Inversionistas presionan a empresas contaminantes a reducir su impacto ambiental
HSBC Global Asset Management y Legal & General Group Plc han pedido a las empresas en las que invierten que alineen sus programas de inversión con el acuerdo de París.
Bloomberg.
Puede que Donald Trump piense que el cambio climático es un engaño, pero los inversionistas que gestionan alrededor de US$30 billones de activos están presionando cada vez más a los principales contaminadores del mundo para que desarrollen estrategias verdes más sólidas.
HSBC Global Asset Management y Legal & General Group Plc se encuentran entre los 250 gestores de patrimonio de un grupo conocido como Climate Action 100+ que han pedido a las empresas en las que invierten que alineen sus programas de inversión con el acuerdo de París para frenar el calentamiento mundial.
"Las empresas con modelos comerciales robustos dentro del marco de París van a poder acceder a capital con más facilidad que aquellas que no lo están", dijo Stephanie Maier, directora de inversión responsable de HSBC Global Asset Management, que ayudó a desarrollar Climate Action 100+. El índice mundial de líderes del cambio climático STOXX tuvo un rendimiento superior al mercado en los últimos dos años.
El activismo de los inversores contrasta con la promesa de Trump de retirar a Estados Unidos del pacto de París, acordado entre más de 190 naciones en la capital francesa en 2015. Delegados de esos países, incluido Estados Unidos, se encuentran en Bonn, Alemania, esta semana para debatir formas de impulsar el acuerdo, y los gestores de fondos desempeñan un papel de apoyo.
Los inversores favorecerán a las empresas que reconocen que el mundo necesita cambiar hacia formas más limpias de energía, de acuerdo con Nick Stansbury, gestor de fondos y especialista en energía en la unidad de inversión de Legal & General, que gestiona aproximadamente 983.000 millones de libras (US$1,3 billones).
La industria de combustibles fósiles podría "arruinarse por completo" al pelear entre sí por cuota de mercado cuando la demanda de petróleo comience a caer, dijo Stansbury. Los inversores podrían favorecer a las compañías de combustibles fósiles dispuestas a recomprar acciones en lugar de competir ferozmente contra las energías renovables. Por lo que el gestor de fondos espera que la demanda de petróleo llegue a su punto máximo en dos décadas.
El grupo Climate Action 100+, creado en septiembre, ha pedido a las empresas que especifiquen con más detalle cómo harán frente a las estrictas normas ambientales sugeridas por el acuerdo de París y utiliza un abanico de herramientas para ejercer presión, como:
Reuniones con directores y directivos para alentar a las empresas a alinear su plan de negocios con los objetivos de reducción de emisiones Resoluciones en reuniones anuales de accionistas para alentar negocios más limpios Votos contra directores que no están dispuestos a aceptar la transición energética y actividades más limpias
Algunos de los inversores están desinvirtiendo de acciones en el sector de los combustibles fósiles y votan en contra de los directores que se resisten al cambio.
Puede que Donald Trump piense que el cambio climático es un engaño, pero los inversionistas que gestionan alrededor de US$30 billones de activos están presionando cada vez más a los principales contaminadores del mundo para que desarrollen estrategias verdes más sólidas.
HSBC Global Asset Management y Legal & General Group Plc se encuentran entre los 250 gestores de patrimonio de un grupo conocido como Climate Action 100+ que han pedido a las empresas en las que invierten que alineen sus programas de inversión con el acuerdo de París para frenar el calentamiento mundial.
"Las empresas con modelos comerciales robustos dentro del marco de París van a poder acceder a capital con más facilidad que aquellas que no lo están", dijo Stephanie Maier, directora de inversión responsable de HSBC Global Asset Management, que ayudó a desarrollar Climate Action 100+. El índice mundial de líderes del cambio climático STOXX tuvo un rendimiento superior al mercado en los últimos dos años.
El activismo de los inversores contrasta con la promesa de Trump de retirar a Estados Unidos del pacto de París, acordado entre más de 190 naciones en la capital francesa en 2015. Delegados de esos países, incluido Estados Unidos, se encuentran en Bonn, Alemania, esta semana para debatir formas de impulsar el acuerdo, y los gestores de fondos desempeñan un papel de apoyo.
Los inversores favorecerán a las empresas que reconocen que el mundo necesita cambiar hacia formas más limpias de energía, de acuerdo con Nick Stansbury, gestor de fondos y especialista en energía en la unidad de inversión de Legal & General, que gestiona aproximadamente 983.000 millones de libras (US$1,3 billones).
La industria de combustibles fósiles podría "arruinarse por completo" al pelear entre sí por cuota de mercado cuando la demanda de petróleo comience a caer, dijo Stansbury. Los inversores podrían favorecer a las compañías de combustibles fósiles dispuestas a recomprar acciones en lugar de competir ferozmente contra las energías renovables. Por lo que el gestor de fondos espera que la demanda de petróleo llegue a su punto máximo en dos décadas.
El grupo Climate Action 100+, creado en septiembre, ha pedido a las empresas que especifiquen con más detalle cómo harán frente a las estrictas normas ambientales sugeridas por el acuerdo de París y utiliza un abanico de herramientas para ejercer presión, como:
Reuniones con directores y directivos para alentar a las empresas a alinear su plan de negocios con los objetivos de reducción de emisiones Resoluciones en reuniones anuales de accionistas para alentar negocios más limpios Votos contra directores que no están dispuestos a aceptar la transición energética y actividades más limpias
Algunos de los inversores están desinvirtiendo de acciones en el sector de los combustibles fósiles y votan en contra de los directores que se resisten al cambio.