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El gobierno del presidente Petro dispondrá de un Presupuesto General para 2023 de $405,6 billones donde se destacan los recursos para los programas sociales como lucha contra el hambre, ayuda a la tercera edad, educación y seguridad alimentaria, incluidos en presupuesto de inversión por $73,06 billones.
El servicio de la deuda se llevará cerca de $78 billones y para el funcionamiento los recursos serán del orden de los $254,5 billones. La modificación al monto fue de $14,19 billones de los cuales $10,2 billones fortalecerán los programas sociales y subsidios y por lo menos $3,9 billones serán para funcionamiento.
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El monto del Presupuesto General avalado por las Comisiones Económicas provendrá de los ingresos tributarios que presentan uno de los menores dinamismo de los últimos años, de recursos provenientes del Banco de la República, Ecopetrol y de fondos especiales.
Es de las pocas veces que se modifica el monto del Presupuesto General en esa cantidad, pues incrementó en $14,1 billones frente a lo que dejó radicó en julio la administración Duque. A esta el Congreso le aprobó un desfinanciado presupuesto en cerca de $12 billones situación que lo obligó a presentar una ley de financiamiento para tapar ese hueco fiscal.
El gobierno actual ha llevado al Congreso una propuesta fiscal de $25 billones para financiar los programas sociales y aminorar el déficit fiscal que se acerca a 8 % del PIB teniendo en cuenta el faltante que presenta el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC) que según estimaciones de miembros de la presente administración puede superar los $30 billones a finales de este año.
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Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), explicó que “el mayor incremento en el presupuesto general de la nación en 2023 será en Agricultura, educación (infraestructura y gratuidad), Salud (modelo preventivo e infraestructura) Paz Total y Agua potable y saneamiento básico”.
De hecho, El Espectador conoció que cerca de $2,5 billones sería para ajustar salarios del sector público a la inflación, una cifra similar recibiría la cartera agro. Y los programas y políticas de paz podrían recibir otro billón.
Destino de los recursos
De la totalidad del monto, $254,6 billones se destinarán a funcionamiento, $73 billones a inversión y $78 billones al servicio de la deuda, dice el ministerio de Hacienda.
Parte de los recursos de inversión irán a las prioridades establecidas por el actual gobierno: desarrollo agropecuario -en su mayoría reforma agraria-, educación, salud, agua potable y vivienda rural; así como programas para el fomento de la paz -como la sustitución de recursos ilícitos- y lucha contra el hambre.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, agradeció a las comisiones y aseguró que con la adición presupuestal aprobada, se logra compensar la caída de inversión que estaba prevista en el proyecto presentado por el gobierno anterior y que ahora va a tener un crecimiento del 5%. “Esperamos que cuando sea aprobada la Reforma Tributaria contemos con recursos adicionales, ya que aún hay un faltante”, precisó.
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