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Los acreedores de Grecia en la zona euro llegaron a un histórico acuerdo para flexibilizar los términos de reembolso de parte de la montaña de deuda del país, allanando el camino para que este salga del rescate que lo mantuvo a flote desde 2010.
El acuerdo de deuda alcanzado en Luxemburgo por los ministros de Hacienda del bloque llega tras meses de agrias conversaciones y en momentos en que el país mediterráneo tiene previsto dejar su programa de rescate en agosto. Un acuerdo para flexibilizar el pago de la deuda griega desde hace mucho se considera un elemento clave del retorno exitoso del país a la salud económica y a poder volver a incursionar en los mercados financieros.
En las primeras horas de la mañana se llegó a un acuerdo en tanto los intentos de lograr una solución intermedia repetidamente se estrellaban contra una pared. El país más reticente era Alemania, que se negaba a conceder más dinero a Atenas. En el acuerdo definitivo, Berlín aprobó una mayor extensión de los plazos de vencimiento pero consiguió limitar el tramo de dinero de rescate.
“El acuerdo es una buena noticia para Grecia y refleja el lado optimista de lo que se esperaba”, dijo Athanasios Vamvakidis, estratega de Bank of America Merrill Lynch en Londres. “Grecia gana más tiempo y la deuda se vuelve sostenible, al menos en los papeles. El acuerdo también incluye un claro marco de supervisión posterior al programa para garantizar que Grecia respete las metas. Los mercados están tranquilos por ahora. Pero depende de Grecia tener éxito. La clave es el crecimiento”.
Los bonos griegos subieron luego de la decisión del Eurogrupo. El rendimiento de su deuda a 10 años cayó 23 puntos básicos a 4,01 %. El diferencial con respecto a los bonos alemanes comparables se redujo a 375 puntos básicos.
Período de gracia
Conforme al plan de alivio de deuda acordado, los plazos de vencimiento de 96.600 millones de euros (US$112.000 millones) de préstamos que ha recibido Grecia en su segundo rescate serían extendidos 10 años. La extensión estará acompañada por un período de gracia de 10 años de los pagos de intereses y amortizaciones sobre los mismos préstamos.
Ambas medidas son parte de un paquete de medidas más amplio destinado a garantizar que Grecia pueda cumplir con el servicio de su deuda en las próximas décadas.
“Creemos que la deuda ahora es viable, ahora podemos acceder a los mercados y, en un contexto de supervisión y continuando con nuestras reformas, podemos llevar adelante esto”, declaró el ministro de Hacienda de Grecia, Euclides Tsakalotos, después de la reunión.
Los acreedores también acordaron un desembolso final de 15.000 millones de euros destinado a ayudar a Grecia a pagar importes pendientes, financiar la deuda que venza y crear una reserva de efectivo de 24.100 millones de euros que la ayudará a acceder a los mercados financieros. Parte de ese dinero podría usarse para recomprar la deuda que tiene con el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo, que es más cara y vence antes.