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Colombia tuvo gran éxito en su más reciente emisión de deuda en moneda extranjera. En esta oportunidad se ofertaron US$1.500 millones en bonos a 30 años, y con una subasta de US$500 millones también se reabrió el bono a 2029. La operación alcanzó la demanda más alta en la historia de colocaciones de deuda externa ejecutada por la Nación
Para Camilo Silva, director y fundador de la firma Valora Analitik, “esto muestra el fuerte apetito que tienen los inversionistas internacionales por la economía colombiana. Además, se trata de una apuesta de largo plazo: creen que, a pesar de las eventuales turbulencias, la economía colombiana seguirá por buen camino”.
La exitosa emisión le da un respiro al Gobierno en este momento de incertidumbre: debido a que la pasada ley de financiamiento solo recogió $7,14 billones de los $14 billones que tenía como meta, existe el riesgo que Moody’s y Fitch rebajen la calificación crediticia colombiana y la igualen a la de Standard & Poor’s (que nos bajó calificación en diciembre de 2017).
Si esta rebaja se da, Colombia quedaría en las tres principales calificadoras a un escalón de perder el grado de inversión (que ganó en 2012), situación que encarecería el financiamiento que busque el país (pagaría más intereses).
Para Silva “la exitosa emisión de deuda podría significar una considerable reducción en el riesgo de que Colombia pierda la calificación crediticia”.
Sin embargo, no hay que cantar victoria pues las calificadoras internacionales están también pendientes del plan de reducción de gasto del Gobierno para determinar si rebajan o mantienen la calificación colombiana.