La alineación perfecta en Catar también fue de transporte y carga marítima
Hay un contenedor se hizo famoso, como los de Catar. Le contamos la historia de este y del estadio catarí que fue construido a partir de estos, el 974.
Pedro Mendoza
Terminó el mundial de fútbol, donde se coronó campeón la selección de Argentina. Mientras eso pasaba, en promedio el 90 % de todas las mercancías y productos básicos que se necesitan para vivir, viajan por el mar en cajas metálicas que llevan los grandes buques que cruzan los océanos.
Los expertos hablan de 49 principales puertos de contenedores, 33 se encuentran en la costa del mar de Asia Oriental, y la mitad de ellos pertenecen exclusivamente a China.
Hace unas semanas fue protagonista en Qatar y no propiamente por la carga. Un estadio fue hecho muy diferente a los demás, se trata del “974 STADIUM”, un escenario sustentable y desmontable, hecho con 974 contenedores. Allí jugaron en las diferentes fases del mundial de la FIFA, las selecciones finalistas de Argentina y Francia.
Perfectamente alineados estaban los contenedores, con colores representativos. Terminado el partido Brasil y Corea, empezó el desmonte de estos, que tienen en promedio 12,19 metros de largo por 2,44 metros de ancho y 2,59 metros de alto. En Ras Abu Aboud, Doha, estaba el estadio, que representaba un tributo a la navegación, los puertos y la carga.
Le puede interesar: De la mano de Messi, Argentina salió campeón del Mundial de Catar 2022.
Los que se utilizaron en el estadio, fueron personalizados por la compañía CIMC, el fabricante más grande del mundo. Los expertos sostienen que no solo se debieron considerar cuestiones materiales, sino también una serie de tecnologías complejas, como funciones internas y conexiones generales en las cajas de este estadio.
Su capacidad fue de 40 mil espectadores y en medio de los contenedores de transporte por los mares del mundo, estuvieron jugando las estrellas de varios equipos del mundial. Curiosamente, también llevaba el número que representa el código de marcación de Qatar, + 974. El diseño estuvo a cargo de Fenwick Iribarren Architects
El costo de este escenario estuvo aproximadamente en 230 millones de dólares. En total, fueron ocho los estadios dispuestos en Qatar para recibir el compromiso deportivo. Seis de estos estadios eran completamente nuevos y los otros dos fueron construidos y remodelados usando infraestructuras antiguas.
Las cifras dispuestas para estas construcciones rondan los 6.500 millones de dólares. El país árabe invirtió más de 220 billones de dólares en la realización de este mundial.
El estadio 974 ¡Ya es historia!
Carlos Morales de “Gol Caracol” en el Mundial de Qatar 2022. Él estuvo en el último partido que se jugó en el “974 STADIUM”, dice que la experiencia en el estadio fue diferente por su estructura, aunque conoce escenarios que se adaptan para conciertos entre otras opciones en diferentes partes del mundo.
”Pero nunca una estructura con la capacidad que tiene el estadio, cuarenta mil personas, ¿que sea totalmente desmontable y que se pueda montar después otro? Yo creo que eso fue muy novedoso y mágico el conocer un escenario de este tipo”, dijo Morales.
Allí narró los goles de Brasil ante Corea, el último partido de una fase del mundial en octavos de final. “Lo que me sorprendió, es que cuando uno entra es una estructura gigante, metálica” recuerda el cableado técnico y acondicionamientos, así como asientos desmontables y bloques de construcción modulares, además de la ventilación.
Sostiene que cada uno de los colores en los contenedores tenía una determinada zona, los azules eran de venta, por ejemplo. “Yo decía con alguien que era un lego, ese armatodo que tuvimos la oportunidad de jugar cuando éramos niños”, expresa el narrador. Y añade que la maqueta original del estadio estaba hecha con las figuras de las tradicionales fichas.
“Fue una gran experiencia como lo han sido el resto de los escenarios en este mundial, donde cada uno tiene su forma y su historia”, sostuvo.
Lea: Las principales zonas portuarias del país decrecieron en su operación.
