IATA pide US$200.000 millones de ayuda de emergencia para aerolíneas
Las aerolíneas Deutsche Lufthansa AG y Delta Air Lines han cesado los vuelos de un total de 1.500 aviones y Qantas Airways Ltd. despidió a cerca de 30.000 empleados en algunos de los recortes más profundos de la industria hasta la fecha.
AFP y Bloomberg.
Las compañías aéreas, muy afectadas por la pandemia del coronavirus, necesitan una ayuda de emergencia de al menos US$200.000 millones, según cálculos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Esta ayuda puede traducirse en "un apoyo financiero directo" a las compañías de transporte de pasajeros y de mercancías para compensar su carencia de ingresos, pero también podría consistir en préstamos y garantías por parte de los gobiernos y bancos centrales o exoneración de impuestos y tasas, dice la IATA en un comunicado.
El 5 de marzo, IATA estimaba que el virus ya ha causado más de 9.000 muertes, podría costar al transporte aéreo hasta US$113.000 millones en pérdidas de ingresos en 2020.
Lea también: Sin casos de contagio local por coronavirus los chinos aún no pueden cantar victoria
Pero las condiciones se han deteriorado claramente desde entonces con la prohibición estadounidense a los viajeros procedentes de Europa de entrar en su territorio y el cierre a los no europeos del espacio Schengen.
"Frenar la propagación de la covid-19 es la prioridad absoluta de los gobiernos", afirma el director general de la IATA, Alexandre de Juniac, en el comunicado. "Pero deben darse cuenta que la emergencia de la salud pública se convirtió en una catástrofe para las economías y para la aviación".
IATA, que reúne a 290 compañías que representan 82 % del tráfico mundial, pide en particular a los países de África y Oriente Medio que ayuden a sus compañías cuyas dificultades amenazan "millones de empleos" directos e indirectos.
"La crisis que atraviesa el sector es mucho más grave y más amplia que después de (los atentados del) 11 de septiembre, la epidemia de SARS (en 2002-2003) o la crisis financiera mundial de 2008", advierte Alexandre de Juniac.
"Las aerolíneas luchan por sobrevivir. Se han suspendido numerosas rutas en África y Oriente y la demanda ha disminuido hasta un 60 % en las rutas que se mantienen", subraya el expresidente de Air France-KLM.
Lea: ¿Cuánto tiempo vamos a durar en modo “coronavirus”?)
Según IATA, la participación del transporte aéreo en la economía africana es de 55.800 millones de dólares, favorece 6.200.000 puestos de trabajo y contribuye con un 2,6% al producto interno bruto del continente.
En Oriente Medio, estas cifras ascienden a US$130.000 millones, 2,4 millones de puestos de trabajo y 4,4 % del PIB, respectivamente.
En ambas regiones, los transportistas han puesto en marcha planes de ahorro para limitar el impacto de la pandemia, pero sus reservas de efectivo no superan en promedio los dos meses.
Tres grandes aerolíneas mundiales toman medidas sin precedentes
Tres de las principales aerolíneas del mundo han expuesto la devastación que el coronavirus está infligiendo en el sector de los viajes aéreos. Deutsche Lufthansa AG y Delta Air Lines Inc. han cesado los vuelos de un total de 1.500 aviones y Qantas Airways Ltd. despidió a cerca de 30.000 empleados en algunos de los recortes más profundos de la industria hasta la fecha.Las medidas en Lufthansa, la mayor operadora de Europa, van aún más allá. El responsable ejecutivo, Carsten Spohr, dijo el jueves que eliminará el 95 % de la capacidad, reduciendo los vuelos a un nivel visto por última vez en 1955. Delta ha dejado en tierra la mitad de la flota para eliminar el 70 % de la capacidad, mientras que Qantas, que lleva semanas inactiva, cesa las operaciones internacionales.
“El coronavirus ha puesto a toda la economía mundial y a nuestra compañía en un estado de emergencia sin precedentes”, dijo Spohr. “Nadie puede prever las consecuencias. Tenemos que contrarrestar esta situación extraordinaria con medidas drásticas y a veces dolorosas”.
Le puede interesar: Coronavirus: ¿Y la estrategia económica para los vulnerables?
