Inclusión financiera de las mujeres: otro pendiente en Colombia
Solo el 10 % de las mujeres dispone de crédito en el mundo. En el país, cuatro de cada cinco no alcanzan niveles óptimos de inclusión financiera. Este es un camino que debemos recorrer.
La crisis desatada por la pandemia afectó especialmente a las mujeres, entre otras razones, porque no están incluidas de manera equitativa en el sistema financiero, así lo indica el documento Inclusión financiera de las mujeres, claves para una recuperación transformadora de la economía post Covid-19 en América Latina y el Caribe, de ONU Mujeres. Esta falta de inclusión es un “factor de vulnerabilidad que dificulta su autonomía económica”, pero que además retrasa la reactivación de la región.
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La crisis desatada por la pandemia afectó especialmente a las mujeres, entre otras razones, porque no están incluidas de manera equitativa en el sistema financiero, así lo indica el documento Inclusión financiera de las mujeres, claves para una recuperación transformadora de la economía post Covid-19 en América Latina y el Caribe, de ONU Mujeres. Esta falta de inclusión es un “factor de vulnerabilidad que dificulta su autonomía económica”, pero que además retrasa la reactivación de la región.
La situación se relaciona, sin duda, con los obstáculos que enfrentan las mujeres en el mercado laboral. “Están sobrerrepresentadas en sectores económicos de menor rendimiento, presentan dificultades para acceder a puestos de decisión, se concentran en empleos informales, empresas pequeñas y reciben salarios bajos”. Al mismo tiempo, se chocan con mayores dificultades para acceder a servicios financieros y de inversión y, por ende, tienen menor capacidad para enfrentar la crisis. A este panorama se suma la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidado.
Es un círculo vicioso. “Las empresas lideradas por mujeres enfrentan una brecha de acceso a créditos productivos”, lo cual limita su capacidad de invertir y crecer en el mercado. Sin crecimiento, se alejan más de cumplir con los criterios para acceder a créditos.
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Cifras de esa misma organización indican que solo el 49 % de las mujeres tiene una cuenta bancaria, 11 % ahorra y 10 % dispone de crédito. En cuanto a las empresas lideradas por mujeres, solamente una de cada cinco exporta a los mercados internacionales. Si hablamos de cargos gerenciales, la participación de las mujeres es del 27 % y en América Latina solo llega al 2 %.
Inclusión financiera de las mujeres en Colombia
Solo el 23 % de las mujeres en Colombia estaban en un nivel óptimo de inclusión financiera para 2022, una cifra que representa una mejora importante frente al dato de 2021 (12 %), pero que sigue siendo muy baja, según datos analizados en el estudio Brecha de género en la inclusión financiera 2022, publicado por el Grupo Credicorp.
El informe clasifica como persona con nivel óptimo de inclusión financiera a quienes tienen acceso a los productos y servicios, los usan de manera eficiente y generan una relación informada, sana y positiva con el sistema financiero.
Si bien los datos revelan una disminución en la brecha de género (que pasó de 6 % al 4 % en un año), también dejan sobre la mesa, como explica Mariela Ramírez, vicepresidente financiera de Mibanco Colombia, importantes desafíos, teniendo en cuenta que cuatro de cada cinco mujeres no cuenta con un nivel óptimo de inclusión financiera.
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Cifras sobre Colombia para tener en cuenta
📍 Los hombres realizan 5,4 transacciones financieras al mes, las mujeres realizan 4 al mes. Un resultado por debajo de la media regional (hombres, 6,5 transacciones al mes y mujeres, 5,8).
📍 Las mujeres en Colombia confían más en el sistema financiero (36 %) que los hombres (38 %).
📍 La tenencia de billeteras móviles entre las mujeres pasó de 25 % en 2021 a 45 % en 2022.
Las mujeres con menores niveles de inclusión
En los ocho países analizados en el estudio de Credicorp (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú), las mujeres que viven en zonas urbanas (25 %) están más incluidas en el sistema financiero que las mujeres de zonas rurales (16 %). Una de cada dos mujeres en niveles socioeconómicos bajos y en zonas rurales se encuentra en un nivel bajo de inclusión financiera.
Por ocupación, las mujeres dedicadas a las labores del hogar y pensionadas son las que reportan menores niveles de inclusión, con 68 % y 65 % en el nivel bajo. Los resultados también muestran que las mujeres indígenas tienen un menor nivel de inclusión, (69 % en el nivel bajo).
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El nivel educativo también implica diferencias importantes. En Colombia, por ejemplo, de las mujeres que no tienen estudios, solo el 6 % cuenta con una tarjeta débito y el 1 % con cuenta de ahorros. La edad es otro factor a tener en cuenta, las mujeres entre 18 y 25 años son usuarias frecuentes del sistema financiero, con 6,3 transacciones mensuales en promedio, mientras que las mayores de 43 años realizan 2,5 operaciones mensuales.
Inclusión financiera en la región
La brecha de género más grande en la región se encuentra en Panamá, donde el 48 % de hombres alcanza un nivel logrado de inclusión financiera, frente al 37 % de las mujeres; seguida por Ecuador (25 % versus 32 %) y Perú (14 % versus 21 %).
Entre 2021 y 2022 aumentó la inclusión financiera de las mujeres en la región, pasando del 11 % a 23 %. Para el caso de los hombres, 28 % alcanzó este nivel, en comparación con el 21 % en 2021. Así las cosas, la brecha de género regional paso de 10 % a 5 %.
El documento no detalla qué porcentaje de hombres y mujeres en Colombia se encuentran en proceso o en nivel bajo de inclusión financiera, pero sí en la región. El nivel bajo en las mujeres es del 42 % y para los hombres del 36 %, mientras en la categoría en proceso está el 35 % de las mujeres y el 36 % de los hombres.
De todas formas, solo dos de cada 10 mujeres en la región están plenamente incluidas. Dentro del estudio, la dimensión con peores resultados es la de uso de productos y servicios financieros, con 44 % de las mujeres en nivel bajo, 34 % en progreso y solo 22 % logrado.
La inclusión financiera, un propósito
Para lograr la inclusión financiera, ONU Mujeres recomienda incorporar la perspectiva de género “en el diseño de políticas, programas y regulaciones”.
Como dijo a este diario Ramírez, la inclusión financiera de las mujeres, entendida como la interacción eficiente y saludable con el sistema financiero, “puede reducir otras brechas (...) incidir en el acceso a educación, a nuevas herramientas digitales y al empoderamiento económico”. A fin de cuentas, la salud financiera de las mujeres nos beneficia a todos y todas.
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