El contenedor pintado
Hay un contenedor que también se hizo famoso, como los de Catar. Un 29 de agosto del 2014, zarpó del Terminal de la Sociedad Portuaria en Cartagena, navegaría tres semanas para llegar al puerto de Amberes en Bélgica.
Llevaba en el imaginario la magia de Macondo, la ropa de Aureliano Buendía, el espejo con el que se peinaba Ursula Iguaran, parte del amor y otros demonios, entre otros.
Tenía pintada en su estructura metálica la mirada del nobel de literatura, Gabriel García Márquez. La caja fue pintada por el colectivo de grafiteros “Artevimiento”, los colores de la cara del nobel se mezclaban con la identificación marítima, “SUDU 187745 22 G1″.
Navegó por los mares para contarle una vez más al mundo su realismo mágico, García Márquez decía que “en este continente de la América Latina hay un país que no es de tierra, sino de agua, que es el Caribe”.
El sonido de los contendores en el puerto colombiano
Cifras del tercer trimestre en el país, indican que la carga doméstica contenerizada acumulada tuvo un incremento frente al mismo periodo de 2021 del 10,5 % para un total de 900.816 TEU (unidad de medida de capacidad del transporte marítimo referida en contenedores de carga). De estos, las importaciones representaron en la balanza comercial el 68,7 % y las exportaciones el 31,3 %.
La participación de mercado por terminales portuarios muestra al Grupo Puerto de Cartagena con sus terminales, Contecar y Sociedad Portuaria, como el líder en movilización de carga de contenedores durante lo acumulado del año 2022, con un total de participación de mercado del 41,2 %. Le sigue Sociedad Portuaria Industrial Aguadulce (SPIA) con el 18 %, ganando cada vez más participación sobre los demás muelles del Pacífico.
En este Grupo trabaja Marcel Álvarez, es oficial de la marina mercante y habla con propiedad de su trabajo frente a los contenedores. Él tiene 16 años de experiencia y en sus operaciones en el puerto, lo más importante es el equipo humano y fundamental en la vida de mar, los costos y ganancias frente a la variable del tiempo.
Es innegable el aporte de la industria naviera al fútbol, pese a que las alineaciones en este son cambiantes y caprichosas, no como la de los contenedores que se apilan en los puertos del mundo.
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Terminó el mundial de fútbol, donde se coronó campeón la selección de Argentina. Mientras eso pasaba, en promedio el 90 % de todas las mercancías y productos básicos que se necesitan para vivir, viajan por el mar en cajas metálicas que llevan los grandes buques que cruzan los océanos.
Los expertos hablan de 49 principales puertos de contenedores, 33 se encuentran en la costa del mar de Asia Oriental, y la mitad de ellos pertenecen exclusivamente a China.
Hace unas semanas fue protagonista en Qatar y no propiamente por la carga. Un estadio fue hecho muy diferente a los demás, se trata del “974 STADIUM”, un escenario sustentable y desmontable, hecho con 974 contenedores. Allí jugaron en las diferentes fases del mundial de la FIFA, las selecciones finalistas de Argentina y Francia.
Perfectamente alineados estaban los contenedores, con colores representativos. Terminado el partido Brasil y Corea, empezó el desmonte de estos, que tienen en promedio 12,19 metros de largo por 2,44 metros de ancho y 2,59 metros de alto. En Ras Abu Aboud, Doha, estaba el estadio, que representaba un tributo a la navegación, los puertos y la carga.
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Los que se utilizaron en el estadio, fueron personalizados por la compañía CIMC, el fabricante más grande del mundo. Los expertos sostienen que no solo se debieron considerar cuestiones materiales, sino también una serie de tecnologías complejas, como funciones internas y conexiones generales en las cajas de este estadio.
Su capacidad fue de 40 mil espectadores y en medio de los contenedores de transporte por los mares del mundo, estuvieron jugando las estrellas de varios equipos del mundial. Curiosamente, también llevaba el número que representa el código de marcación de Qatar, + 974. El diseño estuvo a cargo de Fenwick Iribarren Architects
El costo de este escenario estuvo aproximadamente en 230 millones de dólares. En total, fueron ocho los estadios dispuestos en Qatar para recibir el compromiso deportivo. Seis de estos estadios eran completamente nuevos y los otros dos fueron construidos y remodelados usando infraestructuras antiguas.
