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La confianza de los consumidores viene mejorando según los resultados de la más reciente medición de la Encuesta de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo. Hay un fuerte repunte tanto en el índice de expectativas del consumidor como en el índice de condiciones económicas.
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En mayo, el Índice de Confianza del Consumidor registró el valor más alto desde julio de 2015 con 8,9 %. Esto representa un incremento de 7,4 puntos porcentuales frente al pasado mes de abril y 25,8 puntos porcentuales frente a mayo de 2017.
La variación respecto a abril se explica por incrementos de 7,5 puntos porcentuales en el índice de expectativas del consumidor y de 7,3 puntos porcentuales en el indicador de condiciones económicas.
El resultado de mayo muestra, según Fedesarrollo, “un fuerte incremento en la disposición de los consumidores a comprar bienes durables, un mejor resultado en la valoración del país, que mantiene una tendencia de recuperación desde el tercer trimestre de 2017 aunque aún está en terreno negativo, y un incremento en la valoración del hogar, que continua consolidándose en terreno positivo”.
De hecho, la confianza de los consumidores mejoró en tres de las cinco ciudades encuestadas respecto al mes pasado, principalmente en Medellín, y frente al mismo mes de 2017, la confianza aumentó en todas las ciudades analizadas.
Uno de los frentes analizados revela que la disposición a comprar vivienda disminuyó en mayo frente al mes anterior, pero fue mayor a la observada en mayo de 2017. “Frente al mes anterior, este indicador presentó una mejora en tres de las cinco ciudades encuestadas: Bogotá, Medellín y Barranquilla”.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseguró que los resultados son una muestra clarísima y contundente que hay una recuperación y dijo que los colombianos ven hoy mejores condiciones de la economía y esperan un buen desempeño en el futuro. “Estamos más optimistas; la evaluación de los hogares sobre nuestra situación es hoy mucho mejor y las perspectivas para el próximo año son más favorables. Eso se traduce en una mayor disposición a comprar bienes de consumo durable, lo que es bueno para la economía porque es más demanda, que de paso aumenta la producción industrial, como hemos visto en los últimos meses”.
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El índice reúne cinco componentes, los primeros tres hacen referencia a las expectativas de los hogares a un año vista, mientras que los otros dos hacen alusión a la percepción de los consumidores acerca de la situación económica actual.