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El impredecible clima bogotano, caracterizado por reunir en un solo día tiempos de sol y lluvia, hizo parte de la inspiración de un joven francés que llegó a Colombia con la intención de adelantar sus estudios en una de las universidades más antiguas que tiene el país. Cuatro años después, Roland Harper, fundador de Mova, rueda en bicicleta las calles de la capital, acompañado de su equipo de emprendedores colombianos.
Los productos que ofrece esta empresa nacional, que actualmente exporta a 67 países, están pensados en las necesidades que tiene un ciclista urbano. Es de esta manera que las chaquetas Mova se caracterizan por tener cremalleras ‘antichucha’, aberturas en las axilas que le permite al ciclista refrescarse mientras rueda en su bicicleta.
Además de lo anterior cuenta con reflectores para hacerse ver en la noche, un material resistente al agua que le permite soportar la lluvia, muchos bolsillos para guardar lo necesario y hasta una función que hace posible doblarla en un pequeño bulto para facilitar su portabilidad en la vida cotidiana.
Todo es desarrollado por mano de obra nacional, siendo la textilera Lafayette, empresa que se hace llamar así misma “orgullosamente colombiana” la proveedora de sus materias primas.
No obstante, el emprendedor francés reconoce que el país está pasando una crisis textilera que dificulta su crecimiento empresarial.
“Uno de los aspectos importantes es que la industria textil colombiana está en una postura terrible, una buena parte de lo que era antes fue reubicado a China en los últimos años”, afirma Harper.
Su apreciación del panorama nacional en materia textil no está muy lejos de las denuncias que hizo hace algunos meses la Cámara Colombiana de la Confección (CCCA) en su marcha por diversas ciudades del país.
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La problemática, resumida por el vicepresidente de la CCCA es la siguiente: la mano de obra proveniente de Asia es 95% más económica de lo que vale en Colombia, el país ya no es productor y se convirtió en importador, además que el arancel de importación se considera muy bajo, del 15% cuando propone que sea del 40%.
Por su parte, el vicepresidente de comercio exterior de Fenalco, Eduardo Visbal, asegura que en el país más allá de los factores precio y tributación destaca la falta de innovación y capacitación en los trabajadores.
Precisamente, con innovación, es que Roland Harper busca posicionar su empresa. “Hace poco estuvimos trabajando con La Fayette para desarrollar una nueva membrana dos veces más impermeable que la anterior, con un peso mucho menor (la chaqueta pesa 400g contra 800g para la que viene con las luces integradas)”, afirmó el empresario.
Para Harper, con su empresa no solo está propulsando la economía local, al desarrollar productos de alta calidad que desplazan a los mediocres que hay en el mercado, sino que además, está transformando la movilidad del mundo.
Pero Mova no solo innova en el desarrollo de sus productos, esta empresa colombiana además utiliza técnicas modernas de financiación que dejan en el pasado los préstamos en el banco y a los inversionistas sedientos de amplios porcentajes de participación.
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La empresa ha encontrado en el crowdfunding, sistema de financiación apoyado por patrocinadores que generalmente reciben a cambio un premio, una respuesta a sus necesidades financieras.
En los años que lleva Mova en el mercado ha adelantado cinco campañas de financiamiento: tres en Kickstarter y dos en Indiegogo recaudando un total de US$300.000 gracias al apoyo de 3.500 personas.
Actualmente Mova atraviesa su quinta campaña en Kickstarter, y faltando 17 días para terminar ha logrado recaudar más de US$55.000.
Utilizando la innovación, calidad, mano de obra colombiana y opciones alternativas de financiación, este emprendimiento nacional le hace frente a la crisis textilera que actualmente atraviesa el país.
Al cierre de esta edición, la familia Mova continúa trabajando para crecer empresarialmente, mientras que Roland Harper dice enamorarse más de la tierra que lo acogió hace cuatro años. El francés continúa añadiendo más palabras colombianas a su jerga, es común escucharle hablar de ‘chimbita’, ‘parce’ y ‘bacano’.