La disminución del desempleo sigue sin tocar fondo en Colombia

La tasa de desempleo sigue sin tocar fondo en Colombia. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que en septiembre esta tasa se ubicó en el 9,3 %, lo que se traduce en 1,4 puntos porcentuales menos que el consolidado en el mismo mes del año pasado.

La tasa de desempleo sigue sin tocar fondo en Colombia. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que en septiembre esta tasa se ubicó en el 9,3 %, lo que se traduce en 1,4 puntos porcentuales menos que el consolidado en el mismo mes del año pasado.

Otra forma de entender esta cifra es que en el país unas 454.000 personas salieron del desempleo en el último año. Una cifra positiva si se tiene en cuenta de que este indicador ya consolida una tendencia ubicándose en tasas de un dígito, y más tras el coletazo de la pandemia que en su tiempo más hostil llevó a la desocupación al 22 %.

La variación del desempleo fue más protagónica en las mujeres, pues en ellas la población ocupada se contrajo en un 13,7 %, mientras que en los hombres fue del 11,4 %. Para ellas, el grueso de estas reducciones se dieron en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, con una contribución de 6,3 puntos porcentuales de esos 13,7.

El repunte de la población ocupada también fue considerable, pues se logró un incremento de 718.000 plazas laborales, con una tasa de ocupación del 58,3 % (que es 1,1 puntos porcentuales superior a la registrada en septiembre de 2022).

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De momento el principal jalonador del empleo continúa siendo la administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, que en el mes de referencia logró generar más de 236.000 empleos. A esta la siguieron transporte y almacenamiento (con 232.000, así como actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (con más de 156.000 nuevos puestos de trabajo).

El buen comportamiento que ha tenido la disminución del desempleo hace que algunos se pregunten sobre si el indicador está próximo a tocar fondo, o si podría presentarse una nueva temporada de repuntes que vuelvan a llevar a este indicador a los dos dígitos, teniendo en cuenta que el panorama macroeconómico del país no es el mejor, con un débil crecimiento de la economía y una galopante inflación.

Para el investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, Andrés García Suaza, es importante entender que en los meses anteriores se venían registrando unos niveles de incremento en los puestos de trabajo cercanos al millón de personas, mientras que ahora los datos rondan las 700.000, por lo que es evidente que la generación de empleo se está desacelerando.

A pesar de esto, considera que aún hay más espacio para que la tasa de desempleo continúe cayendo en el país, si se tiene en cuenta que hay sectores que han entrado a jalonar el empleo y que podrían seguir jalonándolo en los próximos meses, además de que en Colombia hay ciudades con altos niveles de desempleo (como Quibdó, en donde en el último trimestre esta tasa fue del 22,7 %).

En este último aspecto, las cifras del DANE respaldan el argumento de García pues en las cuatro ciudades que registraron mayores índices de desempleo en los últimos tres meses este registró variaciones negativas. Para el caso de Quibdó la disminución fue del 2,3 %, en Ibagué fue del 4 %, en Florencia fue del 0,9 % y en Riohacha del 2,8 %.

Además, si se mira el comportamiento que ha tenido la tasa de desempleo en los últimos años se encuentra que octubre y noviembre son meses en los que se suele ver contracciones. En el año pasado este fenómeno se vio principalmente impulsado por las actividades manufactureras, así como las artísticas, entretenimiento y recreación.

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Aún con todo el empleo que suele generar el comercio en diciembre (por las festividades de fin de año), este es un mes en donde se han evidenciado leves repuntes, por lo que si se replica ese comportamiento podríamos ver uno o un par de meses con la tasa de desempleo disminuyendo, antes de que toque fondo.

Sin embargo, en este campo no hay nada escrito y el comportamiento del desempleo dependerá en gran medida de aspectos como la evolución de la economía colombiana, los incentivos (gubernamentales y privados) que se puedan generar para la contratación, y las eventuales inversiones que puedan llegar al país, entre otros.

Más allá de las buenas noticias que, de momento, sigue registrando la disminución de desempleo, siguen vigentes los grandes malestares del mercado laboral colombiano, como la informalidad que en septiembre registró un 56,1 %. Aunque esta sigue bajando, resulta inquietante saber que en el país casi seis de cada diez trabajadores labora desde la informalidad.

En este listado también se puede incluir la considerable brecha de género que sigue separando a hombre y mujeres en tasa de ocupación y desempleo, así como la disparada desocupación en la población joven que se enfrenta a paradojas como no conseguir trabajo por no tener experiencia laboral, pero a la vez no hacer experiencia laboral porque no hay quien los contrate.

En lo que avanza la reforma laboral es evidente que los retos en el país son considerables y que más allá de la reducción de la tasa del desempleo hay muchas otras victorias por ganar.

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