¿Qué elementos están impulsando la inflación en Colombia? Expertos responden
Aunque la inflación continúa en una senda de desaceleración, la carestía de la canasta básica sigue siendo importante. Así se comportaría el aumento de los precios en lo que resta del año, ya que el DANE está próximo a publicar su más reciente reporte del IPC.
Diego Ojeda
Si usted no ha estado pendiente del partido de la inflación, no se preocupe. Para que se haga una idea rápida, este es un tema que el grueso lo está viendo de dos formas: los que ven el vaso medio lleno dirían que viene a la baja (pues de enero a julio ha disminuido 1,47 % en sus variaciones anuales), lo que haría posible que la carestía termine llegando a niveles más aceptables en los próximos meses; mientras que quienes ven el vaso medio vacío dirán que todo sigue estando caro y que la desaceleración de los precios no se está dando a un ritmo acelerado (la más reciente medición del DANE indica una variación del 11,78 %).
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Si usted no ha estado pendiente del partido de la inflación, no se preocupe. Para que se haga una idea rápida, este es un tema que el grueso lo está viendo de dos formas: los que ven el vaso medio lleno dirían que viene a la baja (pues de enero a julio ha disminuido 1,47 % en sus variaciones anuales), lo que haría posible que la carestía termine llegando a niveles más aceptables en los próximos meses; mientras que quienes ven el vaso medio vacío dirán que todo sigue estando caro y que la desaceleración de los precios no se está dando a un ritmo acelerado (la más reciente medición del DANE indica una variación del 11,78 %).
Sea cual sea la mirada con la que sienta afinidad, lo cierto es que la carestía continúa siendo un tema de preocupación no solo en Colombia, sino en gran parte del mundo. La pregunta lógica en la que muchos siguen pensando es ¿cómo hacer para que pase de una vez por todas la oscura noche de la inflación?
De momento la fórmula más agresiva la ha tenido el Banco de la República, que mediante el alza en las tasas de interés ha buscado evitar que el dinero de los colombianos siga perdiendo valor. Pero ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?
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La teoría detrás de esta estrategia (que también están empleando los bancos centrales de otros países, como el de Estados Unidos), indica que en tiempos de inflación lo que se debe hacer es elevar las tasas de interés para que la gente tenga menos capacidad adquisitiva. Con esto se nivelaría la balanza entre oferta y demanda y los comerciantes terminarían bajando los precios para motivar ese consumo.
Lo malo es que sectores como el comercio se verían sacrificados, pues con menos capacidad de compra es más difícil que las ventas repunten (de hecho, ese es el escenario que, según el DANE y Fenalco, han tenido los comerciantes en lo que va del año); así como la economía en general, con un Producto Interno Bruto (PIB) que crece de forma tímida, o que incluso podría amenazar con entrar a terreno negativo (en el segundo trimestre del año el PIB colombiano creció apenas un 0,3 %).
De hecho, es por lo anterior que recientemente la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), así como el Ministerio de Hacienda le solicitaron a la junta directiva del Banco de la República considerar bajar las tasas en su próxima reunión, que será a finales de este mes.
Sin embargo esa no es la única vía, pues también se podría hablar de líneas de crédito apalancadas por el Gobierno, excepciones de impuestos y demás ayudas y alivios para los productores. Esto tendría como consecuencia disminuciones en los precios que paga el consumidor final.
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Este jueves el DANE publicará los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC o inflación) para el mes de agosto, en donde se conocerá a detalle si ese panorama de desaceleración se consolidará, así como los rubros de gasto que más continúan viéndose afectados por la carestía. Mientras tanto vamos a resolver, de la mano de algunos expertos consultados por este medio, parte de las preguntas que orbitan alrededor del aumento en el costo de vida.
¿Qué se espera de la inflación?
Para Felipe Campos, quien es analista en la firma Alianza Valores, sí se espera que la inflación continúe en una tendencia a la baja, pues hay varios factores que siguen poniéndole freno.
Uno de estos es la moderación del consumo interno, que precisamente es lo que ha buscado el banco central al elevar las tasas de interés. La firma Raddar informa que en junio el gasto en los hogares continuó cayendo a un ritmo del -4,02 % frente al mismo mes del año anterior, consolidando así ocho meses consecutivos en caída. El uso del crédito de consumo, libre destinación e hipotecario se ha contraído en un 18,6 %.
