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Los principales gremios del Caribe le solicitaron al ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, que el racionamiento de gas natural propuesto para finales de octubre y principios de noviembre de 2024 no se limite exclusivamente a la región Caribe, sino que se aplique en todo el país.
La petición surge ante la preocupación por la crisis energética que afecta a las plantas termoeléctricas de la región, exacerbada por tres factores críticos: el bajo nivel de los embalses hidroeléctricos, la necesidad de que las termoeléctricas de la región operen al máximo para suplir la demanda energética nacional y las limitaciones en el suministro de gas importado debido al mantenimiento programado de la planta de regasificación SPEC en Cartagena.
El proyecto de resolución del Gobierno advierte que la crisis energética actual podría reducir entre 5 % y 12 % de la demanda energética de la costa Caribe, afectando la generación de energía eléctrica. Según los cálculos, esto podría traducirse en una reducción de 46.700 MWh, lo que ha encendido las alarmas en los gremios de la región.
A pesar de que esta situación afecta particularmente al Caribe, los gremios insisten en que se trata de una crisis nacional que requiere una solución equitativa. El racionamiento propuesto para el Caribe afectaría entre 30 % y 40 % de su suministro de gas natural, mientras que, si se distribuyera a nivel nacional, la afectación se reduciría a 5 %-7 % del total del país.
¿Cuál es la solución?
Los gremios del Caribe proponen varias soluciones para mitigar el impacto del racionamiento y evitar un apagón en la región. En primer lugar, solicitan que el racionamiento de gas natural se aplique en todo el territorio nacional para repartir equitativamente la carga de la crisis energética. Además, sugieren que se utilice parte del gas disponible en las termoeléctricas del interior del país para abastecer a las plantas de la región Caribe. También exploran la posibilidad de transportar gas desde el interior hacia la costa, afirmando que no existen restricciones físicas para lograr este abastecimiento.
El racionamiento propuesto se debe a varios factores, entre los que destaca el bajo nivel de los embalses hidroeléctricos, que ha caído a 53,53%, el nivel más bajo en esta época del año, según los datos históricos. Esta caída en los embalses se debe a una disminución del 40% en los aportes hidrológicos, un fenómeno que se ha agravado por el lento desarrollo de La Niña.
Ante esta situación, las plantas termoeléctricas de la región Caribe han tenido que operar al máximo para suplir la demanda de energía. Sin embargo, las restricciones en el suministro de gas natural importado han dificultado esta operación, lo que ha llevado a la propuesta de racionamiento.
Esta medida se centraría en la costa Caribe, pero los gremios han expresado su preocupación por las repercusiones económicas y sociales de esta medida. Según su propuesta, repartir el racionamiento a nivel nacional sería una medida más justa y equitativa que ayudaría a evitar una crisis energética que afecte de manera desproporcionada a la región Caribe.
Además, sugieren que el Gobierno evalúe medidas más flexibles para mitigar la crisis, como la redistribución de gas natural entre regiones o la implementación de fuentes de energía alternativas para compensar la falta de gas.
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