Ingreso Solidario sería una renta básica permanente, con más beneficiarios

En la mañana de este jueves se conoció un texto con el articulado del proyecto de la reforma tributaria que radicará el Gobierno oficialmente en la tarde de hoy. Uno de los temas más llamativos es la propuesta de hacer del programa Ingreso Solidario una renta básica permanente.

Lea también: Esta es la reforma tributaria que radicará el Gobierno

Actualmente, Ingreso Solidario es un esquema mediante el cual el Gobierno realiza transferencias monetarias de $160.000 mensuales en favor de los hogares en situación de pobreza y vulnerabilidad que no son beneficiarios de otros programas sociales del Estado, como Familias en Acción, Colombia Mayor, Jóvenes en Acción y Devolución del IVA.

La iniciativa nació en medio de la pandemia para llegar a quienes más necesitaban asistencia económica, pero no estaban en las bases de datos del Estado.

De aprobarse la reforma, los hogares que se encuentren en situación de pobreza o pobreza extrema podrían recibir recursos de este programa de manera permanente. Incluso, aquellos que ya son beneficiarios de los programas mencionados anteriormente o que reciban subsidios para los servicios de energía eléctrica y gas. En otras palabras, ya no se excluyen, sino que se complementan.

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El programa seguiría siendo administrado por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS). El Gobierno determinaría la periodicidad con la que debe calcularse el monto de la transferencia y la frecuencia de los giros.

Estos serían los montos de referencia mensuales, según el número de integrantes de los hogares. A este resultado se llega sumando las transferencias monetarias de los programas del DPS, los subsidios para los servicios de energía eléctrica y gas combustible y la transferencia del Programa Ingreso Solidario:

El presidente Duque ya había asegurado públicamente que la reforma tributaria contemplaría consolidar el programa Ingreso Solidario “como un programa permanente”, que logre cubrir más hogares y aumentar los montos.

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De hecho, uno de los argumentos del Gobierno actual para impulsar su tercera reforma fiscal es que con ella se podrían financiar los programas sociales creados en pandemia.

“Una propuesta de transformación sostenible de nuestra política social, que nos permita dar un salto significativo en nuestros indicadores de pobreza y desigualdad, tal como la estoy planteando, tendría aceptación parlamentaria”, dijo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a este diario el pasado marzo.

No obstante, algunos expertos ya han manifestado su recelo sobre este apartado. Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda, aseguró en Caracol Radio que le preocupa la ampliación de Ingreso Solidario: “Es un problema de oportunidad, no de relevancia, claro. Pero hacer esto justo en el momento en el que estamos en una crisis fiscal es muy arriesgado”.

En la mañana de este jueves se conoció un texto con el articulado del proyecto de la reforma tributaria que radicará el Gobierno oficialmente en la tarde de hoy. Uno de los temas más llamativos es la propuesta de hacer del programa Ingreso Solidario una renta básica permanente.

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Actualmente, Ingreso Solidario es un esquema mediante el cual el Gobierno realiza transferencias monetarias de $160.000 mensuales en favor de los hogares en situación de pobreza y vulnerabilidad que no son beneficiarios de otros programas sociales del Estado, como Familias en Acción, Colombia Mayor, Jóvenes en Acción y Devolución del IVA.

La iniciativa nació en medio de la pandemia para llegar a quienes más necesitaban asistencia económica, pero no estaban en las bases de datos del Estado.

De aprobarse la reforma, los hogares que se encuentren en situación de pobreza o pobreza extrema podrían recibir recursos de este programa de manera permanente. Incluso, aquellos que ya son beneficiarios de los programas mencionados anteriormente o que reciban subsidios para los servicios de energía eléctrica y gas. En otras palabras, ya no se excluyen, sino que se complementan.

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El programa seguiría siendo administrado por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS). El Gobierno determinaría la periodicidad con la que debe calcularse el monto de la transferencia y la frecuencia de los giros.

Estos serían los montos de referencia mensuales, según el número de integrantes de los hogares. A este resultado se llega sumando las transferencias monetarias de los programas del DPS, los subsidios para los servicios de energía eléctrica y gas combustible y la transferencia del Programa Ingreso Solidario:

El presidente Duque ya había asegurado públicamente que la reforma tributaria contemplaría consolidar el programa Ingreso Solidario “como un programa permanente”, que logre cubrir más hogares y aumentar los montos.

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De hecho, uno de los argumentos del Gobierno actual para impulsar su tercera reforma fiscal es que con ella se podrían financiar los programas sociales creados en pandemia.

“Una propuesta de transformación sostenible de nuestra política social, que nos permita dar un salto significativo en nuestros indicadores de pobreza y desigualdad, tal como la estoy planteando, tendría aceptación parlamentaria”, dijo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a este diario el pasado marzo.

No obstante, algunos expertos ya han manifestado su recelo sobre este apartado. Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda, aseguró en Caracol Radio que le preocupa la ampliación de Ingreso Solidario: “Es un problema de oportunidad, no de relevancia, claro. Pero hacer esto justo en el momento en el que estamos en una crisis fiscal es muy arriesgado”.