Hambre en Colombia: las duras cifras de la alimentación en el país
El hambre y la seguridad alimentaria son problemas que van más allá de la producción y distribución de alimento: son asuntos centrales para el bienestar económico y social de un país. También están conectados con temas como el cambio climático y la transición energética.
De acuerdo con las cifras más recientes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un 9,2 % de la población global se encontraba subalimentada en 2022. Esto significa que el hambre afectó a un rango de entre 691 y 783 millones de personas.
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De acuerdo con las cifras más recientes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un 9,2 % de la población global se encontraba subalimentada en 2022. Esto significa que el hambre afectó a un rango de entre 691 y 783 millones de personas.
El problema creció un 1,3 % entre 2019 y 2022, en buena parte por las dificultades y crisis regionales que introdujo la pandemia, lo que significa que, en 2022, 122 millones de personas más sufrieron hambre en comparación con el referente prepandemia, 2019.
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Más allá del hambre, la inseguridad alimentaria afectó a casi el 30 % de la población mundial. En otras palabras, durante el año pasado, 2.400 millones de personas se encontraron en situación de inseguridad alimentaria, según la FAO.
En Colombia el panorama del hambre y la seguridad alimentaria tiene puntos críticos, especialmente en la región Caribe.
De acuerdo con información del Programa Mundial de Alimentos, una organización de la ONU (al igual que la FAO), 15,5 millones de personas no lograron tener acceso a los alimentos de manera satisfactoria y experimentaron alguna dificultad para cubrir sus necesidades básicas de alimentos en 2022.
El problema del hambre tiene consecuencias en un buen número de renglones sociales y económicos: es un tema determinante para el desempeño escolar y la eficiencia del sistema educativo, pero a la vez es fuente de inestabilidad económica y social.
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Lo que muestran los datos del Programa y la FAO es que el problema del hambre excede los horizontes de la agricultura y la producción de alimentos, aunque una de sus grandes anclas se encuentre en este punto. La seguridad alimentaria es, hoy por hoy, un asunto que va de la mano de la crisis climática y las transformaciones energéticas de los países. En otras palabras, por obvio que pueda sonar, el hambre es un problema central si se quiere pensar en cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o hablar de cosas como equidad y justicia social.
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