Otro palo en la rueda ha sido la moderación que ha tenido el dólar, que abandonó esa volatilidad con la que inició el año y en los últimos meses se ha estabilizado por el orden de los $4.000. Esto es positivo, pues aligera los costos de quienes importan mercancía o insumos para la operación de sus negocios, lo que al final se traduce en precios más bajos para el consumidor final.
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Cifras recopiladas por la firma Values AAA, también muestran que las previsiones de parte de los principales actores apuntan a que la carestía continúe en esa senda de desaceleración. La encuesta de Bancolombia indica que esta podría cerrar 2023 por el orden del 9 %, la de Corficolombiana apunta a un 9,6 %, Davivienda a un 9,68 %, el Banco de la República a un 9 % y Values AAA a un 9,8 %.
Sobre esto hay que tener en cuenta que una desaceleración de la inflación no se traduce en una reducción de precios (lo que sería una deflación). Al contrario, significa que los precios siguen creciendo, solo que a un ritmo menor.
En suma, se espera que el DANE reporte que en agosto la inflación continuó desacelerándose, aunque la reducción pudiera no ser tan protagónica; es decir, seguiría estando sobre los dos dígitos. Para tener como referencia es importante que sepa que la meta que se ha trazado el Banco apunta a que la inflación llegue al 3 %. Las más recientes previsiones indican que ese valor no se alcanzaría sino hasta 2025.
¿Qué está empujando la inflación?
Aunque hasta el jueves el DANE dará más luces sobre qué es lo que está impulsando la inflación, hay una serie de elementos que explican el por qué todo está más caro.
El Vicepresidente Global de Negocios de Values AAA, Álvaro Humberto Ojeda, así como el analista financiero de la misma firma, Óscar Cardozo, explican que los principales impulsores de la carestía están en lo que gastan los hogares en alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que en julio registraron una variación mensual del 0,62 %. A esto también se suma transporte, con un repunte del 1,07 %.
Hay que tener en cuenta que en los últimos meses el galón de gasolina se ha encarecido a un ritmo de $600 por mes, lo que implica un aumento en el gasto de los hogares y de la logística que dependen de este combustible. Además de los cierres y bloqueos que se han registrado en parte de las vías más importantes del país, por lo que transportadores han tenido que aumentar sus trayectos en rutas alternas (elevado así sus costos) para llevar los productos a sus sitios de destino.
Es por lo anterior que Diego Franco, quien es jefe de inversiones de la firma Franco Capital Asset Management, considera que los rubros de gasto relacionados con alimentos y transporte seguirán generando ruido en los próximos meses.
El dólar es otro aspecto que tiene una posición en este capítulo. Si bien su estabilización se ve como algo positivo para las previsiones inflacionarias, también es cierto que su valor actual sigue siendo alto al registrado hace más de un año, por lo que el peso que sigue teniendo en las importaciones es considerable.
Las tasas de interés también tienen un papel importante aquí, pues al encarecerse el crédito, y ser este una vía de acceso a los bienes y servicios que demandan los hogares colombianos, pues su peso en la inflación también tiene un lugar.
Sin embargo, hay una paradoja aquí, pues según lo explicado por los expertos bajar las tasas podría implicar un aumento o pérdida de fuerza en la desaceleración de la inflación. Lo que nos lleva a la última pregunta.
¿Qué pasará con las tasas de interés?
Todos coinciden en lo mismo: es muy probable que el Banco de la República no dé su brazo a torcer y decida mantener las tasas altas.
El director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB, David Ballén, aunque la inflación continúa decensiento no se espera que el Banco reduzca las tasas este año, pues hacer esto podría considerarse una acción prematura que ocasione un alza del dólar y aumento de la inflación.
La previsión de Franco va por la misma línea, al decir que las tasas deberían mantenerse estables por lo menos dos reuniones más, pues bajarlas ahora es “un lujo que no se puede dar”.
En suma, la inflación se ha convertido en un elemento de trato milimétrico del que depende el futuro de la macroeconomía Colombiana. Al fin y al cabo, como también comentó uno de los analistas consultados, no es mucho lo que se puede hacer en la materia, más allá de seguir con la estrategia de enfriar la economía después del calentón que trajo la pandemia con la para entonces estrategia de reactivación de la economía.
Las previsiones apuntan a que seguirán meses de precios altos, por lo que una buena administración en el gasto seguirá siendo indispensable para que alcance el dinero en los hogares.
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