Golpe a la reputación de Boeing: el accidente que pudo terminar en tragedia
La puerta de un Boeing 737 Max 9 salió disparada durante un vuelo y fue necesario un aterrizaje de emergencia en Portland, Estados Unidos. El accidente pone de nuevo a la empresa en el ojo del huracán. Tres aerolíneas que operan en Colombia usan este modelo de aviones.
La noche del pasado viernes 5 de enero fue aterradora para los 177 pasajeros que viajaban de Portland hacia California (Estados Unidos) en un avión Boeing 737 Max 9, operado por Alaska Airlines.
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La noche del pasado viernes 5 de enero fue aterradora para los 177 pasajeros que viajaban de Portland hacia California (Estados Unidos) en un avión Boeing 737 Max 9, operado por Alaska Airlines.
“Lo primero que pensé fue: ‘Voy a morir’”, dijo a The New York Times Vi Nguyen, una de las pasajeras del avión que tuvo que aterrizar de emergencia porque, en pleno vuelo, una puerta se desprendió de la cabina. Testimonios recopilados por medios internacionales indican que el efecto de “succión”, después de que la cabina perdió su presión normal, le arrancó a un adolescente la camiseta. Por el enorme agujero también salió volando un celular que, curiosamente, sobrevivió a la caída de casi 5.000 metros.
Cuando el fuerte sonido despertó a Vi Nguyen, vio al frente la máscara de oxígeno y luego un gran agujero a un lado del avión. Por fortuna, no hubo víctimas mortales: los pasajeros mantuvieron la calma, la tripulación actuó de prisa y la capitana informó al control de tráfico aéreo que era una emergencia, que estaban “despresurizados” y que necesitaban descender.
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Por razones fortuitas se evitó un desenlace fatal. Casualmente, las dos sillas que estaban al lado del panel que salió volando estaban desocupadas y el hecho ocurrió poco tiempo después del despegue, de ahí que todos los pasajeros llevaban puesto su cinturón de seguridad.
Como era de esperarse, los usuarios y las autoridades exigieron respuestas. La Administración Federal de Aviación (FAA, sigla en inglés) pidió una inspección de los Boeing 737 Max 9, una orden que, según cálculos de la misma agencia reguladora, aplica para 171 aviones. La medida, aunque indispensable, se traduce en cancelaciones de vuelos.
Las inspecciones, de una duración de entre cuatro y ocho horas cada una, no han terminado, pero ya arrojaron resultados nada alentadores para Boeing, pues United Airlines y Alaska Airlines, las aerolíneas con mayor número de Max 9, encontraron tornillos mal ajustados. La primera, que tiene 79 de estos aviones, informó sobre casos relacionados con problemas en la instalación del tapón de la puerta, incluyendo tornillos que necesitaban “un apretón adicional”.
Según información de la Aeronáutica Civil, American Airlines, Aeroméxico y Copa Airlines, tres aerolíneas que operan en Colombia, tienen dentro de su flota este tipo de aviones.
El domingo, Copa informó la suspensión temporal de las operaciones de 21 aeronaves y afirmó que está “brindando todo el apoyo requerido a los pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos”. Aeroméxico también dejó en tierra 19 aviones de este modelo y el lunes señaló que avanza en las inspecciones y que espera que los Max 9 “se reincorporen a la operación en los próximos días”.
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Las aerolíneas, en general, han señalado que su prioridad es la seguridad y recomiendan a los pasajeros consultar en las páginas oficiales el estado de los vuelos en caso de cancelación. De acuerdo con la Aerocivil, en el país todavía no se reportan cancelaciones relacionadas con el tema.
Boeing, en un comunicado del lunes, dijo que mantiene contacto con los operadores a medida que estos realizan las inspecciones requeridas. “Lamentamos el impacto que esto ha tenido en nuestros clientes y en sus pasajeros”, afirmó la multinacional que diseña, fabrica y vende aeronaves.
La reputación de la empresa se estaba recuperando tras la muerte de 346 pasajeros en dos accidentes en su modelo Max 8, uno en 2018 (189 muertos) y otro en 2019 (157 muertos). En pro de la seguridad, las aerolíneas dejaron en tierra los aviones Boeing 737 Max mientras se determinaban las causas: la medida duró casi dos años.
Finalmente, se determinó que los accidentes se produjeron porque el software de control de vuelo entregó información equivocada, poniendo a los aviones en posición de descenso, aunque los pilotos intentaron evitarlo. Cuando las autoridades estadounidenses permitieron que los Boeing 737 Max volvieran a volar, se dijo que esta era la aeronave más examinada de la historia.
Además de las consecuencias financieras y reputacionales, como indica Bloomberg, el accidente actual podría complicar un acuerdo (puntualmente, un acuerdo de enjuiciamiento diferido) de 2021 establecido entre Boeing y el Departamento de Justicia, con el que se resolvió la investigación tras los accidentes. En su momento, el Departamento desestimó un cargo penal contra el fabricante si este demostraba que había reforzado los programas de cumplimiento.
Paul Cassell, exjuez federal que representa a las familias de víctimas de los accidentes, dijo a Bloomberg que en el acuerdo, que en su momento fue criticado, Boeing le prometió al público que se comprometería con la seguridad e implementaría nuevos procedimientos, pero que, en la realidad, “y la gente en ese vuelo de Alaska Airlines lo sabe, parece no estar cumpliendo”.
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Cuando se estrelló el avión de Ethiopian Airlines que operaba la ruta Etiopía-Kenia, en marzo de 2019, cinco meses después del accidente de Lion Air, hubo señalamientos a la empresa y dudas sobre qué tan transparente fue con la información sobre el sistema de control de los 737 Max.
Ahora bien, el escrutinio técnico a Boeing podría ir más allá de los Max 9, teniendo en cuenta que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. (NTSB, sigla en inglés), encargada de investigar accidentes de aviación en ese país, dijo que la investigación se podría ampliar a otros modelos 737 Max, según datos recopilados por Bloomberg.
Para Claudia Velásquez, experta en temas aeronáuticos, que nuevamente se presenten inconvenientes con la fabricación de las aeronaves, hace que la empresa pierda la confianza de sus clientes y del público. “Airbus (empresa francesa) sigue teniendo la ventaja desde el punto de vista de competitividad en temas de calidad y fiabilidad frente a Boeing. Para las aerolíneas, poner los aviones en tierra genera un gran impacto”, dijo a este diario.
El golpe económico, a la vez, puede afectar a otros eslabones de la cadena en Estados Unidos. Las acciones de la empresa vienen cayendo desde la jornada del lunes, después de una temporada de recuperación económica. De hecho, 2023 fue un buen año para la multinacional, que reportó en diciembre un récord de pedidos de 737 Max y cerró con el mayor registró en ventas mensuales de ese mismo modelo.
Hasta ahora se sabe que el panel de la puerta del avión se deslizó hacia arriba, pero los expertos no han encontrado los cuatro pernos que evitan que eso ocurra y siguen los análisis y el examen de la evidencia para determinar a ciencia cierta qué fue lo que pasó en el avión y quién es el responsable.
Tampoco es posible prever los impactos que el aterrizaje de emergencia tendrá para las Boeing ni para la industria aeronáutica en general, pero es claro que el hecho marca el inicio de otro capítulo accidentado en la historia del principal exportador de Estados Unidos.
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