Juan Carlos Ortiz se ganó la plata grande de los bonos de agua

No fue el hoy ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien obtuvo mayores utilidades con los bonos de agua; fue Juan Carlos Ortiz, el cerebro del fondo premium, accionista de Interbolsa y Proyectar Valores.

También le puede interesar: Juan Carlos Ortiz, cerebro del descalabro de Interbolsa, está en detención domiciliaria

Carrasquilla y su socio en Konfigura, el abogado Andrés Flórez Villegas, actuaron como asesores financieros, pero Ortiz fue el colocador y como tal se echó al bolsillo unas comisiones mucho mayores. Ese esquema es el corriente. El asesor financiero recibe proporcionalmente mucho menos dinero que el colocador, que es el que coloca o vende los títulos a los inversionistas por medio de la bolsa.

Ortiz adquirió bonos de agua para una de sus empresas: Compañía Colombiana de Capitales. Luego esa firma cedió los títulos a las comisionistas de bolsa Interbolsa y Proyectar Valores, en las cuales Ortiz era accionista.

Proyectar Valores fue intervenida en 2011 por faltantes de dineros de los clientes y luego fue liquidada. En 2012 Interbolsa también fue intervenida y liquidada, por numerosos fraudes cometidos contra la clientela.

Cuando Ortiz adquirió los bonos de agua no se conocían las imputaciones que luego se le hicieron por captación ilegal y otros delitos; pero sí se sabía que había sido expulsado de la Bolsa de Bogotá por operaciones irregulares.

La participación de Ortiz en el negocio de bonos de agua no es un secreto. La periodista Gloria Valencia en su libro sobre Interbolsa escribió: “La gente sospechaba que Juan Carlos Ortiz utilizaba Interbolsa y Proyectar para su lucro personal y el de sus socios. Por ejemplo, la colocación de los bonos de agua en 2010 fue negociada directamente por él y ambas firmas participaron. Este negocio le habría dejado grandes utilidades a Juan Carlos Ortiz y a Talo Mejía, debido al margen de intermediación que se ganaron entre la tasa que se les cobró a los clientes, a quienes les asignaron los bonos, y la tasa a la que los recibieron las dos firmas”.

El libro agrega que las tasas de interés de los bonos “terminaron agotando la capacidad financiera” de los municipios.

Ejecutivos que trabajaron en Interbolsa y Proyectar Valores confirmaron la participación de Ortiz en la colocación de los bonos, pero no es posible cuantificar el monto de las ganancias que obtuvo. La emisión se hizo por $440.000 millones.

Un ejecutivo que trabajó en Proyectar dijo que los títulos dejaron “utilidades inmensas para Juan Carlos Ortiz. La plata grande no se la ganó Carrasquilla, se la ganó Ortiz”.

Añadió: “Los corredores se mataban por colocar esos bonos. Les ofrecían 2 o 3 % y la comisionista se podía ganar un 6 %”.

Ortiz también colocó otros bonos como los de Metrolínea, pilotos de ACDAC, Construclínicas de Saludcoop, municipio de Cali y Club El Rodeo de Medellín. Pero muchos inversionistas institucionales se negaban a fondear esos títulos y los bonos de agua, “pues sabían que eran de propiedad de Interbolsa y Proyectar”, indicó un exejecutivo de Interbolsa.

“La colocación de bonos de agua le dejó a Interbolsa ingresos por $10.000 millones. Estos bonos afectaron la liquidez de Interbolsa, pues se debían fondear en muchos casos con recursos propios. El mercado no tenía confianza”, agregó.

No fue el hoy ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien obtuvo mayores utilidades con los bonos de agua; fue Juan Carlos Ortiz, el cerebro del fondo premium, accionista de Interbolsa y Proyectar Valores.

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Carrasquilla y su socio en Konfigura, el abogado Andrés Flórez Villegas, actuaron como asesores financieros, pero Ortiz fue el colocador y como tal se echó al bolsillo unas comisiones mucho mayores. Ese esquema es el corriente. El asesor financiero recibe proporcionalmente mucho menos dinero que el colocador, que es el que coloca o vende los títulos a los inversionistas por medio de la bolsa.

Ortiz adquirió bonos de agua para una de sus empresas: Compañía Colombiana de Capitales. Luego esa firma cedió los títulos a las comisionistas de bolsa Interbolsa y Proyectar Valores, en las cuales Ortiz era accionista.

Proyectar Valores fue intervenida en 2011 por faltantes de dineros de los clientes y luego fue liquidada. En 2012 Interbolsa también fue intervenida y liquidada, por numerosos fraudes cometidos contra la clientela.

Cuando Ortiz adquirió los bonos de agua no se conocían las imputaciones que luego se le hicieron por captación ilegal y otros delitos; pero sí se sabía que había sido expulsado de la Bolsa de Bogotá por operaciones irregulares.

La participación de Ortiz en el negocio de bonos de agua no es un secreto. La periodista Gloria Valencia en su libro sobre Interbolsa escribió: “La gente sospechaba que Juan Carlos Ortiz utilizaba Interbolsa y Proyectar para su lucro personal y el de sus socios. Por ejemplo, la colocación de los bonos de agua en 2010 fue negociada directamente por él y ambas firmas participaron. Este negocio le habría dejado grandes utilidades a Juan Carlos Ortiz y a Talo Mejía, debido al margen de intermediación que se ganaron entre la tasa que se les cobró a los clientes, a quienes les asignaron los bonos, y la tasa a la que los recibieron las dos firmas”.

El libro agrega que las tasas de interés de los bonos “terminaron agotando la capacidad financiera” de los municipios.

Ejecutivos que trabajaron en Interbolsa y Proyectar Valores confirmaron la participación de Ortiz en la colocación de los bonos, pero no es posible cuantificar el monto de las ganancias que obtuvo. La emisión se hizo por $440.000 millones.

Un ejecutivo que trabajó en Proyectar dijo que los títulos dejaron “utilidades inmensas para Juan Carlos Ortiz. La plata grande no se la ganó Carrasquilla, se la ganó Ortiz”.

Añadió: “Los corredores se mataban por colocar esos bonos. Les ofrecían 2 o 3 % y la comisionista se podía ganar un 6 %”.

Ortiz también colocó otros bonos como los de Metrolínea, pilotos de ACDAC, Construclínicas de Saludcoop, municipio de Cali y Club El Rodeo de Medellín. Pero muchos inversionistas institucionales se negaban a fondear esos títulos y los bonos de agua, “pues sabían que eran de propiedad de Interbolsa y Proyectar”, indicó un exejecutivo de Interbolsa.

“La colocación de bonos de agua le dejó a Interbolsa ingresos por $10.000 millones. Estos bonos afectaron la liquidez de Interbolsa, pues se debían fondear en muchos casos con recursos propios. El mercado no tenía confianza”, agregó.