Los recortes ponen de relieve la desesperación de las aerolíneas a medida que reducen sus operaciones en medio de un colapso de la demanda y medidas para cerrar las fronteras nacionales. Para muchas operadoras, ello significa el cese del negocio y la introducción de medidas draconianas para evitar una hemorragia de efectivo mientras el virus continúa haciendo estragos.
“Cuanto más dure esta crisis, más probabilidad hay de que el futuro de la aviación no pueda garantizarse sin ayuda estatal”, dijo Spohr, después de que las nuevas reservas en Lufthansa para la semana hasta el 15 de marzo cayeran casi un 70 %.
El responsable de Delta, Ed Bastian, dijo al personal el miércoles que los ingresos de este mes caerán en casi US$2.000 millones respecto al año anterior, y se proyecta que abril será aún peor. Alrededor de 10.000 trabajadores de Delta han solicitado un permiso voluntario y 5.000 asistentes de vuelo han aceptado la jubilación anticipada.
“Tomar decisiones rápidas ahora para reducir las pérdidas y preservar el efectivo nos proporcionará los recursos para recuperarnos al otro lado de esta crisis”, dijo Bastian en una circular publicada por la aerolínea.
Qantas cesó a la mayor parte de su fuerza laboral de 30.000 trabajadores. La compañía australiana y la unidad de bajo costo Jetstar suspenderán los servicios en el extranjero desde finales de marzo hasta al menos finales de mayo, dijo el jueves, con un recorte de las operaciones nacionales del 60%.
El máximo ejecutivo, Alan Joyce, dijo en un comentario a los empleados que la demanda se había evaporado. “No tenemos trabajo para la mayoría de nuestra gente”, dijo. “Tenemos que tomar decisiones difíciles para garantizar el futuro de la aerolínea nacional”.
En Lufthansa solo sobrevivirán unos cuantos servicios, entre ellos vuelos para repatriar a alemanes que han quedado en el extranjero y ayudar a mantener las cadenas de suministro del país.
El analista de Sanford C. Bernstein, Daniel Roeska, elogió a la aerolínea por proporcionar información más concreta que otras compañías. La aerolínea señaló que las reducciones de capacidad eliminarán el 60 % de los costos operativos, como el combustible, las tarifas aeroportuarias y los gastos relacionados con los pasajeros, y que su objetivo es reducir los costos fijos restantes en una tercera parte.
Las compañías aéreas, muy afectadas por la pandemia del coronavirus, necesitan una ayuda de emergencia de al menos US$200.000 millones, según cálculos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Esta ayuda puede traducirse en "un apoyo financiero directo" a las compañías de transporte de pasajeros y de mercancías para compensar su carencia de ingresos, pero también podría consistir en préstamos y garantías por parte de los gobiernos y bancos centrales o exoneración de impuestos y tasas, dice la IATA en un comunicado.
El 5 de marzo, IATA estimaba que el virus ya ha causado más de 9.000 muertes, podría costar al transporte aéreo hasta US$113.000 millones en pérdidas de ingresos en 2020.
Lea también: Sin casos de contagio local por coronavirus los chinos aún no pueden cantar victoria
Pero las condiciones se han deteriorado claramente desde entonces con la prohibición estadounidense a los viajeros procedentes de Europa de entrar en su territorio y el cierre a los no europeos del espacio Schengen.
"Frenar la propagación de la covid-19 es la prioridad absoluta de los gobiernos", afirma el director general de la IATA, Alexandre de Juniac, en el comunicado. "Pero deben darse cuenta que la emergencia de la salud pública se convirtió en una catástrofe para las economías y para la aviación".
IATA, que reúne a 290 compañías que representan 82 % del tráfico mundial, pide en particular a los países de África y Oriente Medio que ayuden a sus compañías cuyas dificultades amenazan "millones de empleos" directos e indirectos.
"La crisis que atraviesa el sector es mucho más grave y más amplia que después de (los atentados del) 11 de septiembre, la epidemia de SARS (en 2002-2003) o la crisis financiera mundial de 2008", advierte Alexandre de Juniac.
"Las aerolíneas luchan por sobrevivir. Se han suspendido numerosas rutas en África y Oriente y la demanda ha disminuido hasta un 60 % en las rutas que se mantienen", subraya el expresidente de Air France-KLM.