Las cifras dispuestas para estas construcciones rondan los 6.500 millones de dólares. El país árabe invirtió más de 220 billones de dólares en la realización de este mundial.
El estadio 974 ¡Ya es historia!
Carlos Morales de “Gol Caracol” en el Mundial de Qatar 2022. Él estuvo en el último partido que se jugó en el “974 STADIUM”, dice que la experiencia en el estadio fue diferente por su estructura, aunque conoce escenarios que se adaptan para conciertos entre otras opciones en diferentes partes del mundo.
”Pero nunca una estructura con la capacidad que tiene el estadio, cuarenta mil personas, ¿que sea totalmente desmontable y que se pueda montar después otro? Yo creo que eso fue muy novedoso y mágico el conocer un escenario de este tipo”, dijo Morales.
Allí narró los goles de Brasil ante Corea, el último partido de una fase del mundial en octavos de final. “Lo que me sorprendió, es que cuando uno entra es una estructura gigante, metálica” recuerda el cableado técnico y acondicionamientos, así como asientos desmontables y bloques de construcción modulares, además de la ventilación.
Sostiene que cada uno de los colores en los contenedores tenía una determinada zona, los azules eran de venta, por ejemplo. “Yo decía con alguien que era un lego, ese armatodo que tuvimos la oportunidad de jugar cuando éramos niños”, expresa el narrador. Y añade que la maqueta original del estadio estaba hecha con las figuras de las tradicionales fichas.
“Fue una gran experiencia como lo han sido el resto de los escenarios en este mundial, donde cada uno tiene su forma y su historia”, sostuvo.
Lea: Las principales zonas portuarias del país decrecieron en su operación.
El contenedor pintado
Hay un contenedor que también se hizo famoso, como los de Catar. Un 29 de agosto del 2014, zarpó del Terminal de la Sociedad Portuaria en Cartagena, navegaría tres semanas para llegar al puerto de Amberes en Bélgica.
Llevaba en el imaginario la magia de Macondo, la ropa de Aureliano Buendía, el espejo con el que se peinaba Ursula Iguaran, parte del amor y otros demonios, entre otros.
Tenía pintada en su estructura metálica la mirada del nobel de literatura, Gabriel García Márquez. La caja fue pintada por el colectivo de grafiteros “Artevimiento”, los colores de la cara del nobel se mezclaban con la identificación marítima, “SUDU 187745 22 G1″.
Navegó por los mares para contarle una vez más al mundo su realismo mágico, García Márquez decía que “en este continente de la América Latina hay un país que no es de tierra, sino de agua, que es el Caribe”.
El sonido de los contendores en el puerto colombiano
Cifras del tercer trimestre en el país, indican que la carga doméstica contenerizada acumulada tuvo un incremento frente al mismo periodo de 2021 del 10,5 % para un total de 900.816 TEU (unidad de medida de capacidad del transporte marítimo referida en contenedores de carga). De estos, las importaciones representaron en la balanza comercial el 68,7 % y las exportaciones el 31,3 %.
La participación de mercado por terminales portuarios muestra al Grupo Puerto de Cartagena con sus terminales, Contecar y Sociedad Portuaria, como el líder en movilización de carga de contenedores durante lo acumulado del año 2022, con un total de participación de mercado del 41,2 %. Le sigue Sociedad Portuaria Industrial Aguadulce (SPIA) con el 18 %, ganando cada vez más participación sobre los demás muelles del Pacífico.
En este Grupo trabaja Marcel Álvarez, es oficial de la marina mercante y habla con propiedad de su trabajo frente a los contenedores. Él tiene 16 años de experiencia y en sus operaciones en el puerto, lo más importante es el equipo humano y fundamental en la vida de mar, los costos y ganancias frente a la variable del tiempo.
Es innegable el aporte de la industria naviera al fútbol, pese a que las alineaciones en este son cambiantes y caprichosas, no como la de los contenedores que se apilan en los puertos del mundo.
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