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Los vehículos eléctricos de transporte de pasajeros y los de carga con Norma de emisiones Euro 5 que ingresen al país a partir del segundo semestre del año, en reemplazo de modelos antiguos, quedarán excluidos del cobro del IVA.
Este es uno de los beneficios que ya concretó el Gobierno y que se incluirán en el nuevo esquema de chatarrización, el cual comenzará a implementarse en junio de este año, según pudo conocer El Espectador. A pesar de que se esperaba una política dirigida particularmente a los camioneros, el modelo cobijará también al gremio de buses y taxis.
Sin embargo, la prioridad es para los transportadores de carga pesada, porque fue la situación del sector la que motivó esta estrategia de renovación del parque automotor. Específicamente, el cambio es producto del compromiso adquirido por el Gobierno colombiano con Estados Unidos de terminar con la modalidad de uno a uno.
En el uno a uno, por cada vehículo viejo que se desintegra se permite poner uno nuevo en servicio. Limitar el número de cupos fue la solución para regular hace seis años el equilibrio entre oferta y demanda de camiones luego de decenas de paros en los que los conductores dijeron ver amenazada su actividad económica.
Sin embargo, el Gobierno y la industria estadounidense consideran que la regulación va en contra del libre comercio y distorsiona el mercado, especialmente porque desde que se implementó la modalidad, en 2013, la demanda de camiones pesados colombianos cayó 90 %.
La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, adelantó a finales de 2018 que el proceso de chatarrización se hará en solo tres pasos y sin necesidad de intermediarios. La meta es que con estos incentivos se llegue a desintegrar al menos 10.000 vehículos cada año.
Otra de las facilidades para los transportadores de carga tiene que ver con una línea de crédito del banco de desarrollo Bancoldex con condiciones flexibles (aún no especificadas) para financiar la adquisición de los vehículos nuevos. Para esta el gobierno ya acordó cupo de $500.000 millones. Además, estos préstamos estarán respaldados por el Fondo Nacional de Garantías del Ministerio de Comercio.
Sin embargo, la línea no es nueva, existe desde 2014 como complemento al programa de reposición y chatarrización de vehículos de carga pesada. Según Bancoldex, a la fecha se han desembolsado $62.167 millones en 21 departamentos del país para financiar 312 vehículos de carga con ventajas como plazos de seis años en promedio.
El viceministro de Transporte, Juan Camilo Ostos, explicó que al reemplazar sus vehículos por otros nuevos, los camioneros pueden reducir costos en su operación y, de paso, mitigar el efecto ambiental de la actividad. Se estima que los camiones que llegarían consumen 30 % menos combustible y su mantenimiento sale entre 35 y 40 % más barato respecto a los que circulan en el país. Así mismo, los vehículos euro 5, por ejemplo, son 70 % menos contaminantes.
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Además, de acuerdo con Ostos, varias empresas y gremios estarían desarrollando su propio incentivo. Una de ellas, por ejemplo, prestadora de servicios públicos, apoyaría la compra de nuevos vehículos para sus contratistas con un bono regalo del 10 % del valor de camión.
De acuerdo con cifras de Asecarga, en total en el país hay más de 370.000 vehículos de carga entre volquetas, camiones y tractocamiones. De este total más del 70 % es de servicio público (no sirve a una empresa en particular) y más del 25 % tiene una antigüedad superior a veinte años.