Lea: ¿Cuánto tiempo vamos a durar en modo “coronavirus”?)
Según IATA, la participación del transporte aéreo en la economía africana es de 55.800 millones de dólares, favorece 6.200.000 puestos de trabajo y contribuye con un 2,6% al producto interno bruto del continente.
En Oriente Medio, estas cifras ascienden a US$130.000 millones, 2,4 millones de puestos de trabajo y 4,4 % del PIB, respectivamente.
En ambas regiones, los transportistas han puesto en marcha planes de ahorro para limitar el impacto de la pandemia, pero sus reservas de efectivo no superan en promedio los dos meses.
Tres grandes aerolíneas mundiales toman medidas sin precedentes
Tres de las principales aerolíneas del mundo han expuesto la devastación que el coronavirus está infligiendo en el sector de los viajes aéreos. Deutsche Lufthansa AG y Delta Air Lines Inc. han cesado los vuelos de un total de 1.500 aviones y Qantas Airways Ltd. despidió a cerca de 30.000 empleados en algunos de los recortes más profundos de la industria hasta la fecha.Las medidas en Lufthansa, la mayor operadora de Europa, van aún más allá. El responsable ejecutivo, Carsten Spohr, dijo el jueves que eliminará el 95 % de la capacidad, reduciendo los vuelos a un nivel visto por última vez en 1955. Delta ha dejado en tierra la mitad de la flota para eliminar el 70 % de la capacidad, mientras que Qantas, que lleva semanas inactiva, cesa las operaciones internacionales.
“El coronavirus ha puesto a toda la economía mundial y a nuestra compañía en un estado de emergencia sin precedentes”, dijo Spohr. “Nadie puede prever las consecuencias. Tenemos que contrarrestar esta situación extraordinaria con medidas drásticas y a veces dolorosas”.
Le puede interesar: Coronavirus: ¿Y la estrategia económica para los vulnerables?
Los recortes ponen de relieve la desesperación de las aerolíneas a medida que reducen sus operaciones en medio de un colapso de la demanda y medidas para cerrar las fronteras nacionales. Para muchas operadoras, ello significa el cese del negocio y la introducción de medidas draconianas para evitar una hemorragia de efectivo mientras el virus continúa haciendo estragos.
“Cuanto más dure esta crisis, más probabilidad hay de que el futuro de la aviación no pueda garantizarse sin ayuda estatal”, dijo Spohr, después de que las nuevas reservas en Lufthansa para la semana hasta el 15 de marzo cayeran casi un 70 %.
El responsable de Delta, Ed Bastian, dijo al personal el miércoles que los ingresos de este mes caerán en casi US$2.000 millones respecto al año anterior, y se proyecta que abril será aún peor. Alrededor de 10.000 trabajadores de Delta han solicitado un permiso voluntario y 5.000 asistentes de vuelo han aceptado la jubilación anticipada.
“Tomar decisiones rápidas ahora para reducir las pérdidas y preservar el efectivo nos proporcionará los recursos para recuperarnos al otro lado de esta crisis”, dijo Bastian en una circular publicada por la aerolínea.
Qantas cesó a la mayor parte de su fuerza laboral de 30.000 trabajadores. La compañía australiana y la unidad de bajo costo Jetstar suspenderán los servicios en el extranjero desde finales de marzo hasta al menos finales de mayo, dijo el jueves, con un recorte de las operaciones nacionales del 60%.
El máximo ejecutivo, Alan Joyce, dijo en un comentario a los empleados que la demanda se había evaporado. “No tenemos trabajo para la mayoría de nuestra gente”, dijo. “Tenemos que tomar decisiones difíciles para garantizar el futuro de la aerolínea nacional”.
En Lufthansa solo sobrevivirán unos cuantos servicios, entre ellos vuelos para repatriar a alemanes que han quedado en el extranjero y ayudar a mantener las cadenas de suministro del país.
El analista de Sanford C. Bernstein, Daniel Roeska, elogió a la aerolínea por proporcionar información más concreta que otras compañías. La aerolínea señaló que las reducciones de capacidad eliminarán el 60 % de los costos operativos, como el combustible, las tarifas aeroportuarias y los gastos relacionados con los pasajeros, y que su objetivo es reducir los costos fijos restantes en una tercera parte.