Los representantes de cuatro asociaciones de grandes usuarios en Colombia, Chile, Argentina y Panamá publicaron un documento para contribuir al desarrollo del sector energético, focalizado en gestión de la demanda.
Los gremios ASOENERGÍA, ACENOR, AGUERRA y AGRANDEL, apuntaron que la gestión integral incluye no solo la eficiencia y auditorías energéticas, sino la proyección de autoabastecimiento, la autogeneración y el auto almacenamiento, así como cambios en el uso de los recursos y la optimización del costo energético.
De acuerdo con las asociaciones, las tarifas, los esquemas de precios y mecanismos de participación de la demanda “son reales habilitadores del cambio”.
El panorama energético de la región
En Colombia, ASOENERGÍA señaló que no existen tarifas dinámicas y cada usuario solo puede tener un proveedor de energía. Recientemente se aprobó un mecanismo temporal para permitir la participación de la demanda en el mercado, pero aún está en evaluación.
Para Chile, ACENOR agregó que solo las empresas con activos de generación pueden acceder al mercado de corto plazo mayorista.
En el caso de Panamá, AGRANDEL apuntó que ve con buenas luces la ley del sector eléctrico, en la que la Gestión Integral de la Demanda daría cabida a nuevas figuras como el comercializador.
La legislación Argentina, apuntó AGUERRA, contempla un sistema donde los Grandes Usuarios (GU) pueden reducir su demanda de energía si el organismo encargado lo solicita. Actualmente, el gremio está trabajando para fortalecer este sistema de reducción voluntaria de demanda, con el objetivo de que sea impulsado por incentivos económicos.
La propuesta de los gremios
Para mejorar la gestión, se requieren políticas, regulación, programas de apoyo y financiación, mecanismos de implementación, instituciones y agentes responsables y mecanismos de remuneración efectivos de mercado. Sin embargo, la flexibilidad de la demanda requiere una remuneración justa para evitar cortes forzosos.
Por otro lado, cuestionaron la velocidad de implementación de la transición energética. Para las asociaciones, esto depende más de la demanda que de la oferta.
El modelo que proponen es la gestión integral de la demanda, lo que implica profundizar en el uso de tecnologías, como la Infraestructura de Medición Avanzada, el almacenamiento y la eficiencia energética. Por tal motivo, será crucial evaluar el impacto en toda la cadena del mercado.
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