastar más. Hoy gastamos 2,2 centavos y seguiremos haciendo lo máximo posible para tener el menor costo de administración”.

La reciente liquidación del Fondo Nacional del Ganado (FNG) puso sobre la mesa el tema de la administración de los fondos de fomento. Al respecto, el Gobierno ha expedido una nueva normativa para evitar situaciones similares y para saber cómo reaccionar en caso de que la historia del FNG se repita. De acuerdo con Vélez, a la luz de la nueva reglamentación, no han tenido que amoldarse, “pues como Federación somos totalmente democráticos, tuvimos participación del 67 % en las últimas votaciones (…) y ya estábamos amoldados”, aseguró.

Vélez fue elegido como gerente del gremio en agosto pasado, con la promesa de mejorar el ingreso de los cafeteros. La estructuración de un fondo de estabilización de precios, según lo que le dijo a este diario en julio, hace un año, no era una idea que viera muy viable, pero el tema llegó al debate en el Congreso Nacional de Cafeteros de diciembre. Vélez confirmó a El Espectador que la idea de ese fondo, del que se estima que maneje unos US$100 millones anuales, está lista y será presentada este mes.

“Ya está la definición y tenemos la propuesta técnica. Después seguirá la consecución de los recursos”, explicó el gerente. La Federación saldrá en busca de los fondos en fuentes internacionales, como la banca multilateral u organismos académicos. El fondo de estabilización de precios ha sido una petición constante de los cafeteros para poder amortiguar las caídas de los precios internacionales del grano.

De acuerdo con Vélez, la proyección de la cosecha de este año se mantiene por encima de los 14 millones de sacos. Si bien el fenómeno de El Niño afectó el ingreso cafetero, a causa de la mayor cantidad de pasilla (tipo de grano por el que se paga menor precio), la producción se ha mantenido en buenos niveles: 163.000 sacos de 60 kilos, según el balance de mayo. Hasta ese mes se contaron 5,4 millones de sacos, un crecimiento de 8 % con respecto al mismo período del año anterior.

De cara a la afectación climática, que impactó la calidad de los granos, el gremio adoptó una medida que fue considerada polémica: permitir la exportación de café de menores calidades. “Fue una medida intrépida y arriesgada, pero si no la hubiéramos tomado, habría un problema mucho más grande. Los precios se hubieran caído casi a cero y a los cafeteros les hubiera tocado prácticamente regalar la cosecha. Gracias a la apertura reciben un precio decente”, aseguró Vélez.

Los productores, según el gerente gremial, están mejor preparados para el fenómeno de La Niña que se ha anunciado, a causa de la renovación cafetera de los últimos años. Entre 2010 y 2011 “había 70 % de variedades no resistentes a la roya (que se propaga con mayor facilidad en condiciones húmedas). Hoy esa proporción se ha invertido”. Aun así, es inevitable que haya algún tipo de daño, debido a la menor cantidad de luz que recibirán las plantas.

La temporada de lluvias en Brasil, donde se espera una cosecha cercana a los 55 millones de sacos, ha disminuido la calidad de su café. El precio internacional del grano cerró el pasado viernes en Nueva York (donde ayer era día festivo) por encima de los US$1,46, el más alto del último año. Las ventas externas de café colombiano, que andan de capa caída (8 % menos en mayo), podrían encontrar un alivio pasada la temporada seca y con la facultad de que cualquiera pueda exportar café en pequeñas cantidades a través del correo, otra de las polémicas medidas que ha tomado la Federación.